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Domingo, 28 de octubre de 2007

VALE DECIR

abracadabra

 Por Mariana Enriquez

J.k. Rowling estaba en Nueva York firmando ejemplares de Harry Potter and the Deathly Hallows. Lo hacía en el Kodak Theatre, nada menos. ¿Habrá pensado en dar la gran noticia? ¿Habrá calculado que eran el lugar y el momento ideal para provocar un gran golpe de efecto? Nunca lo sabremos, porque en el relato de la crónica de los hechos todo parece de lo más candoroso. Erase la escritora frente a su público de 1600 chicos más adultos acompañantes, resuelta a responder interrogantes sobre todo lo que ella sabe de sus personajes pero no puso en los libros. Un chico quiso saber si Albus Dumbledore, el barbado y sabio director de la escuela de magia Hogwarts, el mejor hechicero de su tiempo, había amado alguna vez. Rowling sonrió y dijo: “Bueno, sí. Debo aclarar que, en realidad, Dumbledore es gay”. Después del estupor vino el aplauso. Rowling dijo que de haber sabido la reacción, lo hubiera dicho antes. Y después profundizó: de adolescente, en el colegio, Dumbledore habría tenido un romance con Grindelwald, un hechicero que se entregó a las malas artes de la magia negra, antecesor de Voldemort. Después de la decepción, de la traición del amado –que lo abandona y, en brazos del mal, se convierte literalmente en otra persona–, Albus se retiró de las lides amorosas. O eso dice Rowling: mal no la debía pasar el director viendo cada año a egresados y compañeros profesores que, al menos en la película, tienen el porte y el encanto de hombres como Gary Oldman o David Thewlis. En fin. La comunidad gay del mundo está conmocionada y no hace más que debatir sobre si esto es una gran noticia, un tema de debate, o el gran ingreso de la diversidad en la cultura masiva. A pesar de que, si uno relee los libros, el romance no está ni sugerido. ¿Se le habrá ocurrido después o no se atrevió en una saga para niños? Como sea, ya hay remeras de Dumbledore gay. Cuestan 18 dólares, y por ahora sólo se envían a EE.UU. y Canadá –pero siempre se le puede pedir a un amigo residente en Norteamérica que envíe hasta aquí una encomienda–. Vienen en los cuatro tamaños acostumbrados (S, M, X y XL) y dicen: “Siempre lo supe” y “Todos los magos son gays”. El dinero irá a beneficio de Glaaad, una asociación que promueve la visibilidad positiva de los gays en los medios, y se consiguen en www.dumbledorepride.com

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