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Domingo, 28 de febrero de 2016

VALE DECIR

NO MATAR A UN PINGÜINO

Desde que el pasado viernes 19, la querida Nelle Harper Lee murió a la edad de 89 años, mucha tinta ha corrido recordando su carácter elusivo y humilde, el peso específico de Matar a un ruiseñor, la controvertida publicación de Ve y pon un centinela, su amistad con Truman Capote, su premio Pulitzer... Pero acaso una de las historias más candorosas la ha provisto el laureado historietista Berkeley Breathed, poniendo sobre el tapete una de las facetas menos conocidas de la autora: su afán por escribir correspondencia, tanto a amigos como a gente que poco, o nada, conocía. Breathed pertenece al segundo grupo; lo cual no quita que haya cruzado unas cuantas cartas memorables con doña Harper Lee entre 1994 y 2008.

En verdad, la primera que Breathed le había enviado data del ’72, cuando estaba en el secundario y acababa de terminar tamaño monumento literario. No recibió respuesta, pero aquello no le quitó una pisca de amor; a punto tal que, con el discurrir de los años, escribió su afamada tira Bloom County inspirándose en el sureño pueblo Maycomb, de Matar a un ruiseñor, sumando además una docena de guiños en referencia a la novela. En el ’94, intentó de nuevo, con una excusa bajo la manga: preguntarle a Lee si podía hacer una referencia al libro en otra de sus tiras, Outland. Esta vez, la mujer respondió, y continuaron el intercambio. Intercambio donde, por ejemplo, la dama anotó “Aunque me vuelvo más y más como Mrs. Gummidge cada día (en referencia a la solitaria viuda de David Copperfield), Opus nunca deja de deleitarme”. Opus el pingüino era uno de los personajes de Bloom County y, más tarde, de Outland: un animal existencialista, parlanchín y vulnerable, que a decir de su creador “siempre estaba buscando su hogar”.

Cuestión que, al enterarse de que Breathed estaba pensando en jubilar al afable pingüino, Harper puso el grito en el cielo: “Privarlo de vivir es asesinato. Una manera dura para describir esta destrucción, pero Opus es real. Él VIVE”, escribió la autora. Y luego: “Este es el ruego de una anciana machacada, y otros lectores menos machacados: por favor, no termines con Opus ¿No podés darle un indulto? Es el mejor personaje cómic que existe”. Y aunque Harper reculó (“Quizá pueda encontrar en mi corazón –no siendo viejo y horrible sino joven y bello–, perdonarte”), la súplica rindió frutos. Breathed cayó rendido al pedido de su estimada autora, y así, Lee le salvó la vida al pobre pingüino, que permaneció en la mencionada Outland (1989-1995) y más tarde estelarizó Opus (2003-2008). El año pasado, además, volvió a resucitar con el resto de sus compas de Bloom County. Ojo, Breathed no deja de observar “la tremenda ironía de que ella, que nos privó de sus personajes durante décadas, se enojara tanto porque podía ser privada de uno”. Como fuera, Harper Lee, bienhechora de pingüinos, 1926-2016.

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