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Jueves, 2 de febrero de 2012

JULIáN AZNAR ESTRENA DISCO ¡Y VIDEOJUEGO! PROPIOS

Ponele la ficha

La flamante compilación Early Singles (posproducida por Daniel Melero) se acompaña con un vinilo de Electric Gigolo que incluye el soundtrack de la película apócrifa, y un videojuego casero. Aznar parece apoyado por una multinacional. Pero no.

 Por Javier Aguirre

Así como para los guitarristas es casi una cuestión de honor tocar también el bajo (bueno, lo mismo pasa con los bajistas y la guitarra), no sorprende que para un músico del palo de la electrónica resulte un desafío no sólo programar sonidos en movimiento sino, también, imágenes en movimiento. Quien se hace cargo es Julián Aznar, electro-pop-rocker que convirtió su máximo hit, Electric Gigolo, en un videojuego con banda sonora original, derivada de una película que... nunca existió. Por lo que acompaña su flamante compilación en CD (Early Singles, posproducida por Daniel Melero), con una edición en vinilo de Electric Gigolo que incluye el soundtrack de la película apócrifa, y un fichín casero, con aires de Coleco Vision u otras consolas hogareñas vintage, para jugar online desde www.julianaznar.com. ar/electricgigolothegame. Lo que parece una herejía aberrante sobre las sagradas leyes del marketing, una rebuscada ironía (sin red) que sugiere que, por detrás del trabajo musical y visual de un artista del under, existe una pomposa, paquidérmica, compañía multinacional llena de sabios de la mercadotecnia que operan desde las sombras. “Pensaba en esas películas no tan exitosas, cuyos juegos fueron creados directamente para consolas familiares”, revela Aznar al NO, en relación con su múltiple, extraño y deliberadamente confuso lanzamiento.

“Empecé a observar las diferentes versiones de una misma cosa, de un mismo producto que iba mutando, como la tapa de un disco en versión vinilo, y luego en casete, o en CD. Otra cosa que venía estudiando era esa sensación de decepción que uno tenía al ver el afiche genial de una película, que al final era malísima; y lo mismo con cómo te vendían los juegos: la ilustración del cartucho del Family Game te proponía una imagen, una acción y una aventura que luego no era tal, pero lo aceptábamos. Quise recrear eso, primero con el single en vinilo y después, claro, con el juego”, precisa un músico que arrastra casi una década de carrera, y un prontuario que incluye versiones altamente punchipunchiables de clásicos de Sumo o los Redondos (llegó a presentarse bajo el anglorricoterísimo alias de DJ Patrice King).

El fichín online de Julián Aznar promete, para los próximos días, estar disponible para descarga gratuita, vía Apple Store, para iPod, iPod e iPhone. Pero, no obstante su darwiniana adecuación a cualquier formato, no tiene nada que ver con el hiperrealismo de los juegos de última generación, esos que hacen ver más tangible al Messi de la PlayStation que al rosarino narigón que juega con la 10 del Barcelona. En realidad, Electric Gigolo (el juego) remite –cual Marty McFly motoquero– a la oferta de Sacoa en la Mar del Plata alfonsinista, con la sencillez visual de una fábula de motos, rutas y pandilleros que secuestraron a la chica. “Toda la parte artística, o sea los gráficos y los sonidos, están hechos por mí”, detalla, al amparo de sus anteojos negros. “Y toda la programación está hecha por Pontura, guitarrista de mi banda, The Maidens. Tanto él como Vegeta (que en el grupo toca la batería electrónica) aparecen en el juego personificando a los líderes de las pandillas de motocicletas a las que tiene que enfrentar nuestro héroe.”

La pasión por los videojuegos retro implica, necesariamente, un evidente link con tiempos pasados. “Mi infancia ya es parte de mi presente y, por supuesto, yo era un gran jugador de fichines”, evoca Aznar. “Siempre me inspiraba mucho la música que tenían; desde hace años quería hacer un juego así.” En la banda sonora de Electric Gigolo, de hecho, parecen subyacer rezagos de series televisivas de los ‘80. “Suena a banda de sonido de película de bajo presupuesto, como las de John Carpenter –reconoce–, y le metí cosas de las cortinas de series de TV, en particular de Lobo del aire. En algún momento hasta pensé en que la música fuera en 8-bits, como las consolas familiares; aunque deseché esa idea. En ese sentido, la banda sonora del juego no es purista.” Tampoco es purista la temática motoquera, ya que, en realidad, Julián nunca anduvo en moto: “Necesitaba algo así para la tapa, una imagen clásica, como la idea del motociclista nocturno, que estaba rondando en mi cabeza desde hacía varios años”.

En este contexto de multiplicidad de formatos, la versión en vinilo de Electric Gigolo, editada originalmente por el sello estadounidense Nyte Traxx, invita la duda: ¿fetiche o producto para la cartera de la DJ y el bolsillo del DJ? Responde Aznar: “Desde el sello estaba pensado para el mercado DJ, por eso querían poner la versión original y tres remixes en un sobre. Pero, para mí, era fetiche 100 por ciento. Yo necesitaba que fuera un producto interesante y atractivo para mí, y para mis amigos coleccionistas. Así es que luché para que tenga tapa, para mí algo casi tan importante, o quizá más, que el contenido. Y en vez de llenarlo de remixes, decidí que el lado B tuviera versiones como del soundtrack de una película, con tracks de suspenso, de acción, momento romántico, etcétera. Lo planteé igual que todo lo que hago: una obra de arte pop”.

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