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Domingo, 4 de enero de 2015

LOS (OTROS) DIEZ DISCOS DEL AÑO

HALLAZGOS Además del arbolito, el pan dulce y las bebidas espumantes, otros indicios inequívocos de que han vuelto a pasar doce meses es la súbita abundancia de listas decretando lo mejor del año que acaba de irse. Como todos los años, Radar se ensucia las manos revolviendo entre las selecciones musicales de las publicaciones internacionales más representativas para repasar coincidencias, compensar olvidos y darles la bienvenida a los recién llegados aún por descubrir detrás de los artistas de siempre.

 Por Martín Pérez

Benjamin Booker

Benjamin Booker

Se puede contar su historia con un ojo en la leyenda: es la clase de artista por el que un ejecutivo se sube a un avión sólo para verlo tocar, y al final le presenta un contrato. Pero también se puede desmitificarla, y revelar que estudió periodismo en Florida, donde se especializó en hacer notas musicales. Con un pie en la leyenda y otro tras bambalinas, este joven protegido de Jack White –pidió que abriese sus shows– ha confesado haber querido ser punk pero descubrir a tiempo que sus ídolos estaban regresando al blues, y decidió cortar camino. Un puñado de canciones despojadas y bluseras, entonces, pero interpretadas con energía punk dan forma a su debut, en el que demuestra además –los estudios no fueron vanos– buen ojo para contar historias.

benjaminbookermusic.com

Protomartyr

Under Color of Official Right

Antes de encontrarse con Joe Casey, el resto de los integrantes de este cuarteto post punk de Detroit tocaba bajo el nombre de Butt Babies, o sea, literalmente Bebés del Culo. Su asociación con el portero de un club de stand up claramente les mejoró la vida. Musical, al menos. Porque el contundente sentido común del ex estudiante de Letras devenido cantante de rock apenas si se transmuta en un feroz humor misántropo, que embiste contra la paternidad irresponsable y clama por la roca donde se arrojaban los traidores en la antigua Roma. Casey recita sus letras como si fuera un profesor advirtiendo a sus alumnos o el último borracho en dejar el bar, mientras un ritmo abrasivo construye y destruye unas canciones preñadas de imágenes fascinantemente apocalípticas y banales.

protomartyr.bandcamp.com

Steve Gunn

Way out Weather

Además de ser colaborador ocasional de Kurt Vile, este guitarrista de Filadelfia estaba dedicado desde 2007 a editar variados discos instrumentales. Esa suerte de búsqueda de un destino orgánico, eterno y salvaje encontró un nuevo camino en Time off (2013), su debut como cantautor de calma voz de barítono, acompañado por un power trío. Con una banda más amplia y ambiciosa –que incluye, por ejemplo, arpa y banjo–, tomándose su tiempo en apenas ocho largos temas cósmicos e impresionistas que promedian más de cinco minutos, este sucesor lo consagra como un cultor del mejor rock clásico, un amplio horizonte que va desde J. J. Cale hasta Grateful Dead, sumando incluso influencias africanas a la manera del más reciente Robert Plant.

steve-gunn.com

Joyce Manor

Never Hungover Again

Nunca más resaca. Así es como se podría traducir el título del tercer disco de un cuarteto californiano que reclama como propias la velocidad y la melodía de The Descendents, la agridulce sofisticación de las letras de Jawbreaker y la honestidad del primer Weezer. El resultado son diez temas en apenas diecinueve minutos, que –al decir de la revista Spin– no sólo no quedan cortos sino que hacen que el resto de los discos editados en el año parezcan largos. Formado en el 2008 y con un par de opus low-fi previos, el primer trabajo para el sello Epitaph es el que mejor termina definiendo al grupo liderado por Barry Johnson, que le canta con el corazón abierto y los puños apretados al fin del verano, los nuevos amores y, por supuesto, las inevitables resacas.

joyce-manor.com

Young Fathers

Dead

Alloysious Massaquoi nació en Liberia, los padres de Kayus Bankole son nigerianos y Graham Hastings es indudablemente escocés. Los tres se criaron desde pequeños en las calles de Edimburgo, y unos meses atrás sorprendieron al mundo musical británico alzándose con el prestigioso premio Mercury ante favoritos como Damon Albarn o FKA Twigs, con un sonido urbano e hipnótico que remite a una reunión entre Suicide y Massive Attack. Más allá de la absurda belleza literal de la frase, estas referencias musicales apenas si alcanzan a describir el mestizaje natural de un disco admirable –el debut propiamente dicho del trío, con apenas dos EPs previos– que es una categoría en sí mismo, hip-hop afro-escocés que es mucho más que la suma de cualquier etiqueta.

