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Jueves, 29 de diciembre de 2011

EL PUNK TENíA RAZóN

No hay futuro

 Por Yumber Vera Rojas

Desde la aparición del punk, la cultura popular no fue la misma. El último gran sacudón de la música bajó nuevamente al rock al plano terrenal, luego de que éste, una vez que su Rey, Elvis, mandara a guardar sus escandalosas caderas en el placard y decidiera convertirse en un hombre bueno, apelara por la sofisticación, por los solos interminables y por los conciertos galácticos para toda la familia. A partir de ese entonces, de esa agitada primavera que se cultivó entre 1974 y 1976, y floreció en 1977, el ruido se apoderó de las calles, los ignaros se apropiaron de los instrumentos y el proletariado construyó sobre su base una vitrina política. Ya no más amor, ni paz, ni nada que se le pareciera: ahora la consigna era la negación del sistema establecido a través del choque, de la urgencia y de la provocación.

A pesar de que su impetuosidad, el vivir rápido y morir joven, ocasionó su fugacidad, quedaron su legado ideológico, musical, poético y estético. Justamente ahí radica su peligro, pues incluso el extremismo distópico o la satirización saborizada permitieron, antes que su descomposición, aferrarlo en el imaginario colectivo a partir de la interpretación. El hardcore, el post punk, la no wave, el psychobilly o el indie son el crisol de desprendimientos musicales que se sucedieron a partir de nada más que tres acordes. Por eso es el primer género que eligen los pibes cuando ingresan en las lides del rock, y también el que mejor impactó en otros estilos, más allá del “hazlo tú mismo”, al punto de que Bob Marley confesó que si no hubiera hecho reggae, habría tocado punk.

Incluso algunos lo toman como una forma de vida. El último que lo hizo en la Argentina dejó este mundo hace algunos meses: Horacio Gamexane era tan punk que antes de morir advirtió que 2012 nos llevaría a todos al inframundo, y, como si se tratara de un mal chiste, el primero en irse fue el fundador de Todos Tus Muertos y Los Laxantes. Lo hizo además sin ver inmortalizada su obra en el primer Diccionario de Punk y Hardcore de habla hispana, publicado en España, el país más punk de 2011, el de los indignados y los antisistemas. El libro propone que el género no nació ni en Nueva York con los Ramones ni en Londres con los Sex Pistols, sino en Lima, 10 años antes, con Los Saicos. El grupo peruano, que recientemente visitó Buenos Aires, volvió a los escenarios para dar fe de esta historia.

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