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Domingo, 31 de octubre de 2010

SALí

A comer

 Por Julieta Goldman

Con la calidez del hogar

Porota, Cocina de herencia: recetas tradicionales en un local armado a pulmón.

De la unión de una cocinera de larga trayectoria y una diseñadora en comunicación visual surgió Porota, Cocina de herencia, este pequeño restó que funciona desde septiembre de 2008. Sus dueñas lo definen como un cruce mágico: “Enseguida congeniamos y nos dimos cuenta de que teníamos las mismas inquietudes y gustos, que compartíamos el recuerdo de una infancia relacionada con los aromas y los sabores de la cocina. A la hora de ir a restaurantes siempre nos quedábamos pensando en qué le faltaba a ese lugar”, cuentan Mirén Algañarás y Nancy Bala, las amigas y encargadas de este precioso rincón. Es así como pensaron el local, como un espacio cálido, como si fuera el hogar donde reciben a todos como invitados, agasajándolos con preparaciones, que lejos de ser platos gourmet son platos caseros hechos con mucho amor y dedicación. Por eso armaron una cocina abierta, para que todos puedan ver, entrar, mezclarse, hablar con el cocinero y espiar cómo se va armando su plato.

La decoración fue hecha a pulmón y con la colaboración de amigos y esposo (hay uno solo por ahora). Las primeras mesas plegables y estanterías las donaron y las pintaron entre varios. Los banderines, delantales, fotos, pompones, las mantitas, las banquetas están hechas por ellas mismas. Los objetos antiguos (latas, vajilla, teléfono) los tomaron prestados de casas de abuelos, madres, tíos, hermanos, cuñados. Y muchos otros son regalos de nuestros clientes.

Todo lo que cocinan está hecho en el día con ingredientes frescos. Toman recetas tradicionales y las van renovando. Por ejemplo, para el muffin de banana, que es una torta que hacía Porota (la abuela de Mirén), redujeron el molde, le agregaron un corazón de dulce de leche y listo. Además ofrecen sandwiches, tartas, ensaladas y mucha pastelería. Y en temporada es imposible irse sin probar el exprimido de mandarina, clásico de la casa.

Porota, Cocina de herencia queda en Gorriti 5881. Tel: 4770-9234. Lunes a viernes de 9.30 a 20 hs. Sábados de 11 a 17.


Nutritivo y express

Ambiente Wok: donde se fusionan sabores porteños y asiáticos.

Que un emprendimiento gastronómico llegue a celebrar su quinto aniversario no es poca cosa en la ciudad de Buenos Aires. Este es el caso de Ambiente Wok, que desde sus comienzos mantiene vigente la propuesta de fusionar sabores asiáticos con porteños. También mantienen la opción de comer en las barras con banquetas altas, para los que quieran hacer un almuerzo nutritivo pero express. Distinto es sentarse a la mesa como Dios y una sobremesa mandan, que requieren tiempo extendido y postre y café (aunque esa posibilidad también existe).

Santiago Giorgini, uno de sus creadores, pasó por distintos restaurantes nacionales y de afuera y estudió en el Instituto Argentino de Gastronomía donde hoy además es docente. Además tiene su segmento en el programa de radio Al pie del carbón (AM 1030 Radio Del Plata). Un auténtico multitasking y va por más.

La carta es amplia y ofrece sabrosas ensaladas, sandwiches, sushi y los hits de la casa son los salteados al wok, con carne, pollo, camarones o vegetariano. Además los helados son de elaboración propia y ofrecen unas exquisitas limonadas y jugos. Y para los que pidan delivery sepan que tanta inversión en packaging de cajita hermética no fue en vano: los platos llegan a destino conservando sabores, aroma y temperatura.

Las dos sucursales de Ambient Wok están en Palermo y en el centro, y el servicio de delivery tiene amplio radio de entrega.

Ambiente Wok queda en Bonpland 899 (esquina Ramírez de Velazco). Tel: 4855-8790 o Marcelo T. de Alvear 997. Tel: 4328-7114. Lunes a viernes de 12 a 16. Martes a domingos de 20 a 24.


