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Domingo, 14 de agosto de 2005

SALí › MIRá > DVD X 4

Pandilla de Nueva York

Por Mariana Enriquez

Parecían desprolijos, improvisados y amateurs. Pero el documental End of the Century revela con sensibilidad y nostalgia que el punk de Los Ramones fue una de las ideas musicales más revolucionarias de las últimas décadas.

Es extraño descubrir, ahora que tres de los cuatro están muertos, el grado de tenacidad que suponía formar parte de The Ramones. Uno escucha esas melodías pegajosas, pop puro y acelerado, e imagina que todo les saldría tan fácil y espontáneo, que se divertirían a rabiar. Y End of the Century demuestra que no es así, que Ramones era una idea trabajada, una maquinaria que funcionaba a la perfección, a pesar del caos, los excesos, las internas. Como la mayoría de los documentales punks de fin de siglo (Westway to the World de The Clash o The Filth and the Fury de los Sex Pistols) la biografía cinemática cuasi definitiva de The Ramones es una película nostálgica; un recuento de años de explosión creativa que hasta hoy no tienen relevo. En ese torbellino está Nueva York, que parece vacía, abandonada, lista para ser tomada por asalto. Y unos chicos de Queens que difícilmente podrían haber hecho otra cosa además de estar en una banda. Joey Ramone, desgarbado y atormentado por un desorden obsesivo-compulsivo, pero con una energía atroz a pesar de la lentitud de sus movimientos –hacia el final, cuando agonizaba, no quiso que le pusieran una sonda para cuidar sus cuerdas vocales–; Johnny Ramone, hombre de derechas hosco hasta lo patológico, un astuto negociador de contratos y la amalgama que pegaba esta mezcla imposible con disciplina militar y la intuición certera de que sus canciones de dos minutos cambiarían la historia del rock, aunque el gran público no se diera cuenta; Dee Dee Ramone, errático y encantador, un compositor sumamente talentoso camuflado bajo la piel de un callejero peligroso y cándido. El material de archivo es impecable. Las entrevistas, honestas y reveladoras. Los comentaristas (Debbie Harry, Joe Strummer), de lujo. La película que se merecía la banda más subestimada de la historia.

End of the Century (2003) de Michael Gramaglia y Jim Fields, Warner.

El Maquiavelo

Por M. E.

Malcolm McLaren se atribuye la paternidad absoluta de los Sex Pistols. Los integrantes de la banda lo niegan de plano. Pero The Great Rock n’ Roll Swindle parecería darle la razón.

Qué duda cabe: Malcolm McLaren es un personaje tan retorcido como fascinante. Si él fue realmente el único cerebro tras los Sex Pistols –como no se cansa de afirmar– poco importa. Salvo, claro, para los integrantes de los Pistols que en 2000 se encargaron de responderle a esta primera y manipuladora película con The Filth & The Fury, otro documental que exige verse junto a éste, en función doble, y como desempate.

The Great Rock n’ Roll Swindle, reeditada en una versión impecable, está dirigida por Julien Temple, que hace seis años también dirigió The Filth..., quizá para que se escuchara un poco la otra campana. Porque en este primer round, el ganador es McLaren. Cínico, explica cómo fabricó a los Pistols, casi de la misma manera que hoy se producen estrellas pop, sólo que con mucha más inteligencia y al margen de las compañías. Sus diez reglas para el éxito de una banda (“siempre es mejor que no sepan tocar”) son antológicas. También las imágenes de los Pistols que capturó Temple —es impactante ver a Johnny Rotten en la plenitud de su furia juvenil,sobrecargado de veneno–; es recomendable ver este DVD con los comentarios de Temple, que explica cuánto odiaban los Pistols ser filmados y tiene que concederle a Sid Vicious que sí, no sabía tocar y apenas servía para algo, pero era puro carisma. Imperdibles las secuencias de animación que resumen las idas y vueltas del grupo con diferentes compañías discográficas que los contrataban y echaban en un abrir y cerrar de ojos. Incomparable la energía de los primeros shows y los primeros punks ingleses, con su creatividad y la inocencia de un pogo que resulta angelical; implacable McLaren con su atuendo masoquista y una enana que le pasa la esponja largamente en una bañera mientras el genio del marketing desgrana sus planes. ¿Un cuestionamiento del concepto de autenticidad? ¿Otro golpe publicitario maestro? ¿Un ejercicio de malicia? Verla y juzgar.

