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Jueves, 30 de julio de 2015

FUTURO: UNA OBRA, UN ENSAYO, UN RECITAL

Le gusta el arte, todo tipo de arte

A la vez borgeana, experimental y posmo, la producción de Mariano Tenconi Blanco se destaca por los interrogantes que abanica.

 Por Brian Majlin

María Canale, Martina Juncadella, Manuela Vecino y Violeta Castillo se maquillan entre pasillos y camarines de la Sala Alberdi del Cultural San Martín. En apenas 60 minutos encarnarán a la banda The Fiction, con la que darán un concierto de rock, harán una obra de teatro y, a la vez, sostendrán un ensayo de arte. Futuro, la obra que contiene ese cúmulo de búsquedas experimentales, invita al espectador a sumirse en la profundidad de las preguntas y las dudas: ¿qué es el arte?, ¿para qué es?, ¿hay algo nuevo o todo está hecho?

Localizada en una invisible Nueva York en 1999 –“Pero podría ser en Oslo”, aclara el dramaturgo y director Mariano Tenconi Blanco–, refleja una serie de ensayos de la banda The Fiction, formada por talentosas músicas en la punta del éxito, grabando Futuro, su segundo disco. Son ocho canciones –compuestas y arregladas por Ian Schifres– que marcan el tempo de la escena, y las preguntas por el éxito y el oficio de artista también sobrevuelan.

Los ensayos se sucedieron cinco días a la semana por cinco meses, algo inusual en el teatro independiente, que suele hacerlo de modo más dilatado y disperso. Ese ritmo en el proceso creativo, “normal” para el director, dejó su impronta en el resultado y en las intérpretes.

Canale: Fue agotador, meteórico, pero fue muy bueno, profundo y minucioso. Había metas y plazos y eso nos enfocó.

Castillo: Estuvimos muy a full, había que ensayar temas que no son fáciles, más allá de que seamos músicas, que tienen armonías y ejecución difícil. Fuera de los ensayos también estábamos laburando para la obra, tomando clases, buscando entender la obra, el personaje. Nos absorbió por completo.

“Tener una fecha de estreno nos re ponía en una que había que meterle sí o sí”, remata con simpleza Vecino, la única que nunca se había subido a un escenario, ni como música ni como actriz. “Había que dormir bien, comer bien, concentrarse”, describe Canale. “Hasta dejé las harinas y el alcohol”, testifica Castillo. Se lo tomaron en serio, añaden. El arte es algo serio, parecen decir.

¿Qué resultó más desafiante: actuar o tocar?

Canale: El desafío fue el cambio de chip o juntar ambos, pasar de actriz a música en medio de la escena y después volver. Hacer esos saltos y que sean fluidos fue lo más difícil.

Juncadella: Yo tuve que aprender a agarrar el bajo como bajista y no como yo. A ser más canchera y trabajar escénicamente eso.

Con notable ascendencia borgeana, Futuro pretende acceder a lo nuevo, al arte de vanguardia, a través de la sucesión de citas y la mezcla de mensajes de la cultura pop y del más encumbrado debate académico de arte. Desfilan citas de Duchamp con alusiones a Los Simpson en plan collage futurista. Una experimentación que los autores e intérpretes resumen en tres estamentos: una obra de teatro, un ensayo de arte y un recital de rock. Futuro es un estado de reflexión permanente: intenta no suturar del todo la pregunta sobre si el arte sirve para algo. La metarrespuesta, más allá de las preguntas que explicita, dice que sí: el arte es reflexión permanente.

“Cuando la leí dije ‘ufff, qué pesadas estas pibas, son unas snobs bárbaras’. Después entendí que es así la propuesta, cita-cita-cita, referencia”, esgrime Castillo, mientras Canale busca palabras para lo que es solo inquietud latente: “La música es imbatible y llega. Más el rock y el pop. Al carecer de conflicto dramático claro, esto es un estar y un preguntarse. Es atrevido ponerlo en escena. ¿Cómo se pone una pregunta en escena y se mantiene la comunicación con el espectador sin que caiga?”.

¿Y cómo las afecta esa reflexión permanente?

Castillo: Todavía no llegué a una conclusión certera, pero me hace preguntarme y reflexionar. Con mi nuevo disco voy a ciegas porque se me instaló esa idea de que todo está hecho, nada es nuevo y que todo es un pastiche y un collage.

Muy borgeano todo...

Vecino: Esas preguntas, qué es lo nuevo y qué es hacer algo nuevo, estuvieron todo el tiempo en el proceso creativo.

Canale: Como seres humanos somos un proceso de reescritura, pastiche y collage.

Castillo: Es arriesgado. Hay amigos que vienen y se cagan de risa, pero otros dicen “¿Qué onda? Es re pretencioso”. Porque podés generar un montón de preguntas en la gente o nada. Y es arriesgado.

Juncadella: La obra tiene mucho de enunciación. No lo intelectualizo, como actriz me resuena mucho más cuando la sucesión de escenas lleva a que la pregunta se materialice. Si hacés una pregunta, es muy difícil llenarla con un cuerpo.

The Fiction es, precisamente, una ficción. Sin embargo, ríen cuando se les consulta si pensaron en seguir tocando juntas. No lo saben, aunque parece divertirlas. De todas formas, grabarán el disco Futuro, que aparece inquietante. La apuesta responde a un interés de Tenconi Blanco. “Cuando suele haber una banda en una obra de teatro, no toca o toca mal. A mí no me interesaba que la obra tuviera conflictos costumbristas, sino que me interesaba que el conflicto, por así decirlo, fuera la estética, entonces era central que ellas tocaran bien.”

* Jueves 30, viernes 31, sábado 1º y domingo 2 en Sala Alberdi, C.C. San Martín, Sarmiento 1551. A las 21.

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