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Jueves, 28 de julio de 2016

WALTER LEZCANO PUBLICó WORKING CLASS HERO

“Cada cual tiene su táctica de supervivencia”

Docente, escritor y periodista, el hurgador de historias acepta el error en la copia a los ídolos como llave de un estilo propio.

 Por Julio Nusdeo

En las cuadras que separan el Instituto Vitra de la pizzería a la salida de Constitución, Walter Lezcano descuelga su rol de docente, recuerda que escuchó The Cramps por su amigo Sebastián Planes y la charla se mueve del rock primitivo a la contracultura, los riesgos artísticos y la idea de que el punk le pertenece a la historia universal, por lo que Edgar Allan Poe, Henry Thoreau y Roberto Arlt, entre incontables hurgadores en el inconformismo, son altos punks.

En esa línea, el camino de Lezcano –y cómo dio con la literatura y luego con su propia voz al escribir– combate el status quo y destella, lleno de heridas más y menos cicatrizadas, en el cuerpo de un escritor y periodista alzado en el conurbano. Un extracto de su poema Servicio meteorológico, incluido en el reciente Working Class Hero, baja directo: “La insistencia de la lluvia es magistral. / Es una lección de narrativa. / Se metió adentro de la casa / para demostrarme / que la naturaleza es invencible. / ¿Contra quién más perdí en mi vida? / Fueron muchas veces: / ahí vienen todas esas derrotas a reclamarme atención. / Un perro que casi me deja sin costilla. / Una lista interminable de padrastros psicópatas. / Una pibita caída del cielo que siempre me decía NO. / Una serie de trabajos desafortunados. / Un apéndice averiado que estuvo a punto de quitarme la vida. / Una heladera vacía. / Y así hasta pasado mañana”.

Tras la etapa catártica de una adolescencia en la que leyó todo lo que encontraba, absorbiendo la biblioteca que uno de sus padrastros tenía “para aparentar”, Walter hizo lo que todo artista: robó. “En literatura, yo te robo a vos la forma de expresarte, pero cuando pasa por mi filtro hay una imperfección ahí: no puedo hacerlo tal cual lo hiciste. En esa falla que hay entre lo que leí y lo que quiero expresar está lo mío. Nunca vas a escribir como Virginia Woolf, Bukowski, Kerouac, pero en ese esfuerzo que le metés a tratar de metabolizar tu robo, aparece algo súper honesto. Creo que ése es mi tono: la imperfección y la imposibilidad de copiar de forma perfecta a mis ídolos. El error termina siendo la única cosa copada.”

Working Class Hero estuvo circulando inédito y ahora sale por la editorial El Ojo del Mármol. “Siempre me interesó el mundo del dinero y el mundo del trabajo. Por oposición: los odié tanto que terminé obsesionado. Si estoy en una sobremesa y alguien habla del trabajo que hace, me interesa. Kiosquero nocturno, enfermero, oficinista, el modo en el cual la vida se soporta es lo que me interesa. Cada uno tiene su táctica de supervivencia”.

El título alude, claro, a John Lennon. Pero es polisémico: “La idea de cómo ganarte la vida, la idea del heroísmo, el tema de Hermética Gil trabajador, me pegan por muchos lados”. La obra de Walter deja en claro su resistencia al trabajo en términos burgueses, el asfixiante “de 9 a 18”. Había algo ahí en lo que valía hurgar: “Uno hace un tránsito hacia aceptar la vida del trabajo como modo de vida, y me parece que el libro es un combate contra esa aceptación natural”.

* Viernes 29/7 en la Sala Augusto Raúl Cortazar de la Biblioteca Nacional, Agüero 2502. A las 19.

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Imagen: CECILIA SALAS
 
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