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Domingo, 12 de abril de 2009

INTERNET > LOS LIBROS DE LOST

Para una isla desierta

A esta altura, la serie Lost tiene ex seguidores que la abandonaron agotados de tanto retorcimiento espacio-temporal y misterios sin resolver, seguidores que aguantan a ver si los guionistas logran salir más o menos airosos de la madeja que armaron y fans verdaderos, obsesionados y obsesivos que discuten horas, buscan la pista elusiva y leen manuales de física cuántica sin entender nada pero por el puro deseo de entender más (no de física, claro, sino ¡de Lost!). Para todos ellos, los abandónicos, los desganados y los desvividos, la página

lostlibros.com.ar viene bien. Ofrece, para ser bajados, todos los libros que se leen en Lost, los que se mencionan al pasar y los que inspiran situaciones o títulos. Y los ofrece en castellano. Ofrece ejemplares obvios, como el I-Ching, cuyos hexagramas integran el logo de Dharma; o El corazón de las tinieblas de Conrad, El señor de las moscas de Golding, Otra vuelta de tuerca de Henry James, Alicia en el país de las maravillas, todos citados mucho, clara y largamente. También aparecen clásicos como La épica de Gilgamesh, uno de los textos más antiguos de la Humanidad, sobre el héroe sumerio cuya figura en el palacio de Sargon II (conservada en el Louvre) se parece algo a una estatua enorme que, en la 5ª temporada, ven los viajeros en el tiempo durante un inquietante flash, más alta que los árboles de la jungla. (Gilgamesh también es una de las referencias de un crucigrama que resuelve Locke.) Otro clásico: La Tempestad de Shakespeare: así se llama una de las estaciones. Pero también hay libros contemporáneos como The Stand de Stephen King, sólo porque el guionista Damien Lindelof alguna vez declaró que Charlie era un homenaje al protagonista de esa novela, Larry Underwood; y Carrie, también de King, libro famosamente elegido por Juliet para su club de lectura.

Hay más: De ratones y hombres de John Steinbeck que Ben y Sawyer se citan mutuamente y a conveniencia en el capítulo Every Man for Himself. Otra de Steinbeck: La perla, porque otra estación Dharma se llama así, lo mismo que Tras el espejo, y por eso se ofrece la segunda Alicia de Lewis Carroll. También, dos que tuvo entre sus manos, en diferentes temporadas, el lector de la isla, Sawyer: La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares (la referencia es de las más obvias) y El manantial de Ayn Rand. Y ya se puede bajar Una realidad separada de Carlos Castaneda, que no diremos aquí en qué circunstancia aparece, porque lo hace en la 5ª temporada y es, digamos, en un momento determinante. Un trabajo infernal se han tomado estos fanáticos. ¡Si hasta incluyeron Rainbow 6 de Tom Clancy, que aparece fugazmente junto a una cinta de orientación! ¡Si ofrecen Ulysses de James Joyce, larguísimo, que Ben lee en el avión! Seguro que estos fans tesoneros descifrarán qué es lo que lee Sawyer cuando lo visita Jack (los seguidores recordarán la reciente escena), cuando le dice que Winston Churchill, cada noche, incluso durante la guerra, se leía un libro entero porque eso lo ayudaba a pensar mejor. Sawyer, en este momento de la serie, se ve obligado a pensar mejor. Y los fans también, porque todo está endiabladamente complicado. Quizá los ayude esta página, contribuyendo a la quemazón mental con un libro por noche.

www.lostlibros.com.ar

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