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Domingo, 14 de noviembre de 2004

TARAS - FUCK FOR FOREST, LA ASOCIACIóN NORUEGA QUE USA EL PORNO PARA FINANCIAR SUS CAUSAS ECOLóGICAS.

Madera noruega

Por Sergio S. Olguín

“¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar para salvar el mundo?”, se pregunta el noruego Tommy Hol Ellingsen, 28 años, líder de la organización ecológica Fuck For Forest (“Coger a favor de los bosques”). Al menos él y su compañera (Leona Johansson, 21 años) están dispuestos a tener sexo en público para salvar la selva de sus depredadores. Con un sitio en Internet y con una actuación escandalosa en un festival de rock, estos activistas noruegos encendieron un fuego que amenaza con quemar ya no la selva sino la cabeza de los activistas medioambientales.

Las tres efes
“Si consideramos el giro que toman las cosas en el mundo de hoy, encuentro que la mía es una manera muy honorable de juntar plata para causas medioambientales.” Lo dice Tommy y lo apoya Leona. Los dos son jóvenes, bellos y contestatarios. Preocupados por la situación crítica de los bosques tropicales en el mundo, crearon el sitio en Internet Fuck For Forest (www.fuckforforest.com) para apoyar a las organizaciones ecológicas. El desarrollo del sitio contó con el apoyo de la Agencia del Trabajo noruego, una dependencia estatal que brinda ayuda para emprendimientos laborales, y a simple vista no parece una web porno sino la página de un grupo ambientalista con algo de new age y estética levemente hippie. Pero en realidad es un sitio de sexo explícito con todas las de la ley. Tienen videos e imágenes porno protagonizadas por Tommy y Leona, aunque la intención es atraer más exhibicionistas con conciencia ecológica y ampliar la oferta de videos y fotos amateurs.
Claro que si el internauta quiere algo más que los previews y acceder a lo mejor del sitio, tiene que pagar. Quince dólares por treinta días. De esos quince dólares, la intención de los chicos ecologistas es separar unos diez para dar a la causa ecologista.
El sitio comenzó con un bajo perfil. Algunos weblogs se hicieron eco de su existencia y en algunos meses llegaron a juntar 200 abonados. Las asociaciones ecologistas miraban con cierta distancia a la pareja aunque les seducía la idea de recibir donaciones. Pero en julio último todo estalló: el sitio pasó en un fin de semana a tener más de mil abonados y los grupos ecologistas decidieron darle la espalda (en fin, esto es una metáfora) a la campaña iniciada por Tommy y Leona. Hasta la Justicia noruega tomó cartas en el asunto. Es que el sexo, la ecología y el rock ‘n’roll no se parecen a una santísima trinidad.

El árbol y el bosque
El Quart Festival que se desarrolla en Kristiansand es el más importante de Noruega y una buena oportunidad para juntar rockeros famosos con grupos locales. Entre los famosos que concurrieron en esta última edición estaban Morrissey, los Pixies retornados y los insoportables Black Eyed Peas. Entre las bandas noruegas se encontraba una de heavy metal que se convirtió en el centro de atención del festival: The Cumshots.
También, con ese nombre. The Cumshots está liderada por Kristopher Schau, un cantante al que le gusta llamar la atención y que suele agarrarse a trompadas en sus conciertos (con los fans, con la policía, con quien venga). Esta vez invitó a Tommy y a Leona a transmitir su mensaje ecológico durante su presentación en el Quart Festival. Tommy y Leona llegaron vestidos, se desnudaron y así, de pie, tuvieron sexo durante diez minutos delante de los seguidores de la banda que no paraban de hacer los cuernitos, gesto muy del público heavy metal pero que no se ajustaba al espectáculo porno.
El show no fue suspendido ni por la policía ni por los organizadores pero las críticas no tardaron en llegar. Los responsables del festival se lavaron las manos y la Justicia, a instancias de un diputado demócrata cristiano, abrió una causa que puede terminar con la pareja en la cárcelya que la ley noruega prohíbe expresamente que se tenga sexo en lugares públicos. Cuando trascendió que el sitio porno se había hecho con dinero del Estado noruego, un vocero de la Agencia de Trabajo declaró: “Nosotros pensábamos que se dedicaban a hacer remeras con mensajes ecológicos”.
En pocos días Fuck For Forest superó la línea de los mil abonados. Alrededor de 15 mil dólares estaban disponibles para la causa de la maltratada selva. Pero el árbol de la pornografía no les dejó ver, a las asociaciones ambientalistas, el bosque de la causa ecológica. Ninguna ONG noruega ni de los países de la región quiso recibir el dinero. Joyce Leppers, de la Wereld Natuur Fonds, una asociación holandesa a la que FFF le ofreció el dinero recaudado, se negó a aceptarlo porque “la política de nuestra entidad no nos permite asociar nuestro nombre a determinados sectores de la industria, como el de ustedes”.
Pero no todo fueron respuestas negativas para la pareja: “Recibimos el apoyo de asociaciones sudamericanas que están dispuestas a recibir el dinero”, declaró Tommy. Quién les dice, tal vez veamos a Tommy y a Leona en el próximo Quilmes Rock, defendiendo a la selva amazónica y a los ratones de todo el planeta.

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