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Si bien es imposible (o al menos dudoso) definir una estética del cine independiente argentino, sí se puede hablar de una serie de trastornos en común. Los directores –adheridos a una política casi siempre involuntaria del tipo “hacelo vos mismo”– se las arreglan para rodar más o menos lo que les dé la gana. Pero la cosa se complica cuando la obra se convierte en producto y el destino comercial se decide en un fin de semana de competencia. El Festival de Cine Independiente Argentino, organizado por la agrupación de directores y productores PCI, pretende empezar a discutir asuntos como distribución y exhibición de películas nacionales “no industriales”, que por lo general no resisten más que un par de semanas en cartel. “Las condiciones en que se exhiben estas películas son las mismas que las megaproducciones: el mismo precio, las mismas salas, la misma rotación. Es una competencia muy desigual”, señala Juan Villegas, director de Sábado, una agradable sorpresa del 2002. “Se resuelve la suerte del trabajo de un año en un fin de semana. Una situación bastante dramática.” La PCI sugiere, por ejemplo, disminuir la cantidad de exhibiciones por semana (y, por ende, alargar su permanencia) y oficializar espacios alternativos de exhibición (basándose en la experiencia alentadora de Balnearios en el Malba). Los directores agrupados convocaron a unas jornadas de trabajo para septiembre y octubre, ya acordadas con las autoridades del Incaa. “Nos interesa que se discuta el tema –dice Villegas–. Hay que empezar por aceptar que el problema existe. Creemos que este festival va a demostrar que hay un público para estas películas y que mucha gente no pudo verlas en su momento por el poco tiempo que estuvieron en cartel.” Se verán 22 largometrajes, entre pequeños clásicos del último tiempo (Pizza, birra, faso, La ciénaga), cuatro preestrenos -Ana y los otros (foto), Bonanza, El juego de la silla y Modelo ‘33– y otras películas que, casi siempre sin ninguna clase de subsidio, reconstruyeron el imaginario y la identidad del cine argentino en el mundo.

P.P.
El festival “Viva la Independencia” comenzó ayer y seguirá hasta el 3 de agosto en el cine Atlas Recoleta (Guido 1952), con cuatro funciones por día durante cuatro fines de semana. Las entradas valen 3,50 pesos.