Maravillas de Oriente

Yoko’s: platos del sudeste asiático, peruanos, japoneses y más.

No hay un porqué definido del nombre Yoko’s. A los dueños les gustó cómo sonaba fonéticamente. Y quedó así, sin explicación ni traducción. El apóstrofe “’s” fue porque aspiraban en un futuro a tener más sucursales. Y ese deseo se cumplió rápidamente porque fueron extendiéndose en distintos puntos de Buenos Aires. La inauguración más reciente fue la del local de San Isidro, semanas atrás.

Los clásicos de Yoko’s no son para cualquiera, más bien para amantes de los pescados y mariscos y para los que quieran probar sabores nuevos, agridulces y bastante alejados de las minutas típicas. Los platos tradicionales van desde langostinos dorados en miel de maracuyá, verdes y berros frescos cubiertos por castañas crocantes, especialidades de la cocina oriental fusión, como arroz, tallarines o verduras orientales al wok; tiraditos y ceviches, típica comida peruana y muchas variedades de sushi de gran tamaño.

Es sabido del furor de los locales de sushi, la comida nipona y la buena aceptación que tuvieron en Buenos Aires a pesar de sus precios no del todo económicos. Yoko’s es uno los primeros en este aluvión de lugares para comer con palitos, ya que está abierto desde el 2000, fusionando cocina del sudeste asiático, Perú y toques locales. Al día de hoy cuenta con cinco sucursales, entre delivery y restaurantes. Los locales están ubicados en Pilar, Palermo, Las Cañitas y San Isidro. Muy necesaria la interacción con los mozos así pueden explicar en detalle la particularidad de cada plato, de las variedades de sushi y de los postres que por sus nombres (Altura de Mascarpone o Amor al dulce de leche) es difícil adivinar sus ingredientes.

Yoko’s Palermo queda en Humboldt 1864. Tel: 4776-3543. Domingos cerrado. Para más información: www.yokos.com.ar


Otras carnes

Oink: para aprender a comer ñandú, jabalí, ranas, pato y ¡hasta yacaré!

Oink es el nuevo restaurante de carnes alternativas que acaba de inaugurarse en Palermo: nada de bife de chorizo, morcilla, milanesa o salchichitas a la parrilla. Acá se come yacaré, ñandú, jabalí, ranas, pato, por mencionar sólo algunas de sus especialidades. Vegetarianos, no digan que no les avisamos que este lugar tiene algunas opciones sin carne, pero la exclusividad es del mundo carnívoro.

En un ambiente pequeño y colorido sólo se trabaja con carnes autóctonas no muy exploradas: yacaré con coco al curry, almendras, arroz basmati, brotes verdes, naranja a vivo y aceite de chile dulce; ñandú empanizado en pan de campo y lentejas coral, puré de zanahorias y arroz cítrico, reducción de vino y pomelo rosado o bondiola de jabalí grillada con piña confitada, sobre tortilla de papa asadas y mix de hojas verdes. Para quienes prefieran los cortes convencionales, la carta ofrece lomo a la pimienta con papines andinos al romero; bombones de cordero con puré russet y reducción de Fernet con cola; salmón rosado al papillote a la leira con maridaje de puerros y arroz venere, entre otros. Además, una rica gama de pastas y arroces.

“Trajimos el modelo de nuestro restaurante en Mar del Plata. Cada temporada, los clientes nos pedían que viniéramos a Buenos Aires y acá estamos”, explica César Chávez, uno de los dueños de Oink. Para todos los que pasaron por La Feliz y lo pidieron o para aquellos que quieran probar cortes de carnes no tan conocidos para los paladares porteños Oink es toda una experiencia para descansar de las verduritas o de los asados clásicos que hacemos en casa.

Oink queda en Humboldt 1551. Teléfono: 4772-2008. Abierto de martes a sábado, mediodía y noche.

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