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Jueves, 17 de abril de 2003

“24 HOUR PARTY PEOPLE”, O LA SEGUNDA FUNDACION DE MANCHESTER

La dicha en movimiento

La película cuenta el nacimiento y apogeo de una escena musical clave en las décadas del ochenta y noventa. Del punk al acid-house, todo lo que pasó, está contado en el finísimo límite entre ficción y realidad. De eso se habla en estas páginas. Como bonus, una pequeña guía de diez películas imprescindibles de ver en el Festival de Cine Independiente.

TEXTOS: MARTIN PEREZ

lSegún cuenta la leyenda, el primer show de los Sex Pistols en Manchester no fue precisamente un éxito. Había allí apenas unas decenas de personas. Cuarenta y dos, según la versión de recuento más difundida. Veintisiete, según recuerda Tony Wilson en el site oficial de 24 Hour Party People, la película de Michael Winterbottom que se perfila como una de las perlas del Festival de Cine Independiente que ayer comenzó.
Más allá de las precisiones, el punto es que eran pocos. Pero, como suele suceder con los momentos históricos, esos pocos fueron los que comenzaron todo. Y al decir “todo”, la referencia es que fue la chispa que convirtió, en el transcurso de las dos décadas siguientes, a la aislada Manchester en un sitio clave del rock anglosajón. “Ahora que es una ciudad musical internacional, es fácil olvidar lo aislada que era entonces”, escribió el periodista inglés Jon Savage en el prólogo de Touching from a Distance, la emocionante biografía de Joy Division y de Ian Curtis escrita por la viuda del cantante. Y agrega Savage: “Manchester era un medio ambiente sistemáticamente degradado por la revolución industrial, atrapado en un paisaje de lomas bajas, con la alienación como único escape posible”. Semejante panorama no hace más que dejar en evidencia que Manchester era el lugar indicado para que se multiplicara el contagioso virus mutante de la música punk. Tal como dice el falso Tony Wilson que protagoniza el film de Winterbottom: “No éramos muchos, es cierto, pero tampoco había mucha gente en La última cena”.
A la hora de sentarse a ver el film de Winterbottom que recorre el mito de Manchester desde la muerte del punk hasta el final del acid-house, es ejemplar la forma en que retrata aquella iniciática noche del 4 de junio de 1976 en el Lesser Free Trade Hall de Manchester. Porque la reconstrucción de la escena ocurre con los verdaderos Sex Pistols, en ese show. A partir de una filmación en Super 8 del verdadero recital, Winterbotton colocó en su sitio a todos los protagonistas del mito. Y, por último, hizo que su protagonista –un Tony Wilson totalmente consciente de que está en un film, y que habla a cámara casi todo el tiempo– los fuera presentando uno a uno. Allí están quienes serían los Buzzcocks, con Howard Devoto a la cabeza, y también quienes serían Joy Division. Ah, y también entra en la estampita Mick Hucknall, quien aun mucho tiempo más tarde formaría Simple Red –tal como dice el Wilson de la pantalla– como si el punk no hubiese sucedido. Pero la verdadera comprensión de semejante escena sólo es posible con los Sex Pistols en pantalla.
“Una de las primeras cosas por las que nos preocupamos es que el film fuese una celebración tanto de la época que retrataba como de sus protagonistas”, explicó una y otra vez Winterbottom, hablando de su film. Fanático de directores como Linsday Anderson e Ingmar Bergman –uno por su rebeldía, el otro por su independencia–, Winterbottom corrió detrás de ambos antes de comenzar a hacerse un nombre propio dentro del cine británico. Trabajando en una película tras otra desde su debut a mediados de los noventa, y capaz de cambiar de registro y de género con mucha facilidad, Winterbottom es conocido por films como Wonderland o Welcome to Sarajevo. Y su último opus, In this World, acaba de ganar el Oso de Oro en el Festival de Berlín, contando la historia del viaje ilegal de dos niños afganos hasta Londres. 24 Hour Party People es la escala previa en su filmografía, con la que compitió el año pasado en Berlín, sin demasiada suerte. Tampoco la tuvo en Inglaterra, donde el film fue algo maltratado por la crítica y menospreciado por el público. Un detalle que fue subrayado en las críticas generalmente favorables y laudatorias que la película recibió al estrenarse en los Estados Unidos. “Todo el film es una acumulación de mentiras, ¿se dan cuenta de eso, no es cierto?”, ha dicho también una y mil veces Tony Wilson, el fundador de Factory Records, el sello de Joy Division, New Order y Happy Mondays, centro del fenómenoManchester. “Pero el milagro es que aún a pesar de eso se las ingenia para contar toda la verdad sobre el punk, el acid-house y toda la historia de Factory.”
“Cuando me subí al primer tren con destino a Manchester para comenzar la investigación previa a la escritura del guión, pensaba que tal vez habría que centrarse en la historia de Ian Curtis. O sino en la de Shawn Ryder”, cuenta el guionista Frank Cottrell Boyce en una entrevista presentada en el site oficial del film. “Pero apenas conocí a Tony me di cuenta de que él era el hombre indicado para contar, a través de él, no una sino dos revoluciones musicales.” Avergonzado y halagado al mismo tiempo por la decisión tomada, Wilson asegura que intentó hacerlos cambiar de opinión, pero que se rindió cuando Steve Coogan –el actor que lo interpreta en el film– comenzó a reunirse largamente con ellos. “Yo fui el que tuvo la idea de que el personaje de Wilson debía hablarle a cámara”, le explicó Coogan al Village Voice, con Wilson presente en la entrevista. “No me podía imaginar a Tony Wilson en una película sin saber que, efectivamente, estaba formando parte de una película.”
24 Hour Party People es un film de rock que quiere ser, de verdad, un film de rock. O, al menos, no quiere ser decididamente un film a secas: poco hay de tradicional en su forma y contenido. Su único gran drama es el artístico: más allá de eso, es un maravilloso rejunte de anécdotas, explicadas aquí y allá por sus protagonistas. Es decir, por el actor que interpreta a su verdadero protagonista. Muchas de ellas desmentidas inmediatamente por sus verdaderos protagonistas. Como cuando el reclusivo Howard Devoto en persona aparece en pantalla para desmentir el haber tenido sexo en el baño de un club con la mujer de Wilson. Verdadera celebración de su época y su música, 24 Hour Party People es como un documental actuado, tan libre y jocoso que se permite hasta una aparición final de Dios, echándole en cara a Wilson el no haber firmado a los Smiths. Con lo que queda claro cómo es que un atado de mentiras puede ser, también, absoluta verdad.

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