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Domingo, 29 de octubre de 2006

VALE DECIR

Fronteras de la ciencia

La ciencia, que no descansa, ha dado con la respuesta a uno de los grandes enigmas del universo: cómo evitar que cuando a uno se le caiga la tostada al piso lo haga del lado de la manteca —que es lo que ocurre siempre, por supuesto—. Al parecer, el procedimiento es simple, aunque no por eso menos riguroso: hay que untar y esparcir la manteca correctamente. El mundo le debe tamaño descubrimiento a un grupo de investigadores de un programa de la televisión británica llamado Cazadores de mitos, quienes notaron que, si uno presiona con firmeza y rapidez el cuchillo untador, la superficie del pan cambia. Se crea una leve muesca en la tostada que afecta la manera en que cae. Se hicieron varios tests para corro-borar la flamante teoría, con los cuales se consiguió casi un 60 por ciento de efectividad, sobre unos cincuenta casos. Los presentadores de Cazadores de mitos, Adam Savage y Jamie Hyneman, ofrecieron además otro ejemplo tomado de la naturaleza: “es igual que cuando una hoja se cae de un árbol: tiene una tendencia a aterrizar con el lado curvo para arriba”. Ahora bien, el tanto más complejo tema del pan con manteca y mermelada quedó para otra ocasión.

La casa rosada

El sheriff Clint Low, del condado de Mason, Texas, tuvo una idea para frenar el delito unos cuantos pasos antes de la silla eléctrica: pintar la cárcel de rosa y obligar a los presos a vestir traje y pantuflas de ese mismo color. Aquellos a los que no les guste —y en general ni a los reos ni a ningún otro tipo de texano parece gustarles— tendrán que ingeniárselas para mantenerse afuera de la prisión. Low asegura que la iniciativa está dando resultados: la reincidencia ha bajado un 70 por ciento entre los que pasaron por esta cárcel. Esto es, desde el cambio de color. “No quieren vestirse de rosa. Los presos que trabajan pueden elegir entre hacerlo adentro o afuera, y muchos han elegido quedarse adentro, porque no quieren que los vean. Prefieren quedarse arriba.” Construida en 1894, la cárcel del condado de Mason es una de las más viejas de las que se encuentran en funcionamiento en el estado. Sólo tiene capacidad para cinco presidiarios: cuatro varones y una mujer, y el Sheriff opina que a esta altura sería mejor museo que cárcel, pero que mientras tanto, hay que tratar por todos los medios de desalentar a potenciales criminales. “Que sepan que esto no es un hotel”, dijo.

Corran conejas

Hugh Hefner, el multimillonario creador de Playboy, confesó que está aburrido del sexo y que ahora prefiere jugar al dominó. Hay que entenderlo: el hombre tiene 80 años y ha tenido sus fiestas y por su legendaria mansión de Beverly Hills han pasado infinidad de conejitas. Ahora dice ya no tener la energía suficiente, y que lo que más le gusta hacer con sus chicas es relajarse. “Ya me cansé. Todavía me mantengo activo pero es diferente. Quiero jugar al dominó con mis chicas”, declaró el hombre que alguna vez tuvo siete novias y que a partir de 1997 limitó ese número a tres, bajo el pretexto de que “se ponían celosas”. Actualmente vive con Holly Madison (26 años), Bridget Marquardt (32) y Kendra Wilkinson (21). “Tener tres chicas hermosas me quita años de encima. Se lo recomiendo a todo el mundo.”

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