Ediciones en CD y DVD llaman la atención del ojo rockero a un fenómeno colaborativo, el crowdfunding o financiamiento colectivo. Ya Flopa y Ariel Minimal se adelantaron cuando en mayo editaron La piedra en el aire, cuya fabricación fue financiada por seguidores que compraron el disco en forma anticipada, incentivando una dinámica de relación entre los artistas y su público sin necesidad de intermediarios. Ahora el sello Ultrapop rediseñó su sitio para convertirse, al menos temporariamente, en la vía de acceso para conseguir los nuevos materiales de Richard Coleman, Daniel Melero y Panza. Coleman ya concretó lo necesario para la edición de su álbum A Song Is a Song Vol. 1. Melero anunció la caja Cuadro, que incluye la reedición de sus discos Cámara, Rocío, Piano y Techno, cada uno con material inédito extra. Y Panza prepara el DVD doble en vivo (más CD), Big Bang Panza, para septiembre. Todo, bajo el mismo concepto de financiamiento colectivo.

Entre los sitios que prestan este servicio en el país (Tumecenas.com, Proyectanos.com, Bananacash.com.ar), Idea.me logró afianzarse en su primer año como “primera plataforma regional” del formato, asegura Pía Giúdice, directora de Alianzas y Comunicación del sitio con presencia en la Argentina, Chile, México, Uruguay y Brasil. Tanto en Idea.me como en el resto de las plataformas, las personas, o “creadores”, presentan ideas que necesitan financiamiento, mientras que otras, “colaboradores”, descubren, comparten y las financian a cambio de recompensas, si el proyecto tiene éxito.

Pía comenta que éste fue un año de aprendizaje para Idea.me y desarrollo de criterios como la política del 10 por ciento. “Veíamos proyectos que se quedaban en un 2 o 3 y no superaban esa marca. Entonces definimos que los proyectos tenían que pasar el 10 (de su objetivo de financiación) para que sean vistos por toda nuestra comunidad. Recién ahí difundíamos”, explica.

Durante su primer año, Idea.me recibió más de 2300 ideas, de las cuales se iniciaron más de 250. De ellos, 110 superaron el 10 por ciento de financiamiento, fueron compartidos en general, y 55 superaron con éxito su objetivo. La primera idea exitosa fue la del diseñador gráfico y dibujante Paio Zuloaga, quien consiguió editar su primer libro compilatorio del blog Cada día una copita, lugar donde postea sus dibujos desde 2008: “Me llamó la atención que gente que uno no conoce pueda bancar un proyecto personal”.

El fotógrafo argentino Ramiro Chaves lleva diez años en México. Su proyecto, Miramar, fue el más rápido en llegar al éxito de financiación: sólo 24 días de los 55 que marca el plazo. Su intención era “exponer 25 fotografías color en un espacio público de la localidad de Miramar en diciembre”. Desde el aeropuerto de Merida, Yucatán, Chaves coincide con Zuloaga en que la difusión es clave para el triunfo de un proyecto. Incluso se planteó una conducta con respecto a su actividad en las redes sociales: “Tenía una especie de plan de postear tres veces al día”.

Para Pía, el crowdfunding facilita mucho más que la interacción entre el artista y las personas interesadas en su obra. “Gracias a la difusión, los artistas son presentados ante toda una comunidad que quizás antes no los conocía. Una comunidad ávida de novedades, de descubrir talento emergente, de participar en procesos creativos.” Y Chaves agrega: “Es la forma en la que podrán darse muchísimos intercambios económicos en el futuro. Y un aporte social increíble: es aceptar el efecto transformador de las redes”.