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Domingo, 28 de agosto de 2005

VALE DECIR

vale decir

La privatización del Universo

Primero vinieron por el oro, luego por la tierra y pronto vendrán por el agua. Pero mientras tanto, y sin mucho ruido, ya están yendo por el cielo. Mientras la NASA practica tiro contra los cometas por si las moscas, la última novedad en el agitado mercado inmobiliario es la venta de terrenos en planetas y lunas (con sus respectivos y fraudulentos certificados de propiedad), y el registro de estrellas. Pasen, vean y compren.

La Luna

A fines de 1980, un tal Dennis Hope –ex ventrílocuo estadounidense de Nevada– mandó cientos de cartas a la ONU, al gobierno de Estados Unidos, a la Unión Soviética y a varias entidades gubernamentales de California y Nevada, demandando la propiedad de todos los planetas del Sistema Solar (y sus respectivos satélites) con excepción de la Tierra y el Sol. Nadie se molestó en contestarle (el Tratado de las Naciones Unidas sobre Espacio Exterior de 1967 estipula que nadie –persona o gobierno– puede proclamarse propietario de un cuerpo celeste), pero igual creó la empresa Lunar Embassy, registró bajo su nombre la Luna en la Oficina de Patentes norteamericana y desde una oficinita comenzó a vender por teléfono las 3.122.002 parcelas iguales de siete kilómetros cuadrados en que dividió al satélite natural de la Tierra. Según cuentan en su página web (www.lunarembassy.com), desde entonces 1.137.262 personas compraron uno o más lotes de tierra lunar de 4 mil metros cuadrados al módico precio de 19,99 dólares. Además de la propiedad, los felices propietarios reciben una certificado de derechos sobre los minerales, un mapa con las coordenadas del terreno y una constitución lunar bien guardada en un marquito.

Marte

“Estamos seguros de que no hay vida en la Luna, pero no podemos asegurar que no haya vida en Marte. Si compra una propiedad en Marte y encuentra una cosa verde que le dice ‘no lo queremos aquí’, su dinero se habrá esfumado para siempre”, advierte la empresa de Hope en www.marsshop. com antes de anunciar la oferta del día: una parcela por 19,99 dólares más U$S 1,51 de IVA marciano y gastos de envío (un ofertón si se considera que es el planeta más cercano a la Tierra). También se incluye una ignota constitución marciana. Por ahora, las lunas marcianas, Phobos y Deimos, no están a la venta.

Estrellita mía

Martin Short, Brooke Shields, Nicole Kidman, Frank Sinatra, Elizabeth Taylor, Whitney Houston, Oprah Winfrey y William Baldwin tienen algo en común, además de carreras bamboleantes: todos tienen una estrella en el cielo (además de una estrella en el cemento de Hollywood). Así lo dicen al menos empresas como Star Deed, Star Registry o StarNamer, dedicadas a la venta y registro (no oficial) de estrellas. Por ejemplo, por 54 dólares, Star Registry, fundada en 1979, bautiza con el nombre elegido por el cliente una de las miles de millones de estrellas conocidas. “Asegure hoy su lugar en el cosmos. Cuando sus descendientes lleguen a las estrellas, se lo agradecerán”, aconseja.

Venus

No es la zona más cómoda para vivir: temperaturas que saltan a los 200 grados y lluvias de metano. Pero igual, Lunar Embassy vende terrenos venusinos más un bonus: un lote en la luna Io de Júpiter. Todo por 19,95 libras esterlinas.

Urano

Como era de esperar, a Hope le apareció competencia. En www.buyuranus.com venden no sólo lotes sino hemisferios completos, anillos de asteroides alrededor del planeta o una de sus lunas, además, obviamente, de los derechos de explotar el suelo (aunque eso sea difícil pues Urano es un planeta gaseoso). La agencia oficial que controla las bienes raíces uranianas se llama “R.E.C.T.U.M.” (Real Estate Commission & Trust of Uranus Management) y ofrece toda una ganga: tres hectáreas a sólo 14,95 dólares (más gastos de envío).

Planeta X

Pero no todo tiene su precio: sólo mandando un mail a la organización oficial encargada de bautizar estrellas, planetas y otros cuerpos celestes, la Unión Astronómica Internacional ([email protected]), uno puede bautizar, sin gastar un peso, desde asteroides hasta el flamantemente descubierto décimo planeta del Sistema Solar. Técnicamente se llama 2003 UB313, un título bastante feo por lo que ya andan en danza nombres como Perséfone, Galileo, Newton, Isaac Asimov, Gan- dhi, Einstein, Xena, Rupert, Bob, Nibiru, Cerberus, Loki, Decimal, Dekatos, Decanus, Decimus, X, Decadia, Deka, Deca, Dekatoo, Bolero, Namakakiweyho, Cananeesta, Selsia, R2D2... y ¡Maradona!

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