Nacido en La Plata como Santiago Freiría hace casi 30 años, Orion XL pisa una bisagra en su carrera, habiendo pasado la mitad de su vida junto al hip-hop. Eso cristaliza en Kaos & Armonía, su más reciente disco, con trece canciones obligadas a coexistir: “Algunas explícitamente políticas, otras de amor o más filosóficas, otras de alienación. La coyuntura del cambio de gobierno fue caótica, en medio de eso tratamos de generar una armonía para poder trabajar en paz”, explica.
Pero el gran cambio fue espejo del método, algo heterodoxo para los paradigmas raperos, pues muchas bases no provienen de vinilos sino de los músicos Germán Vidal, Mauro Verdi y Demian Marcelino, núcleo de Fluye, sello novel abocado a la música urbana. “Ese calor y la energía no se pueden comparar con lo digital”, cuenta Orion, que venía usando sólo pistas grabadas desde los 15 años: “Por ser un proyecto que arrancamos como renovación personal y artística, buscamos una impronta propia con la confluencia de los cuatro y pusimos en discusión cuestiones políticas y sociales porque, si bien no todos son militantes políticos, se interesan”, destaca.
Hablás seguido de “militancia”, ¿cómo se ve en tu trabajo?
– Procuramos aportar en todos los aspectos sociales posibles. La música es una herramienta que nos ayudó a tantos que hemos estado dando vueltas por la calle. De chico, conflictos familiares me llevaron a salir de mi casa por bastante tiempo: conocí vagabundos, limpiavidrios, chorros… la escoria social que andaba dando vueltas. La música me sirvió como cable a tierra y el rap me esclareció muchas cuestiones. Estamos tratando de entender desde la música que hay cánones sociales y paradigmas que son construcciones sociales y no realidades. Y por fuera de mis canciones desde hace tiempo pegué línea con los pibes de Quebracho, con quienes milité, y todavía lo hago, pero inorgánicamente. Comparto la estrategia, pero no la táctica política. Me hago cargo de Quebracho como movimiento popular, y eso me enorgullece.
¿Se paga algún precio por encarar el hip-hop de esta forma?
–Rapear en clave política es ir a contramano, porque hoy el hip-hop es exclusivamente una expresión de la industria. Si bien ha sido un rasgo característico desde las raíces, ahora está copado por la farándula y lo que venden los medios masivos: banalidades, arbitrariedades. Por otro lado, se ve mucho freestyle, pero es un circuito más púber, donde lo que atrapa es el morbo.
* Domingo 13/11 en Beatflow, Córdoba 5509. A las 19.