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Jueves, 29 de noviembre de 2012

SCOTT STAPP, VOCALISTA DE CREED, A DIEZ AñOS DEL DISCO WEATHERED

“Es mi bebé, lo adoro”

Sólo hay dos opciones frente al imperioso recital del cuarteto en el estadio Malvinas Argentinas: dejarse convencer, ir e invocar a la suerte o esperar a que alguien vaya, lo disfrute y cuente lo maravilloso que fue.

 Por Yumber Vera Rojas

“Estoy muy contento con este viaje a la Argentina. Sé que el público de allá es muy pasional, al igual que el sonido de Creed. Así que no me cabe la menor duda de que nos llevaremos muy bien. Estableceremos una estupenda relación”, se atreve a afirmar Scott Stapp, vocalista y mandamás de la agrupación de post-grunge de Tallahassee (Florida), quien se encuentra al otro lado de la bocina. “Es un gran deseo, desde hace muchos años, tocar en Buenos Aires. Estoy seguro de que será una experiencia inolvidable porque la audiencia argentina vive la música de una forma única. La siente, la disfruta y deja que lo envuelva. Quizá suene muy zarpado, pero estoy confiado de que brindaremos un show de rock único. Nuestras canciones lo dejarán en evidencia.” Luego de mandarse semejante venta, y además en sintonía con la intensidad de cada una de sus frases, sólo hay dos opciones frente al imperioso recital del cuarteto en el estadio Malvinas Argentinas: o dejarse convencer, ir e invocar a la suerte o esperar a que alguien vaya, lo disfrute y cuente lo maravillosa que ha sido la vuelta a los escenarios de una agrupación que desde el vamos, en 1995, nunca fue amiga de los grises: se le aprecia o se le repudia.

–En 2003, Creed transitó esa instancia conflictiva de los proyectos grupales en la que es imposible seguir sosteniendo el emprendimiento musical. ¿Por qué decidieron reunirse seis años después, y salir de gira?

–Hay muchas respuestas para esa pregunta; pero, básicamente, lo que queríamos era estar juntos y seguir haciendo música. Esa fue la principal motivación para nuestra reunión, además de la manera en que la gente nos seguía demostrando su cariño hacia nosotros y su aprecio por nuestras canciones.

–Tras esa vuelta lanzaron el disco Full Circle (2009). ¿Pensás que ese disco sostiene el sonido característico de la banda?

–Sin duda. Si bien fue un disco al que le pusimos empeño, muestra al mismo tiempo nuestro crecimiento. Estuvimos muy atentos a todos los detalles en el proceso de producción. Sin embargo, aunque parezca que estaba todo pensado, es un álbum cuyo concepto surgió orgánicamente. Aprovechamos al máximo el momento de inspiración.

–El año pasado se cumplió la primera década de la aparición de Weathered, un trabajo soberbio que denotaba en su momento la consistencia de la propuesta del conjunto. ¿Qué valor le das entre todas las producciones de Creed?

–Es mi bebé, lo adoro. Estoy muy orgulloso de ese disco, a pesar de todos estos años, pues, como bien lo señalaste, todavía contiene la identidad musical de la agrupación. Es uno de los mejores que hicimos a lo largo de nuestra trayectoria. Es muy auténtico, etéreo y sublime, al tiempo que nos permitió explorar muchos elementos.

–Por acá estuvo recientemente Dinosaur Jr. Si bien proceden de épocas diferentes del grunge, ellos como pioneros y ustedes como activistas de una nueva generación, lo que los aúna es la pasión por el sonido descarnado del rock. Sin embargo, el trío de Amherst no se hace cargo de esa etiqueta. ¿Qué pasa entonces con ustedes?

–Inicialmente, tampoco me siento identificado porque las etiquetas te enclavan en una época, en un estilo, y siento que Creed, al menos musicalmente, ha evolucionado. Entiendo que nos llamen así, y no puedo hacer nada al respecto. Pero estamos en otra onda, lo nuestro es simple y llanamente rock and roll. Somos cuatro chicos que representamos bastante bien esa expresión, a pesar de que pueda sonar primitivo. Y es que esto sólo se puede llevar adelante con guitarra, bajo, batería y mucha pasión. Eso es muy emocional.

–Otra de las características de la banda son sus temáticas cristianas, luego de que abrazaras la fe. ¿Por qué lo hiciste?

–A través de la fe y de Dios pude superar todos los desafíos a los que todos los seres humanos nos enfrentamos. Comprendí que las mismas frustraciones, dolores y angustias también les pasaban a otros seres humanos. Así que, de esa manera, pude trascender. No me interesa mucho cómo los demás lo lean sino que, básicamente, ese hecho significó una revolución que me ayudó a descubrir quién soy y la razón por la que me encuentro en el mundo en este momento. Así que estoy profundamente agradecido hacia ese hecho y, con el tiempo, muchas cosas se fueron clarificando y me permitieron comprender un montón de situaciones que en otros momentos de mi vida no entendí muy bien por qué sucedían.

–Aunque el rock siempre incitó a los seguidores del género, al menos en Estados Unidos, a que votaran en las elecciones presidenciales sin importar por cuál candidato, ¿esta vez la escena de tu país bancó a Obama?

–No lo sé, no sé qué pensaron en el resto del país. Creo que lo mejor que puede hacer el rock and roll es aupar el voto, pero no tomar partido.

–¿Para cuándo el nuevo disco?

–No lo sé aún. Por ahora, estamos componiendo las canciones; y ya que hablaste de “mi bebé” (N. de la R.: se refiere al disco Weathered), me parece que el sonido va por ahí. Conectamos muy bien, y evolucionamos. Es un rock and roll excitante.

* Creed actuará hoy en Buenos Aires, por primera vez, en el estadio Malvinas Argentinas (Gutenberg 350).

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