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Domingo, 18 de abril de 2010

VALE DECIR

Después dicen que no hay trabajo

El último verdugo de Zimbabwe renunció en 2005. Su encargo final fue colgar a dos asaltantes a mano armada; no por el crimen que los llevó a prisión sino porque mataron a un guardián en un intento de fuga.

El desempleo en el país llegó a un record de 94 por ciento y, sin embargo, el puesto de verdugo sigue vacante. Los requisitos no son muy difíciles: el candidato no necesita experiencia previa, ni siquiera tiene que saber leer. El puesto está disponible sólo para varones y no es para los débiles de espíritu.

“Un verdugo no puede tener remordimientos; si eso sucede, hay que retirarlo”, explicó un oficial anónimo al diario local Daily News. “Es la parte más difícil del trabajo: no tiene que ver con sogas, ni palancas, sino con la conciencia.”

Los condenados a muerte, mientras tanto, languidecen en la prisión de Chikurubi, tristemente famosa por estar superpoblada, fría y sucia. La mejor parte de su suerte consistía en tener garantizada una estancia breve; sin un verdugo, no obstante, ¿quién los liberará de su martirio?

El Daily News dice que la restricción de género es un obstáculo grande a la hora de conseguir un verdugo nuevo. ¿Por qué no una mujer para sacar a los hombres de este mundo? Al fin y al cabo, hasta ahora siempre ha sido al revés.

Aprenda alemán en 24 horas

Una chica de la ciudad de Knin, al sur de Croacia, cayó en coma durante veinticuatro horas. Los doctores no saben qué puede haber causado el suceso; piensan que puede haber sido un caso de alta temperatura corporal lo que indujo el estado.

Los padres de la chica cuentan que ella había comenzado a estudiar alemán en la escuela. Para tratar de mejorar, incluso cultivaba el hábito de leer libros en ese idioma y de sintonizar la tele alemana.

Fue grande la sorpresa de todos cuando la chica, al despertarse del coma, se vio incapaz de hablar en croata; ahora sólo puede comunicarse en alemán y lo habla mucho mejor que antes.

El personal del hospital tuvo que conseguir un intérprete: la chica comprende el croata perfectamente, pero sólo es capaz de responder en alemán. La familia está muy frustrada porque no puede comunicarse con ella como antes.

“En otros tiempos esto hubiera sido considerado un milagro”, declaró el experto psiquiátrico Mijo Milas al diario The Telegraph. “Nosotros preferimos pensar que debe haber una explicación lógica.” Y agregó: “Lo que pasa es que todavía no la encontramos”.

La empresa está tomada

La cerveza Carlsberg, de Dinamarca, tiene como slogan la frase “Probablemente, la mejor cerveza del mundo”. La casa central se halla en Copenhague y fue fundada en 1847. Además de haber sido sponsor de eventos deportivos como la Copa UEFA de 2008, la compañía también supo ser mecenas del Instituto de Física Teórica de Copenhague en las décadas de 1920 y 1930; se podría decir que los inicios de la física cuántica fueron auspiciados por Carlsberg.

Los trabajadores de la envasadora probablemente eran los más felices del mundo: podían tomarse hasta tres cervezas por día durante el trabajo. Michael Christiansen, un representante de los trabajadores, asegura a la cadena BBC que “nunca hubo un problema con accidentes, ni nada que tuviera que ver con alcohol”.

Sin embargo, la compañía decidió terminar con los privilegios cerveceros. A principios de mes estableció que ya no se puede tomar cerveza durante la jornada de trabajo; sólo estará disponible en la cantina para consumir durante la hora del almuerzo.

Los trabajadores no fueron consultados acerca de este cambio de política, así que más de 250 decidieron pasar a la huelga. “No dialogan con nosotros”, se quejó Christiansen.

Otros sectores de la compañía, como los transportistas, se unieron a la medida de protesta, paralizando de esa forma la salida de envíos desde Copenhague.

Finalmente la compañía tuvo que acceder a dialogar con los empleados y fue por eso que volvieron al trabajo el lunes pasado, tras cinco días de huelga.

Europa sufre una crisis de desempleo, pero los trabajadores de Carlsberg no se dejan extorsionar: ¡que nadie se meta con sus cervezas!

No sólo mi vida no tiene sentido, encima es aburrida

Un hombre de 44 años, en Suecia, al borde del suicidio, decidió llamar al teléfono de emergencia. Cuando comunicó sus intenciones, le pasaron con el pastor de la iglesia que estaba de guardia.

Al rato de hablar con el religioso, el suicida tuvo la sensación de que se había quedado hablando solo. “Pensé que estaba tomando notas —contó al diario sueco Barometern—, así que le pregunté si seguía ahí, pero sólo escuché su pesada respiración hasta que al final se despertó.” El pastor no duró otros cinco minutos antes de que el suicida lo durmiera otra vez.

Monica Eckerdal Kjellström, la coordinadora de actividades de la iglesia de Suecia, lamentó el incidente y dijo que, por desgracia, no era un caso aislado. “Este tipo de cosas no deberían suceder, pero es frecuente que la gente llame para quejarse de que los pastores se duermen al teléfono.”

Esa noche, con una indignación muy propia de alguien que aún pertenece a este mundo, el suicida tenaz buscó a otra persona que pudiera asistirlo telefónicamente, pero terminó escuchando la musiquita de espera. Tras aguardar diez minutos, prefirió terminar la llamada. Ahora tenía una razón por la que vivir: contarles su historia a los diarios al día siguiente.

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