young-fathers.com

Sturgill Simpson

Metamodern Sounds in Country Music

Según explica la pionera y resucitada revista No Depression, siempre hubo dos naciones en el country: el mainstream de cada momento y los que van contra la corriente, reconectando con el pasado y redefiniendo el futuro. Heredero de rebeldes como Waylon Jennings y Merle Haggard, este nativo de Kentucky en principio puede sonar como un tradicionalista, pero es en el cruce entre los lugares comunes del género –la soledad, la ruta, el corazón roto– con sus propias obsesiones, como lo divino, las tortugas y el LSD, donde el sonido metamoderno de Simpson hace propias canciones ajenas –como The Promise– para desembocar perdiéndose en territorio propio durante los seis minutos de “It Ain’t All Flowers”, un psicodélico final digno de un Flaming-Lips-go-country.

sturgillsimpson.com

Real Estate

Atlas

El verano perfecto de los dos primeros discos de este quinteto de Nueva Jersey deja paso al primer otoño del fin de la infancia para un álbum de madurez, presente en un lugar preponderante en las listas de fin de año tanto de uno como del otro lado del Atlántico. Heredero del pop de guitarras de sus coterráneos The Feelies, la sensibilidad indie de Yo La Tengo y el recorrido melódico de Go-Betweens, el grupo liderado por Martin Courtney sigue construyendo canciones envolventes a partir de una laboriosa sencillez, grabadas con sumo cuidado en el estudio que Jeff Tweedy tiene en Chicago. El resultado es un disco encantador y melancólico, que se toma su tiempo, de acorde en acorde, para explayarse en sus verdades y, especialmente, sus dudas.

realestatetheband.com

Young Thug & Bloody Jay

Black Portland

El joven de oro del hip-hop norteamericano actual tiene apenas 22 años y se llama Jeffrey Williams, pero se hace llamar Young Thug. Heredero del linaje de estilistas del rap en el que son leyenda desde Guru hasta Snoopy Dogg, este heredero de Lil Wayne ha terminado conquistando en el 2014 al mainstream del género, pero demuestra lo mejor de su repertorio en este mixtape, que grabó junto a otro rapper de Atlanta, Bloody Jay. Llevando en tapa el logo de los Blazers, el equipo de báasquet de Portland, la ciudad más blanca de Norteamérica, el dúo planta cara ante los miedos raciales de su país, al tiempo que inventan un territorio que no existe, o mejor dicho, que ellos hacen existir con temas como “Florida Water”, “4 Eva Bloody” o el hit “Danny Glover”.

Noura Mint Seymali

Tzenni

Cada año deja una nueva revelación africana, y éste no es la excepción. Desde Mauritania llega esta cantante e intérprete del ardine –un instrumento de nueve cuerdas– que, junto a su marido, el guitarrista Jeiche Olud Chingali, se proyectó internacionalmente gracias a un despojado sonido eléctrico, pero profundamente tradicional. El llamado-y-respuesta del soul se da aquí entre la voz de Noura y la guitarra de su marido, un fanático confeso de Mark Knopfler, como curiosamente parece suceder con casi todos los guitarristas africanos de su generación. Adaptando su instrumento a la afinación mauritana y reduciendo al mínimo el acompañamiento –el bajo de Ousmane Toure y la batería del senegalés Matthew Tinari–, el resultado es hipnótico y fascinante.

nouramintseymali.com

Mirel Wagner

When the Cellar Children See The Light of Day

Nacida en Etiopía hace 23 años pero criada en Finlandia, Wagner ya se había presentado dos años atrás con un erótico y fantasmagórico debut bautizado sólo con su nombre, en el que evocaba el blues sureño desde tan al norte. Pero su ruta la lleva aún más lejos en este segundo álbum, en el que se interna por territorios donde –según señala la revista Mojo– sólo se aventuraron discos como Murder Ballads de Nick Cave o To Bring You My Love, de P. J. Harvey. Despojadas y casi minimalistas, grabadas rasgando una guitarra en una cabaña perdida en un desolado paisaje finlandés, las intensas canciones de Wagner tienen sin embargo barro, sangre y niños muertos, y evocan el hechizo de una noche eterna de la que apenas si se puede dar testimonio en canciones.

mirelwagner.com


Para la elaboración de esta lista se tomaron en cuenta las revistas Spin, Rolling Stone, Magnet, Q, NME, Uncut, Mojo, Inrockuptibles y The Wire, periódicos como The New York Times, Boston Globe, The Guardian o Libération, y sitios online como Pitchfork o el español Efe Eme, entre otros.

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