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Domingo, 17 de julio de 2016

SALí

COCINA CALLEJERA

 Por Sandra Martínez

LA BROCHETTE JAPONESA

En Buenos Aires, hay una clara sobreoferta de sushi, con centenas de restaurantes especializados e infinitos deliveries a lo largo y ancho de la ciudad. Sin embargo, el resto de la rica variedad de cocina japonesa está apenas representado, en especial lo que respecta a los platos callejeros. Y esto fue lo que tuvieron en mente Sergio y Naomi, para abrir Tori Tori. La joven pareja nikkei se inspiró durante su último viaje a la tierra de sus familias, y al volver abrió el primer yakitori-ya porteño, un restaurante especializado en las famosas y deliciosas brochettes grilladas japonesas.

La variedad más tradicional es la de pollo, que en la carta de Tori Tori se prepara con carne de muslo de pollo y cebolla, y se sirve bañada en tare, una salsa agridulce con base de soja. También se puede optar las Tsukune, pequeñas albóndigas de pollo con la misma salsa. Siguiendo el camino avícola, le siguen la Kimo (de hígado de pollo) y una realizada con piel de pollo crocante, limón y sal marina. Suman opciones con lomo y bondiola, y vegetarianas con hongos o vegetales de estación. Cada brochette cuesta desde $25, hay degustación de 12 para compartir por $390 y combos (desde $180), que combinan yakitoris con acompañamientos, como ensalada tradicional o un bowl de Inaka-jiru, una suculenta sopa rústica, con vegetales asados, tofu y caldo de miso.

La carta se completa con algunos oniguiri, unas bolitas de arroz cubiertas por alga nori y rellenas con distintos ingredientes: bonito con soja, atún y mayonesa; panceta con mijo ($35). Tienen el tamaño de una empanada y también se comen con la mano. Para beber, vale la pena probar alguna especialidad acorde: sake ($80), umeshu (licor de ciruela, $90) o la Ramune, una “gaseosa de bolita” japonesa, que viene en varios sabores ($60).

Reducir el Japón culinario tan sólo al sushi es no sólo una falta de respeto, sino una tristeza. Por suerte, un lugar como Tori Tori logra, con apenas un par de mesas altas, una barra y delivery, mostrar otra cara de la moneda.

Tori Tori queda en Ecuador 1175. Teléfono: 4961-7978. Horario de atención: lunes a viernes de 19 a 23, sábados de 12 a 15 y de 19 a 23.


MATAR EL HAMBRE

En la cocina de Matambre siempre hay dos cocineras trabajando. Mientras una se ocupa del despacho del día, la otra trajina los fuegos probando recetas que combinan platos callejeros de todo el mundo, para después volcar los nuevos hallazgos en una carta en permanente evolución. Este nuevo fast food se presenta como una experiencia colectiva, con varios socios que vienen de los rubros más variados, y que se propusieron, en sus propias palabras, “ofrecer comida rica, con buenos ingredientes y al mejor precio posible”. Una combinación imbatible.

Los platos se dividen en cuatro especialidades. Entre los tacos, imposible no tentarse con el de panceta braseada, verdeo grillado y pickle de repollo ($80 dos unidades). En la sección sándwiches, recomendado el de cerdo deshilachado con salsa bloodymary y coleslaw, con generoso relleno entre sus panes caseros ($90). O, para una opción sin carnes, va muy bien el de falafel con salsa de yogurt y criolla ($85). Otro de los orgullos de la casa es la hamburguesa de tres carnes con mix de picantes, queso ahumado, relish y aros de cebolla ($85). Y, como cuarta pata, no se quedan atrás las frituras, con buena variedad de bocados para picar, desde nuggets de cerdo con avena a croquetas de arroz con curry y queso ($50), todos ideales para aprovechar el horario extendido de jueves y viernes, que invita a “ranchear” grupalmente después de la oficina, acompañando con alguna cerveza ($30). En verano posiblemente sumen alguna propuesta nocturna, pero mientras tanto, para capear el invierno, van preparando suculentas sopas del día y postres dulces, como la panacotta con frutas de estación y crumble ($50)

Juntar distintas tradiciones regionales en un único lugar implica el riesgo de perder personalidad, de perderse en un cambalache sin dirección. Por suerte, no es lo que sucede con Matambre, donde la unión logra formar algo nuevo y sabroso. Una novedad muy bienvenida en el barrio histórico de la ciudad.

Matambre queda en Piedras 672. Teléfono: 6639-9765. Horario de atención: lunes a miércoles de 12.30 a 19; jueves y viernes de 12.30 a 21.


UN CLASICO DE ALMAGRO

Justo en el centro de ese corredor pizzero que es la Av. Corrientes, que arranca con Imperio en Chacarita y termina con Las Cuartetas ya pasando el obelisco, Pin Pun, iluminada con sus luces de neón, es un bastión gastronómico porteño que mira con desdén a las modas pasajeras.

Al cruzar la puerta de vidrio, decorada con fileteados, la primera mirada puede creer que se trata de un restaurante pequeño. En el sector más cercano a la puerta reina un mostrador en L, coronado con filas y filas de latas de tomate tamaño familiar. El resto del espacio, enfundado en antiguos cerámicos, lo ocupa una serie de mesas altas, donde los parroquianos comen sus porciones al corte y de dorapa –tradición infaltable de las grandes pizzerías locales–, mientras los chicos del delivery esperan su turno para repartir por el barrio. Pero, mirando un poco más allá, el espacio se extiende discretamente hacia la derecha, ganando un amplio “salón familiar”, donde están las mesas usuales para comer con más tranquilidad, servidas por mozos amables, enfundados en las chaquetas celestes que son, en sí mismas, un viaje en el tiempo.

Las pizzas de Pin Pun no pretenden modernidad: con base de media masa, ahí reina la espectacular fugazzeta rellena ($220 la grande) y la “muzza” simple ($150), la misma que el año pasado se coronó como la mejor según los participantes de Muzza5K, la maratón temática que recorre en una sola jornada a varias de las mejores pizzerías de Av. Corrientes.

Que todos pidan pizza no significa que ahí se acabe la oferta: por el contrario, una verdadera joya de esta cocina son sus empanadas fritas, tanto de queso como de carne. De masa apenas gruesa y crujiente, llevan un relleno contundente que sugiere precaución a la hora de pedir grandes cantidades: son una verdadera bomba (cada una equivale tranquilamente a dos empanadas normales). A $19 por unidad ($190 la docena), la tradición exige pedirles junto a un moscato, logrando una fórmula infalible, avalada por casi 90 años de experiencia.

Pin Pun queda en Av. Corrientes 3959. Teléfono: 4862-3260. Horario de atención: todos los días, de 8 al cierre.


Fotos: Pablo Mehanna

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