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Domingo, 11 de abril de 2004

VALE DECIR

Vale decir

goma goma
¿Feria-de-Inventores en Ginebra o Feria de Inventores-en-ginebra? Al parecer esto ocurre en Suiza, tierra del chocolate, los relojes cucú, la neutralidad, las cuentas bancarias y el condón que vibra. El novedoso profiláctico es la sensación de la feria en este preciso momento, junto con la silla antihemorroidal. ¿Que qué tipo de sensación? Bueno, considerando que el preservativo viene con un vibrador incorporado, seguro que no se trata de un extra-extra fino. El artefacto fue diseñado y construido (y tal vez hasta probado en carne propia) por un inventor taiwanés y ya fue adquirido por cientos de visitantes del evento. Mientras que la silla antihemorroidal –que es un ingenioso producto de fabricación surcoreana y que envía una esencia de hierbas medicinales a través del asiento, un proceso destinado a prevenir también la constipación– ha resultado un poco menos popular. Pero, volviendo al pequeño forro que nos convoca –y que ya ha convocado a tantos en Ginebra– cabe preguntarse si la idea es que a partir de ahora vibre la funda de látex en lugar de la cosa que debería llevar dentro. Es decir, si se trata de una innovación en el campo del sexo perezoso.

El Evangelio según Homero
Biblia del dibujo animado para más de una generación, los Simpson serán, a partir de ahora, parte de la religión: el reverendo Robin Splitte, de la región inglesa de Suffolk, está planeando una serie de clases nocturnas en las que hablará sobre “el mensaje cristiano” en el programa de Matt Groening. Los parroquianos están invitados a unirse a esta seguidilla de cuatro encuentros: “uno para cada integrante de la familia amarilla” (aunque, hay que decirlo, no suena muy cristiano que digamos ignorar de esa manera al quinto miembro, la bebé Maggie, que a pesar de seguir en pañales, pero lleva en la serie tanto tiempo como los demás). ¿Y cuál es la conexión entre la serie de TV y las enseñanzas del Libro Sagrado, según Splitte? Bueno, el reverendo asegura que cada episodio tiene algún tema de interés para el catolicismo. “Son inteligentes a la hora de cubrir temas amplios en tan solo veinte minutos”, dijo, y agregó: “Van a la iglesia los domingos y toman decisiones morales –con las cuales yo concuerdo algunas veces, y otras no, pero siempre son una buena manera de abrir el debate”. Una de las líneas argumentales más recurrentes, dice Splitte, es la tentación de la relación extramatrimonial que han tenido tanto Marge como Homero. “Ambos han tenido la oportunidad y ambos la desecharon: tentación, decisiones, el dilema de hacer o no lo correcto: no hay mensajes mucho más cristianos que ése”. Todo indica que el reverendo se perdió un par de episodios, de ésos en los que Homero se las ingenia para no ir a misa o, cuando ya no le queda otra, termina asistiendo y escucha un partido en su walkman mientras el reverendo Alegría pronuncia esos sermones que en Springfield tanto se parecen a una campaña de marketing.

Que lo tiren a los chanchos
Esa es una opción, aunque Karl Friedrich Lentze, artista alemán de 56 años de edad haya pedido en realidad otra cosa. La solicitud de Karl –que fue inspirada por el anuncio de un holandés que dijo que quería ser transformado en alimento para caracoles– fue bastante específica: Karl quiere que, una vez muerto (valga la aclaración) su cuerpo sea puesto a disposición de un cardumen de pirañas. La petición del berlinés ya fue elevada a los directores de los zoológicos de todo el país, pero fue a través del de Colonia que se conoció uno de los argumentos esgrimidos porLentze para convencerlos. Según Günther Nogge, jefe de dicho parque, Karl dijo que el plato propuesto para el almuerzo de las pirañas podría tener un alto valor educativo, si este fuera servido frente a una comitiva de estudiantes de biología. Nogge aclaró, por su parte, que no tiene demasiada fe en las posibilidades de la propuesta, incluso si él mismo estuviera dispuesto a acceder: “Es una gran idea –dijo–. Pero en lo que respecta a los propósitos educativos, sería mejor si se lo diéramos de comer mientras aún esté vivo, ya que no son muy entusiastas de los pescados muertos y suelen preferir que su alimento respire”. Pero Karl no se da por vencido, y sigue probando con otros zoos: “Podrían golpear mi cadáver con un palo para que se mueva, de manera tal de despertar el interés de los peces”.

Una muestra vibrante
La exposición acaba de inaugurarse en Londres, lleva por título “Cosas pecaminosas” y tiene rigurosas metas de divulgación científica. Entre los objetos expuestos se cuenta un vibrador de 1930 diseñado, según se indica en su presentación, para “curar la histeria femenina”. Se trata de un adminículo eléctrico destinado, como cualquier vibrador, al “masaje genital”, que podía ser utilizado por cualquiera, sin mayores habilidades en el manejo de nuevas tecnologías. Algunas versiones domésticas de este producto eran anunciadas en revistas femeninas tales como Good Housekeeping, apenas ocultas bajo el rótulo de “Elementos para una terapia de relajación muscular”. El producto, tal como se lo puede ver en el Museo de Ciencia de la capital inglesa es uno de los últimos ejemplares utilizados por los médicos justo antes de que pasara a transformarse en otro “electrodoméstico” (es decir, una máquina de uso básicamente hogareño).”Parece un secador de pelo –comentó el curador de la muestra– pero en su momento era tecnología de punta. Esto es lo que usaba la gente y no se trataba de algo para nada vergonzante. Todos sabían para qué servía, pero debido a la manera en que se hablaba de ello, estaba todo bien”.

 

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