The Great Rock n’ Roll Swindle (1980) Julien Temple, Sony-BMG.

El tesoro azteca

POR ROQUE CASCIERO

Café Tacuba, para muchos la mejor banda de América latina, cumplió quince años y festeja con un DVD en vivo a pura elegancia y euforia. Como bonus, también se editó el legendario Unplugged de MTV.

Talento, innovación con respeto por la tradición, canciones voladoras, letras complejas y atrapantes, ejecución notable... ¿Existirá hoy en el mundo una banda que no palidezca al lado de Café Tacuba? Por lo pronto, salvo que uno sufra un súbito ataque de malinchismo, no es delirante ubicar al cuarteto mexicano en la misma categoría de colegas como Radiohead. Y los conciertos en vivo de los Tacuba son, como los de Thom Yorke y compañía, una experiencia digna de ser vivida. De ahí el valor de Un viaje, el combo de CD y DVD (también se venden por separado) que captura los conciertos del 6 y el 7 de octubre del año pasado en el Palacio de los Deportes del DF, que marcaron los quince años del grupo formado por el cantante Rubén Sisu Yantra Albarrán, el guitarrista Joselo Rangel, el bajista Quique Rangel y el tecladista Emmanuel Del Real. El aniversario generó ganas de celebrar y se nota: hay multitud de invitados y cantitos alusivos. Pero es lo de menos: mucho mejor resulta dejarse llevar por “Esa noche”, la hermosísima balada “Eres”, “Déjate caer” o “El espacio”; saltar como un poseso con “Cero y uno” y “No controles”; y taconear con “La ingrata” y “Ojalá que llueva café”. Además, para subirse a la ola del lanzamiento, la antigua compañía discográfica de la chilanga banda decidió editar, también en CD y DVD, el magnífico Unplugged que el cuarteto grabó en los estudios de MTV en 1996 (acompañado de un “documental” bastante intrascendente). Era hora, porque el concierto supera la frialdad habitual de los shows televisivos, a caballo de los hits de Re, el disco que ya se hizo (sana) costumbre llamar “el Revólver del rock latino”.

Café Tacuba, Un viaje (Universal) y Unplugged (Warner).

Animal manso

POR R.C.

Lou Reed no está en su mejor momento. Pero, a pesar de sus altibajos y una banda bastante fría, todavía es capaz de mostrar los dientes cuando se sube al escenario... si se le da la gana.

Entre tantos vaivenes que ha tenido la larga carrera de Lou Reed, el presente no parece encontrarlo en su mejor forma. Los últimos tres lanzamientos del neoyorquino han sido CD dobles: una reinterpretación personal (a veces lúcida, otras no tanto) de la obra de Edgar Allan Poe, una recopilación de sus éxitos y un disco en vivo al que le cuesta despegar de cierta medianía. Después de un cambio de sello discográfico, el ex Velvet Underground reaparece con un DVD de otro concierto en vivo –en el festival español de Benicassim, el año pasado–, en el que no cuesta demasiado notar los altibajos de la versión actual del Animal del Rock’n’Roll. Tal vez uno de los problemas sea la banda que lo acompaña, la misma con la que visitó dos veces Buenos Aires (ahora con el agregado de la chelista Jane Scarpantoni); en algún momento amenazó con convertirse en el Crazy Horse privado de Reed, pero en los últimos tiempos no parece capaz de superar un aura de aséptica eficiencia. En el concierto español, el cantante les dio el gusto a sus fans y tocó una vez más “Sweet Jane” y “Walk on the Wild Side”, pero lo hizo con tal desgano que esos temazos se hacen difíciles de digerir en el DVD. “Perfect Day” sale indemne porque ni siquiera a propósito se puede destruir semejante joya, lo mismo que “Jesus”, aunque no esté a la altura de la versión original de Velvet Underground. Los picos son “Romeo Had Juliette” y “The Blue Mask”, únicos momentos en los que Reed y los suyos parecen soltarse el corsé y dedicarse a rockear como si no hubiera nada más importante en el mundo. Que de eso se trata, Lou.

Lou Reed, Spanish Fly. Live in Spain (Sony-BMG).

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