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Jueves, 9 de mayo de 2013

LA DRAMATURGIA VOCAL DE JESSICA PINKUS

Hoy ya no soy yo

En su segunda obra, la joven autora, docente, cantante y psicoanalista regresa a la eterna e incómoda pregunta sobre la identidad en la juventud.

 Por Brian Majlin

¿Quién soy? ¿Cómo soy? ¿Qué soy? ¿Por qué soy? Las eternas, cíclicas, inevitables preguntas por la identidad. Las que todo joven –acaso toda persona– se hace setenta veces antes de dormir, quinientas frente a un espejo y mil al elegir sus pares, sus referencias. Y es, también, lo que se desprende de la puesta en escena de Propios: Sonografías de un nombre, obra coral que estrena este jueves 9 y estará todo los del mes a las 21 en el Centro Cultural Ricardo Rojas.

Hay nueve cuerpos desfilando por el escenario (Karen Dunker, Ramón Ferreri, Lola García Garrido, Marianela Linsalata, María Luz Morcillo, Analía Panigutti, Emilio Pappolla, Gabriel Sánchez, Nadia Villanueva). Cantan como ángeles y demonios; con sus incertidumbres a cuestas y una sola certeza: son como se llaman y como han vivido. Estos actores y cantantes –¿cantactores? ¿qué son?– interpelan con sus juegos corales. Con sus deslizamientos agazapados o bruscos, con su búsqueda permanente. En suma, en este acontecimiento artístico –con la multiplicidad disciplinaria que invoca– hay una apuesta por interpelar al espectador.

La obra sale de una búsqueda. La directora, Jessica Pinkus, explica: “Es mi necesidad de narrar, con la particularidad del género que exploro, preguntas de índole humana. En un género difícil de encasillar y que he dado en llamar dramaturgia vocal, dado que termina armando texto teatral partiendo de canciones e interviniéndolas vía un elenco de cantantes”.

Pinkus también se ha formado –y forma– en múltiples disciplinas. Es profesora de canto, docente universitaria y psicoanalista y, como tal, utiliza en el formato artístico la indagación del analista. Ya lo decía Sigmund Freud: “Sólo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio”.

Es su segunda obra. La primera, que también estuvo en el Rojas, pero en 2011, se llamó Anónimos. Las diferencias y vinculaciones saltan a la luz desde el mismo nombre. Aunque difieren en la estética y en la composición –en aquélla eran canciones anónimas y aquí son contemporáneas elaboradas especialmente por Gabo Ferro y Xoel López– “ambas partiendo de guiones disímiles, ponen a jugar preguntas que nos atraviesan a todos, independientemente de la época”, explica Pinkus. “La identidad está ligada a la verdad y en el proceso de composición de la obra, siempre trato de que el elenco ponga a jugar lo propio, en este caso partiendo del nombre.”

El desarrollo escénico de Propios llena la cabeza –el cuerpo, el alma– de preguntas. No hay forma de quedarse quieto ante tal avasallamiento de la identidad. El repaso de la propia historia emerge a medida que las canciones-textos avanzan. Está en sintonía con la humanidad, con la necesidad juvenil y vital de preguntarnos. Pero hay otra búsqueda más, meta actoral si se quiere: crear un espacio, una compañía artística para jóvenes que, partiendo de su formación vocal, puedan encontrar otro espacio para desarrollarse, indica Pinkus, “no quedando destinados únicamente a los formatos de recital o “comedia musical”.

* Jueves de mayo en el Centro Cultural Ricardo Rojas (Corrientes 2038). A las 21.

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