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Domingo, 21 de octubre de 2012

SALí

A comer sandwiches alternativos

 Por Virginia Ostinelli

Un refugio en Villa Crespo

Café Crespín, quesadillas perfectas

Soledad Napal y su marido Ezequiel Cambre estaban buscando un local en Villa Crespo. Así, dieron con una ex cantina en muy malas condiciones, a la que reformaron convirtiéndola en lo que hoy se conoce como Café Crespín: un café de barrio con guiños neoyorquinos que abrió sus puertas hace ya dos años. El salón dispone de un espacio generoso; no es grande, pero sí cómodo y con cierta elegancia informal. Una llamativa columna amarilla ubicada en el medio, más un enorme cuadro del reconocido artista Juan José Cambre, cortan con todo el blanco y gris de la barra, los pisos y el techo, dando color y textura a un ambiente muy luminoso.

En la barra, construida en mármol de Carrara, se exhibe la pastelería. Pero hay que moverse unos pasitos más adentro y llegar a la cocina de Café Crespín para conocer lo mejor de todo: unas de las mejores quesadillas de Buenos Aires.

Las quesadillas son parte de la culinaria popular de México; hechas a base de tortillas de maíz, se asan en la sartén o el grill y su ingrediente obligado es, como su nombre lo indica, el queso. Café Crespín respeta la tradición y las ofrece dentro de su carta en dos opciones, ambas sabrosas, contundentes y al mismo precio ($43). La más pedida viene rellena de pollo, queso cheddar, guacamole, pico de gallo y crema agria. Y la llamada chilli incluye un relleno de carne deshilachada, frijoles, arroz y queso.

“La reacción del público ante los nuevos productos es óptima. Muchos que estaban acostumbrados a desayunar café con medialunas o almorzar una tarta, ahora eligen quesadillas y french toast”, cuenta Soledad. Si es de mañana, el licuado de mango ($30) y la limonada casera ($16) son buena compañía. Ya de almuerzo, el purismo mexicano exige una cerveza helada.

Como receta, la quesadilla no tiene grandes secretos. Aquí es rica porque el lugar pone especial atención en la materia prima elegida para cada uno de los platos de la carta. Todo es fresco y de buena calidad, un detalle que hace la diferencia.

Como buen lugar de barrio, la clientela que se acerca a Café Crespín es heterogénea: desde amantes de los cafetines hasta los que van exclusivamente para probar la pastelería, especialidad de la casa: muffins, budines, cookies, cupcackes y el ya casi famoso roll de canela.

Y, más allá de la estética interior, lo mejor de este espacio es la vereda, donde unas pequeñas mesas con sillas invitan a sentarse de tarde, cuando el sol ya cayó. El momento para sustraerse al bullicio de los outlets de Villa Crespo y disfrutar de una cerveza helada y unas quesadillas perfectas.

Café Crespín queda en Vera 699. Teléfono: 4855-3771. Horario de atención: martes a viernes de 8 a 20; sábados de 9 a 20; domingos de 12 a 19.


Naturaleza en plena ciudad

Algaia, los mejores chapatis

Algaia es un restaurante vegetariano que funciona a puertas cerradas en una casa chorizo reformada en el tranquilo barrio de Colegiales. Aprovechando esta lógica de casa, cuenta con varios espacios. El salón principal es muy luminoso, con grandes ventanales típicos de las casonas de los años setenta. Una de las ex habitaciones ahora funciona como un espacio “niños friendly”, a cargo de una profesional para que los más chicos se diviertan mientras los adultos disfrutan de la comida. Y, cuando el tiempo acompaña, se puede almorzar en las mesitas que están bajo la galería con vista un patio repleto de flores, hierbas, enredaderas y canteros.

La cocina apuesta a ser sana, natural y artesanal, con una carta de ascendencia mediterránea y platos equilibrados y proteicos: abundan la quínoa, el burgol, la soja, las semillas, la harina integral y las verduras frescas (en buena medida, orgánicas). Pero hay algo dentro de las opciones ofrecidas que hace de Algaia un lugar excepcional: los chapatis.

El chapati es un roti (pan empleado en la cocina india) firme, pero flexible, preparado con harina integral, agua y sal, que se cocina de a uno en uno sobre una sartén muy caliente. Nicolás, dueño y chef de Algaia, los prepara con harina orgánica y admite que hace un tiempo optó por agregarle a la masa un poco de levadura para lograr así mayor flexibilidad y vida útil.

