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Domingo, 4 de julio de 2010

ENTREVISTAS > EL Iê Iê Iê SEGúN ARNALDO ANTUNES

El A-tunes

Convertido en uno de los grandes de la música popular brasileña por derecho propio, con su último disco el paulista Arnaldo Antunes termina de mostrar su rostro más pop homenajeando a la música de los ’60. Con la misma frescura y sonoridad con que ha sido parte de Titas y de Tribalistas, Arnaldo Antunes canta su Iê iê iê mientras recuerda el pasado, mira el futuro y es homenajeado por sus ídolos.

 Por Martín Pérez

Cada vez que Arnaldo Antunes comienza a grabar un disco, el nombre es lo último que aparece. “Yo grabo, y no pienso en eso”, explica al teléfono desde su hogar en San Pablo. “El nombre termina apareciendo durante el proceso de grabación, o incluso cuando ya hemos terminado de grabar. Pero esta vez, con este último disco, el nombre estaba ahí desde el comienzo.” Y no se trata de un nombre cualquiera, sino que para bautizar su último trabajo –infaltable en las listas de los mejores discos brasileños del año pasado– el ex Titas y post-Tribalista eligió un término que, según sus propias palabras, no está en el diccionario pero todo el mundo sabe lo que significa: Iê iê iê. Al otro lado de la línea, Arnaldo no puede evitar reír cuando se le comenta que esa paradoja lingüística se completa con el hecho de que, fuera de las fronteras de Brasil, Iê iê iê pierde todo su sentido. “Citado por Los Beatles en ‘She loves you’ (yeah yeah yeah) y por Serge Gainsbourg en ‘Chez les ye ye ye’, la expresión les sirvió a los brasileños para nombrar la música de la Jovem Guarda”, escribió Antunes a modo de explicación en el texto que acompañó el lanzamiento del álbum. Y cuando dice Jovem Guarda, está diciendo Roberto Carlos, que durante los ’60 supo ser el rey del Iê iê iê, “el nombre que se le daba al rock’n’roll antes de que se llamase rock’n’roll”, según resume Arnaldo. “Música joven de una época, con su repertorio de timbres, trajecitos, collares, autos y cortes de pelo, el término traduce un estilo que parece haberse quedado detenido en el tiempo”. Años ’60 y cultura de masas. A todo eso remite Iê iê iê, que en realidad termina siendo una brillante excusa para que Antunes presente uno de los mejores discos de su larga carrera solista, dejando finalmente libre el juguetón espíritu pop que siempre ha anidado en su música y su poesía. “Cada vez que saco un nuevo disco solista, dicen que estoy más pop, tal vez porque el experimentalismo de Nome, el disco con el dejé los Titas, los dejó a todos muy asustados”, bromea Antunes. “Creo que este cambio estilístico fue como una reacción a estos últimos tres años, durante los que estuve trabajando con una sonoridad acústica, a partir del disco Qualquer, y su sucesor en vivo, Ao vivo no estudio. Pero también me preocupé de que, a pesar de rescatar timbres y ritmos que remiten a una sonoridad de época, los arreglos fuesen bien actuales, porque quería un disco actual. Hay momentos en que incluimos referencias a la música popular local, como la lambada, algo impensable en aquellos tiempos.”

La Tribu sigue viva

Además de los elogios recibidos por la aparición de Iê iê iê, Antunes editó el año pasado también un álbum para chicos, Pequeño cidadao, acompañado por Taciana Barros, Antonio Pinto y su guitarrista Edgard Scandurra. Y acaba de sacar un flamante libro de poesía, N.d.a. “Y ya tengo proyectos para un próximo disco, que quiero hacer en solitario. Pero antes quiero tocar mucho con la banda con la que grabé Iê iê iê. Lo próximo que vamos a hacer es grabar un DVD en vivo, en mi casa. Si mi anterior disco en vivo se llamó en vivo en el estudio, ése se llamará en vivo en casa, y vamos a tocar en la terraza”, adelanta. Lo del disco para niños, se le comenta, es algo que no sorprende. Después de todo, As coisas, su primer libro de poesía, siempre pareció un libro infantil para adultos. “Esa era la intención de aquel libro: captar la poética de la mirada infantil”, explica. “Como se trata de canciones, el disco es otra cosa, aunque esa mirada sigue ahí. Pero tiene más que ver con la convivencia con mis hijos más pequeños, viéndolos descubrir el mundo. Y es que ese extrañamiento al ver el mundo, esas analogías imprevistas ante el descubrimiento de lo nuevo en lo viejo, es una constante en toda mi obra. Hasta alguna canción que he compuesto con Carlinhos y Marisa para Tribalistas, ‘Deja eu’, tiene algo de eso. Porque así es como hablan los niños.”

