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Jueves, 21 de mayo de 2015

SIGUEN GIRANDO...

Longchampions

Desde el conurbano sur, dos notables discos enlatados.

 Por Santiago Rial Ungaro

Lata y corazón (El Mito de La Reynolds, Compacta Discos) “Vos compraste una ficción de la cual yo no entiendo nada, porque yo vivo en el sur donde el sonido de las calles y sus seres hoy en día me conmueven”, dice Diciembre, de esta banda liderada por Leandro Tognola. También de Longchamps (que no sólo vive del boogie) y también con la lata como packaging llega el debut de esta interesante banda que busca el vuelo conceptual: Lata y corazón cuenta en diez canciones la historia de la gestación de los partidos del conurbano sur, con la mítica influencia anglosajona que desde el ferrocarril y la música marcó la identidad de la zona. Paisajístico y cancionero, místico y costumbrista, El Mito de La Reynolds (que curiosamente omite la existencia de otra banda mítica con similar nombre, La Burt Reynolds Ensamble) logró en este disco coproducido por Matu BK un discreto manifiesto más cercano al pop zonal que al rock barrial, con las canciones acústicas y los sintes logrando un sonido clásico y moderno, con la agricultura y la historia local como tema.

Sensible (Celos, Fax) “Los celos son una respuesta emocional que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera propio”, dice Wikipedia, y de esa inflamable sustancia emocional está hecha la música de Celos, sorpresa sensual, demandante y peligrosa que llega desde Longchamps en lata. Acompañadas en bajo y teclados por Juan Manuel Posse Anchorena (ex Copiloto Pilato) y en batería por Juan Rivas, las canciones de Magalí Visconti (ex guitarrista de Las Cancheras) son vivo ejemplo de que ninguna clase de amor es mejor. “Bajo unos arcos góticos y oscuros pensé en nosotros, que hemos construido una cosa inmortal y puesto en torno los deseos frenéticos e impuros”, canta, poniéndole el cuerpo a amores entre chicas que sólo quieren divertirse, búsquedas de respuestas artificiales y ofrendas hechas con los cables cruzados en un embriagante y original cóctel, con las melodías siempre en primer plano y una buena producción de Emiliano Martinelli. Entre los Ratones Paranoicos, el post punk y el pop más exquisito, puede que estas canciones sólo te pongan celosa o celoso, sí, pero te gusta.

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