“En mi casa natal, en Francia, cuando era chico me preparaban chapatis para el desayuno o el almuerzo. Incluir en la carta esta comida es una manera de homenajear un momento de mi vida en el que fui muy feliz”, dice.

Los chapatis de Algaia salen $53, vienen acompañados de papas horneadas con mix de verdes y se puede elegir en tres variedades. Mirko es la opción fresca; viene relleno de queso orgánico, tomates, pepinos, albahaca, aceto balsámico y aceite de oliva. Corso, que va directo del horno a la mesa, y está relleno con mozzarella orgánica, tomate confitado, tapenade y orégano fresco. Y por último Sauvage, que se sirve tibio y es una buena opción para veganos. Está relleno con seitán a la plancha glaseado en salsa de soja, verdeo, pepinitos, palta y rúcula.

Los martes, miércoles y viernes lo más pedido es el menú a $50 que varía semanalmente e incluye entrada, plato principal, postre y una bebida artesanal. Pero los fines de semana el puesto número uno se lo llevan los chapatis. Una interpretación de un plato típico hindú, que en Algaia encuentra brillo propio.

Algaia queda en Zapiola 1375. Teléfono: 4551-4369. Horario de atención: martes, miércoles y viernes de 9 a 18. Sábados de 12 a 16 y de 20 a 23. Domingos de 12 a 16. Sólo con reservas.


Un mexicano de pura cepa

5ta Esencia, tacos para todos

Marianela es argentina y cocinera, Carlos es mexicano y hotelero. Ambos se conocieron trabajando en un hotel hace ya más de 15 años. Se casaron y juntos abrieron en la parte norte de avenida Del Libertador un pequeño restaurante al que llamaron 5ta Esencia Restaurante Mexicano, donde durante 10 años se mantuvieron firmes, logrando una clientela fiel y habitué. La misma clientela que los siguió cuando, hace casi 3 años, mudaron el restaurante de lugar. Hoy funciona en una calle cortada, en La Lucila, pegado a la estación de trenes y enfrente de una plaza.

“Al ser un emprendimiento pequeño y familiar, siempre le brindamos a 5ta Esencia nuestra total atención y dedicación, consiguiendo ingredientes específicos para mantener una carta bien auténtica”, afirma Marianela. El nuevo local es amplio, colorido, bien mexicano. Tiene dos pisos: en la planta baja está la barra que se llena de familias y amigos, la planta alta ofrece un ambiente un poco más íntimo y arriba de todo hay una terraza con vista a la copa de los árboles. La decoración sigue la línea de la iconografía mexicana, con todos sus necesarios clichés. Pero lo que realmente diferencia a 5ta Esencia de otros restaurantes similares es la cocina. Y entre la variedad de platos, los tacos se llevan el gran premio. Los hay para todos los gustos, salen rápido, bien calientes y son atractivos a la vista y al estómago.

La gastronomía mexicana se basa en el uso del maíz en forma de tortillas, que son el verdadero pan mexicano. Tortillas que se usan para infinidad de platos, incluso acompañando guisados y para mojar en salsas. Cualquier relleno dentro de una tortilla es un taco. Con queso como ingrediente principal y asadas a la plancha son quesadillas, enrolladas son burritos y bañadas en salsas son enchiladas. “Las tortillas de maíz son la base de nuestras recetas, es lo que nos distingue de otros lugares mexicanos de Buenos Aires. Las hacemos en nuestra cocina, diariamente, siguiendo métodos ancestrales”, cuenta Marianela. Los tacos en 5ta Esencia se piden por unidad, y hay cantidad de rellenos: pollo o carne asada, carne con chorizo, cerdo, hongos, vegetales con queso y chile con carne y queso. Generalmente una persona come entre 4 y 5 tacos, que vienen acompañados por guacamole, salsa picante y crema ácida. Los tacos son para comer con la mano y para eso hay que tener práctica. Algunos clientes se animan, otros son más clásicos y apuestan al tenedor y cuchillo. Pero tanto los de uno como los del otro bando caen rendidos frente al plato emblema de 5ta Esencia.

5ta Esencia Restaurante Mexicano queda en Debenedetti 617. Teléfono: 4794-4291. Horario de atención: martes a domingos de 20 al cierre.


Fotos: Pablo Mehanna

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