El tema que bautiza Iê iê iê está compuesto junto a Carlinhos y Marisa... ¿Era uno de los temas que compusieron en su momento para un hipotético nuevo disco de Tribalistas?

–Nunca tuvimos la idea de hacer un segundo disco. Lo que pasa es que siempre que nos juntamos no paramos de componer, y alguna vez bromeamos que apenas nos volvimos a juntar tuvimos temas para un segundo disco. Porque nuestros encuentros son muy festivos y nos salen canciones de manera muy espontánea. Pero toda esa producción post-Tribalista ha venido apareciendo en nuestros discos solistas.

¿O sea que ustedes siguen siendo Tribalistas sin necesidad de grabar un nuevo disco?

–Exactamente. Eventualmente, alguna vez podremos reunirnos para tocar en vivo, sobre un escenario. Y claro que continuamos componiendo cada vez que nos juntamos, porque es un placer. Pero no hay proyectos de hacer otro disco juntos.

Rock’n’Roll Iê

No es ésta la primera vez que Arnaldo Antunes ha jugado con el Iê iê iê. Su primer grupo, Titas, en un comienzo supo llamarse Os Titas do Iê iê. “Me acuerdo que en aquel momento todos le agregaban un tercer ‘iê’ al nombre, y nosotros siempre nos preocupábamos por aclarar que no, que era sólo con dos. Porque lo que hacíamos era una relectura del Iê iê iê de los ’60, aunque con diferencias de tono. ¡Así que este nuevo disco es una relectura de la relectura!”, se entusiasma Arnaldo, que se confiesa admirado ante el extraordinario documental A vida até parece uma festa, que recorre la vida del grupo, dirigido por su ex compañero Branco Mello y el director de videos Oscar Rodriguez Alves. “Tuvieron que hacer un trabajo heroico, visualizando horas y horas del material que grabábamos con aquellas viejas grabadoras de VHS, y también salieron a buscar material televisivo de la época”, explica Arnaldo, que asegura haber sido el que más agarraba la cámara para filmar escenas en las giras y camarines. Después de Branco, claro. “Lo extraordinario es que lograron contar la historia del grupo sin recurrir a una voz en off ni a entrevistas actuales en las que tuviésemos que recordar esa época. Por eso es que el resultado final es tan verdadero”, asegura Arnaldo, que para Iê iê iê rescató temas inéditos de aquellos primeros días, como ‘Luz Acesa’, compuesto junto a Marcelo Fromer y Sergio Britto. Pero la paradoja que más le fascina a Antunes es que, justo cuando él –que comenzó su carrera en los ’80, dentro de lo que se denominaba rock– sacó un disco bautizado Iê iê iê, Erasmo Carlos, uno de los protagonistas del Iê iê iê durante los ’60... ¡editó un disco titulado Rock’n’roll! “El diario Folha do Sao Paulo invitó a Erasmo a que escribiese sobre Iê iê iê, y para mí fue todo un honor”, asegura Antunes, que se preocupó de enviar por mail la reseña al finalizar la entrevista. “La grandeza de un poeta es ir más allá del pensamiento y decodificar las emociones que el miedo, la falta de habilidad, la comodidad o la hipocresía no exponen”, escribió el gran Erasmo. “Arnaldo hace eso muy bien, con amor y con humor. A fin de cuentas, el Iê iê iê también es suyo.”

Iê iê iê se acaba de editar en Argentina.

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