La gobernadora del estado norteamericano de Arizona, la señora Jan Brewer, firmó la ley antiinmigración SB 1070 a fines de abril. Esta ley, que entra en vigencia a fines de julio, le permitirá a la policía detener a cualquier sospechoso de estar en el país en forma ilegal.

La SB 1070 tendrá como consecuencia algo que no es nuevo ni en el país del Norte ni en ninguna otra parte: convertirá automáticamente en sospechosas a todas las personas que no sean de tez blanca.

Según el New York Times, la gobernadora declaró en una conferencia de prensa que “no se tolerará el sesgo racial” y que “tenemos que confiar en nuestros policías”.

A lo largo de todo Estados Unidos hubo manifestaciones de protesta. Entre todos los carteles, que tenían el ingenio que nace de la indignación, vale la pena destacar uno que decía: “Querida Jan Brewer: Anoche hablé con tus hijos sobre racismo. Les dije que tratar injustamente a otro grupo de gente era algo malo. Estuvieron de acuerdo. Firmado: La niñera”.