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Jueves, 16 de enero de 2014

VOCALOID, LA EVOLUCIóN DE LOS íDOLOS ENLATADOS

Canción animada

Un software que pone voz artificial a canciones generó un monstruo pop que suma 2 millones de videos, Miku Hutsene. Ahora llegó la vocaloid latina.

 Por Stephanie Zucarelli

Si los amantes de la ciencia ficción están decepcionados porque todavía no existe la hoverboard de Volver al futuro, pueden encontrar consuelo en que la industria japonesa, una vez más, adelanta unos pasos hacia un futuro asimoviano. En este caso con Vocaloid, el programa que permite a los usuarios darles una voz artificial a las letras de sus canciones: cada programa consiste de una biblioteca repleta de sonidos con diferentes registros y efectos. ¡Es casi como comprarse un cantante en una caja!

Fue en esta instancia que los japoneses cayeron en la cuenta de que lo único que necesitaban de un ídolo pop era ese carisma especial, sin ser propensos a cualquier colapso psicológico. Así que pusieron al factor humano por detrás de una computadora y a la más pura personificación de la belleza industrial, zamarreándose arriba de un escenario. De esta forma nació Miku Hatsune, muchacha virtual que le dio rostro al lanzamiento de uno de los programas de Vocaloid 2 y dejó al mundo con la boca abierta: a sólo 10 días de haber sido presentada, las ventas sobrepasaron las expectativas, generando más de 57 millones de yenes –alrededor de medio millón de dólares– de ganancia. Y como precisaban que el diseño no fuera solamente un dibujito lindo, Vocaloid se convirtió en “cosa pública” con la integración del software Miku Miku Dance, donde los usuarios tuvieron acceso a crear sus propias coreografías animadas y subirlos a la red.

Producto del trabajo de miles de sus fans, Miku Hatsune es el icono pop del siglo, con más de 2 millones de videos en todo YouTube y NicoNico (el YouTube japonés). Aparece en todos lados: desde publicidades de autos Toyota, cameos en series orientales, occidentales y videojuegos; tiene su propia línea de indumentaria y álbum musical. Y no se puede no mencionar que su imagen está en varias sondas espaciales de... ¡la NASA!

Lo único que faltaba es hacer a Miku y a los diseños posteriores del programa algo tangible. Gracias a una tecnología parecida a la que revivió a Tupac para el Coachella 2012, y que nació con los músicos animados de Gorillaz, los cantantes de Vocaloid ya son un clásico en los multitudinarios recitales nipones Animelo Summer, donde asisten anualmente alrededor de 27 mil personas. Para ponerlo en términos nacionales: son un software de síntesis de voz y una imagen animada que llenarían todos los años casi tres Luna Park, sin contar los recitales hechos en Taiwan, Singapur, Francia, el Reino Unido y Estados Unidos.

Y como todo éxito comercial, los desarrolladores no paran de crear nuevos personajes que trasciendan la barrera cultural: fue a mediados de diciembre del año pasado que nació Maika, la primera colonizadora Vocaloid latina. Contando con covers de Paulina Rubio y Natalia Oreiro, la nueva “idol” consiguió en un mes tener aproximadamente 57 mil videos propios con diferentes temas gracias a todos sus fans. A riesgo de perturbar la paz del espíritu de Pappo, quien brindara para que “la música en vivo tocada por seres humanos triunfe”, el éxito internacional de Vocaloid lleva a una única conclusión posible: la evolución de los ídolos enlatados se convirtió en una nueva senda en la música.

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