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Jueves, 5 de marzo de 2015

LOS FUTUROS #21: RAE MORRIS

La chica de al lado

La inglesa suena a Adele y Lorde en una sola persona.

 Por Lucas Garófalo

Blackpool es una ciudad costera de Inglaterra que, a diferencia de Liverpool (40 kilómetros al sur) o Manchester (60 al sudeste), tiene una historia musical prácticamente nula. Quizá por eso Rae Morris se sorprendió el día que puso la tele para ver a Jools Holland en la BBC, y se encontró con Karima Francis, una vecina, tocando en el programa. Rae tomaba clases de piano desde los 4, pero recién en ese momento, a los 17, sintió que la música podía convertirse en una buena manera de ganarse la vida. Apenas pudo, fue a ver a Karima en vivo. La conoció, le gustó y se pusieron de novias. Le pidió algunos consejos para escribir canciones. Y arrancó.

Rae dice que no sabe si es gay y tampoco le importa. Su relación con Karima –que duró dos años– fue la última que tuvo con una mujer. En esa época ella solía estar rodeada de hombres, debido a su trabajo como mesera en el bar del Blackpool Football Club, un equipo de la segunda división inglesa. Pero el fútbol no le interesaba, así que cuando cumplía su horario laboral se iba a otros bares de la zona, donde cantaba baladas de piano y voz que hacía con ayuda de su novia.

Sean McGinty, un conductor de radio de la BBC, la vio en uno de esos bares y la recomendó para que tocara en el escenario de su emisora en los festivales de Reading y Leeds. Inmediatamente le llegaron ofertas de sellos importantes. Los directivos de Atlantic Records la convencieron de que la suya era una carrera para ir desarrollando de a poquito, y Rae, que tenía apenas 18, estuvo de acuerdo. Firmó.

Durante casi cuatro años, Rae fue encontrando su estilo, que mutó hacia un sonido levemente más electrónico. Descubrió a Feist y a Kate Bush y se dio cuenta de que podía aprovechar mucho mejor el enorme caudal de su voz. Salió de gira como soporte de Bombay Bicycle Club y aprendió a moverse sobre el escenario. Entonces estuvo lista para grabar su debut. Viajó a Los Angeles (donde por primera vez vio un cielo despejado: en Blackpool todos andan con una nube negra sobre la cabeza) para encontrarse con Ariel Rechtshaid, el productor de Vampire Weekend, y juntos le dieron forma a Unguarded, disco que acaba de salir: suena como si Adele y Lorde fueran la misma persona y va a estar en las radios locales más temprano que tarde.

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