Mientras una horda adolescente –sedienta de sangre, flojera argumental y situaciones inexplicables– espera la salida de la segunda parte de Los Juegos del Hambre, saga basada en la homónima obra de Suzanne Collins que tanto –demasiado– recuerda al clásico japonés Battle Royale, una noticia satélite inquieta a buena parte de los Estados Unidos. Es que, aprovechando el furor que la película ha tenido entre los jóvenes, una escuela de Largo, Florida, decidió organizar un campamento de verano temático inspirando en la cinta. Es decir, inspirado en una historia donde unos jovencitos se asesinan entre sí con fines lúdicos y de supervivencia. Increíblemente, los cupos no dieron abasto.

“Si tengo que morir, que sea por un flechazo”, dijo al Tampa Bay Times uno de los fervientes chicos participantes. Mientras, otra niña, de 12 años, amenazaba a un amiguito al son de “Te voy a acuchillar primero”. Las crudas afirmaciones resonaron en psicólogos y organizadores, que pidieron/decidieron bajarle el tono a la versión real de Los Juegos del Hambre: así, en vez de “asesinarse” los unos a los otros, la meta terminó siendo juntar muchas banderas.

Según la institución, la intención era que los niñitos potenciaran la cooperación, el esfuerzo y el trabajo en equipo pero, de cara a los altos niveles de violencia expresados, prefirieron cambiar el enfoque. Mejor hubiese sido que mirasen el film antes o, por lo menos, chequearan el argumento. Katniss Everdeen estaría avergonzada...