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Jueves, 24 de febrero de 2005

CUCHá, CUCHá › DISCOS PARA ESCUCHAR, DISCOS PARA QUEMAR, DISCOS PARA SCRATCHAR.

Cuchá, cuchá

Tanto que se habló de la calle y del rock en lo que va de este año, y de golpe aparece, con la urgencia de un prófugo escapando de la tumba, Aguante la libertad, de La Escuela de la Calle. Acá cada canción es una historia y cada historia parece haber sido musicalizada para recordarnos que más vale disfrutar de los simples placeres de la vida, y de bailar al son de la guitarra de nuestro Black Cesar y del irresistible ritmo de esta extraña Escuela. Acá hay rock latino, cumbias, ska y psicodelia, todo en plan mutante, y hasta cierto espíritu hip hopero que lleva a que aparezcan las voces del Cabra, de Quique de Rey Caníbal, de Super Orge, del Goy de Karamelo Santo, a los que se les suman otros invitados como Dj Blue, Gamexane, Leandro Maturano, Pappi o el saxo de Pablón Romagnoli. Todos pueden sumarse a esta fiesta callejera en la que hay una onda punkyreggaeparty, cierta cadencia cumbiera y en donde el humo y el aire invitan a bailar y cantar, pero con toda la experiencia que da haber ido toda la vida a la Escuela... de la calle.

Con un sonido guitarrero, furioso y lírico, los Flip Invaders (flipinvaderARROBAdelafae.com.ar) grabaron un disco debut homónimo en el que el formato clásico rockero (dos guitarras, bajo y batería) vuelve a mostrar una vez más su encanto. Guitarras levitantes y cristalinas, ritmos galopantes y “melodías que destapan los ojos” podemos encontrar en este disco que cuenta con coros de Lucas Sequeira y que respira en cada uno de sus diez tracks el placer de hacer música por la música misma.

Lo mismo se puede decir del prolífico Leo Ramella, que acaba de editar, a través del sello Casa del Puente y bajo el nombre de Emisor, Las extremidades. La electrónica tiene en Emisor a uno de sus artistas más taoístas. Entre tanto “ruidismo” con diversas excusas, los sutiles ambientes de este disco nos recuerdan las palabras de Lao Tsé: “La mayor perfección parece imperfección; para quien sabe apreciarla resulta inagotable. La mejor lograda plenitud parece vacua; para quien sabe apreciarla resulta infinita”. S.R.U.

Discos a: Suplemento No, Belgrano 673. // E-mail: [email protected]

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