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Domingo, 21 de diciembre de 2008

FOTOGRAFíA > EL ARCHIVO DE LA REVISTA LIFE EN INTERNET

Así es la vida

Fundada en plena Depresión de los años ’30, la revista Life se convirtió rápidamente en el espejo del mundo. Antes de la televisión, dio cara a grandes nombres, difundió con velocidad desconocida imágenes de grandes aconte-cimientos recién sucedidos, ayudó a torcer el rumbo de la Historia, asombró con paisajes inesperados y, sobre todo, capturó reiteradamente el zeitgeist de las épocas que atravesó. Su archivo gráfico, quizás el más importante
del siglo XX por la asombrosa conjunción de calidad
artística y valor documental, empieza a ser subido a Internet a través de Google, el buscador más importante, que ahora pareciera aspirar a convertirse también en el nuevo gran archivo del mundo.

 Por Mercedes Halfon

En abril del año pasado la revista Life dejó de existir. En su historia, esto ya había sucedido algunas veces. Su primera etapa, y la más importante como semanario, fue desde 1936 hasta 1972. Interrumpió por seis años su publicación apenas saliendo en ediciones especiales y luego volvió a las calles como revista mensual hasta el año 2000. En el 2004 logró inmiscuirse como suplemento especial dentro de varios periódicos de Estados Unidos, hasta que finalmente el 20 de abril del 2007 cerró sus puertas. En ese momento se terminaba la historia en papel de esa revista de imágenes emblemáticas, que vio y creó con sus páginas los momentos más significativos de la historia de Estados Unidos y todo lo demás durante más de cuarenta años: la pobreza de las zonas profundas de América post crac del ‘29, la Segunda Guerra Mundial desde centenares de puntos de vista, los Kennedy vivos y muertos, los jovencísimos Beatles, el más recrudecido Vietnam, Marilyn Monroe, los en ese momento simpáticos revolucionarios cubanos blandiendo sus armas arriba de Sierra Maestra. “Libro espectáculo del mundo”, la había definido su creador, el empresario mediático Henry Luce, cuando escribió algunos años antes de su lanzamiento, algo que imaginaba debía ser creado: “Ver la vida, ver el mundo, presenciar los grandes sucesos; mirar los rostros de los pobres y los gestos de los orgullosos; ver cosas extrañas –máquinas, ejércitos, multitudes, las sombras en la selva y en la luna– ver la obra del hombre, sean cuadros, torres o descubrimientos; ver cosas que están a mil millas de distancia, cosas ocultas tras muros o dentro de habitaciones; cosas peligrosas de encontrar; las mujeres que los hombres aman y los menores de edad; ver y tener el placer de ver; ver y ser sorprendido; ver y ser instruido”.

Exactamente eso fue Life. Y eso también puede ser usado como una definición algo heroica, algo embellecida de lo que sucede dentro de un buscador de Internet como Google. Y es que la noticia de todo esto es que el archivo fotográfico de Life, algo así como un patrimonio en imágenes de la humanidad, ha entrado en el buscador estrella de Internet. La demencial cifra de diez millones de fotos en alta definición será subida en los próximos meses, aunque ya hay nada menos que tres millones para curiosear. Es posible pasarse horas saltando de una imagen a otra, esquizoide random por el siglo XX, y aún queda por ver muchísimo más.

En el momento de su lanzamiento, algo que distinguió a Life de las demás revistas gráficas fue que, además de la preponderancia de lo visual —madre del fotoperiodismo—, esas imágenes seguían un criterio periodístico, visual y humano, no imágenes azarosas captadas por un alguien que estuvo listo en el momento indicado. Life prácticamente inventó el “ensayo fotográfico”, género en el que siguiendo un trabajo cooperativo, fotógrafo y periodista eligen una nota, hacen un trabajo de investigación previo, el fotógrafo realiza muchas más fotos de las que serán publicadas y luego un editor decide cuáles van. El equipo inicial, fundador de esta retórica visual, contaba con fotógrafos que venían de la fotografía documental como Margaret Bourke-White, Alfred Eisenstaedt, Gordon Parks, W. Eugene Smith y Robert Capa, entre otros. Las imágenes más elocuentes de la Segunda Guerra fueron tomadas para esta revista. La frase de Capa “Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado lo suficiente” tiene que ver con ese estilo de fotoperiodismo; paradójicamente, Capa murió al pisar una mina en Indochina, mientras trabajaba para Life. Las imágenes que los reporteros trajeron de Vietnam –esto es sabido– definieron el curso de los acontecimientos: la opinión pública, al ver el grado que alcanzaba la masacre, abandonó su apoyo masivo al conflicto bélico.

De aquel peso específico a éste, cuando esas fotos que cambiaron al mundo pasan a ser una página más en el buscador más usado de la Web. Hay algo sintomático en la decadencia de una revista que ocupó ese territorio privilegiado primero arrebatado por la televisión, y que luego logra pervivir únicamente en Internet, más específicamente en Google. Allí descansarán, serán vistas y difundidas sus imágenes de un modo acaso más liviano e inofensivo. No es sólo el declive del formato papel, sino el pasaje de la era Life el libro espectáculo del mundo a la era Google, lo que subraya la pregunta del valor de esas imágenes ahora.

Para ver las imágenes de Life subidas hasta ahora: http://images.google.com/hosted/life

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Vista de la Tierra tomada desde el Apollo X, 1969.

Picasso dibujando con luz, 1949. Foto: Gjon Mili.

Hiroshima, cuatro meses después de la bomba, 1945. Foto: Alfred Eisenstaedt.

Los Beatles en Miami Beach, 1964. Foto: John Loengard.
 
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