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Jueves, 25 de agosto de 2016

SURFING MARADONAS

LOS TENÉS ADENTRO

Con su trilogía, los Fernández armaron un relato corrosivo y venenoso que “obliga a meterse o a irse”.

 Por Diego Fernández Romeral

Los hermanos Fernández tardaron años en descubrir que ese sonido perturbador al que se acercaban en los ensayos caseros, y que tanto los atraía, desaparecía cuando intentaban sumar otro integrante. Tenían que estar solo ellos, Esteban en voz y guitarra y Rodrigo en batería. En el verano de 2013, cuando se convencieron de que así querían sonar, nació Surfing Maradonas. “Nos mantuvimos antisociales, como dúo. Nos gusta porque rompe con el esquema típico de banda de rock. Y vimos que no nos limitaba, sino que nos daba libertad. No tenemos que preguntarle nada a nadie. Sonamos como los dos queremos”, afirma Rodrigo.

Desde entonces grabaron una trilogía de discos que mezclaron y produjeron ellos, luego difundidos por internet. Mal augurio (2013), Holocausto alienígena (2015) y el reciente Terrorismo Illuminati (2016) –con Tano Marciello de Almafuerte como invitado– conforman una historia de invasiones extraterrestres, mundos post-apocalípticos, caníbales acechantes y monstruos interiores que sacan a pasear su oscuridad. Un relato que cobra vida en guitarras y gritos corrosivos, baterías que quitan el aliento y riffs que se repiten como mantras venenosos.

“Buscamos esa cosa cruda, valvular, analógica, ahora que está todo filtrado, digitalizado, procesado, comprimido. Que vuelvas a encontrar una banda que te pegue y sientas en el cuerpo las diferentes frecuencias”, dice Esteban. “Es como una cachetada. Te obliga a meterte o a irte. No podés estar chamuyando con un trago cuando tocamos. No estamos para eso.”

Los hermanos aseguran que hace cerca de un mes terminó una etapa con la presentación de Terrorismo Illuminati en el Salón Pueyrredón y el fin de Discos Dojo, productora independiente que habían armado con bandas amigas. “Ya venía medio mal y se terminó cuando pasó lo de La ola que quería ser chau, que estaba en el sello”, dice Rodrigo en referencia a las acusaciones de abuso contra el cantante José Miguel del Popolo. Y Esteban completa: “Para la escena fue un antes y un después. Y para nosotros también. Nunca dudamos de Mailén: ella se animó a denunciar y eso es muy valorable. Aprendimos de todo, y ahora queremos llegar a lugares que suenen mejor, seguir creciendo, pero nunca dejar de hacer las cosas como queremos”.

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Imagen: Cecilia Salas
 
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