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Domingo, 20 de marzo de 2011

FAN > UN MúSICO ELIGE SU CANCIóN FAVORITA: JUANCHI BALEIRóN E “IF I FELL”, DE LOS BEATLES

Muerdo el anzuelo y vuelvo a caer de nuevo

 Por Juanchi Baleiron

Hay un tema que quizá no es un hit, ni muy reconocido, pero que me marcó y me pareció increíble desde siempre: “If I Fell”, de Los Beatles, que está en A Hard Day’s Night. A ese disco lo tengo muy metido, porque era de mi hermano Francisco, que tiene cinco años más que yo: un vinilo que se escuchaba mucho en casa. Y cuando llegaba esa canción era como... ¡pum! La cabeza me estallaba y la historia se iba para ese lado. Con el tiempo, me sigue sucediendo lo mismo. A muchas canciones que te gustan las investigás, las analizás armónicamente y les buscás una vuelta, hasta que las visualizás de algún modo en tu cabeza. Pero a ésta la tengo idealizada: no la analizo. Lo mismo pasa con esas cosas que están ligadas a un momento especial de la vida, sobre todo la infancia.

Empecé a escucharla por el ‘73 o el ‘74, así que tendría siete, ocho años. Y si bien Los Beatles no rompieron estructuras ni marcaron una época con ese disco, a mí sí me marcó. Es muy amplio, en todo sentido, porque tiene cosas interesantes y otras súper pop, como era tan común en Los Beatles. Cuando pienso en “If I Fell” me pasa lo mismo que a Ratatouille en la película, cuando el crítico va al restaurante y prueba un plato que le recuerda a la comida que le preparaba su madre. Bueno, yo lo escucho y me voy a ese momento, a la casa de mis padres en Núñez. La canción está intacta en mi inconsciente.

Primero me entraron más fuerte temas como “A Hard Day’s Night” o “And I Love her”, que son más de respuesta inmediata. “If I Fell” estaba un poco más escondido, pero a medida que pasaba el disco me terminaba quedando con ése porque me transmitía algo. No es tan predecible: tiene cambios. Y para mi cabeza de entonces era una mezcla de quedarme pegado a la canción y, al mismo tiempo, que me fuera sorprendiendo con los giros y todo lo que sucedía en su interior. Fue emblemática de mi formación como beatlero y fanático de sus ramificaciones: no sólo de Paul, John, George y Ringo sino, también, de toda la escuela que dejaron.

“If I Fell” no es hitero, ni tampoco revolucionario. No es “Love me do”, ni “Sgt. Pepper’s”. Pero es el que me toca y me lleva a ese momento. Me transporta. Y me encanta. Como músico no puedo y tampoco quiero hacer como con otras canciones: descomponerla en sus partes, mentalmente. La toco, a veces, pero lo hago por pura intuición: no estoy pensando en la secuencia armónica, ni en nada de eso. La canción me invita a recorrerla instintivamente. Y a veces puedo pifiarla, pero es por ese motivo. Tengo amigos beatleros, como Fefe, que ahora está viviendo afuera. Y me ha pasado de guitarrearla y cantarla a dos voces con él. Y flashear. Con los beatleros es fácil entrar en confianza, son como con gente de tu pago, de tu barrio.

Me pasa algo parecido con otras canciones que tienen esa magia y que me marcaron: es como una comida, un olor, la fotografía de un momento. Algo automático, como Ratatouille: las escucho y me llevan a un momento lindo de la vida: la niñez. “Give a Little Bit”, de Supertramp. “Handy Man”, de James Taylor. “Miss you”, de los Stones. “We are the Champions” se bastardeó mucho con los mundiales, pero también era un simple imbatible de Queen. Son los discos con los que descubrí la música. Primero por el lado de mis hermanos, como pasó con Los Beatles. Y después cuando empecé a comprarlos yo, y a escucharlos y a entrar en trance con la música. Y que sea todo nuevo. Y que tu cabeza se dé vuelta.

“If I Fell” me da algo reconfortante, como estar en el útero de nuevo. Son esas pinceladas que te quedan. Nada ni nadie te las puede quitar. Son parte de tu experiencia de vida, de tu ser. Pero como cuando uno se fanatiza con algo, empieza a darse manija y, en cierto momento, eso se quema, traté de evitar esa saturación. He dejado de escuchar “If I Fell” durante mucho tiempo, por motu proprio. Y entonces espero que aparezca de golpe y me sorprenda otra vez.

“If I Fell”

“La gente se olvida de que John escribió algunas baladas muy lindas”, cuenta Paul McCartney en Hace muchos años, la biografía escrita por Barry Miles que hace foco en la historia de Los Beatles desde su particular punto de vista. “La gente tiende a pensar en su ingenio agudo y agresivo, pero en realidad tenía un aspecto muy cálido que no le gustaba mostrar demasiado, por si lo rechazaban. Escribimos ‘If I Fell’ juntos, pero con el énfasis puesto en John, porque la cantaba él. Tenía lindas armonías; era muy semejante a una balada.”

El tema fue incluido en A Hard Day’s Night, el trabajo de 1964 que acompañó el estreno de la película del cuarteto de Liverpool, que a la sazón sería elegido por la revista Q como el noveno mejor disco en la historia del rock británico. Formó parte del repertorio del grupo durante la gira de aquel año por los Estados Unidos y Canadá, en una versión un tanto más acelerada que la registrada en el estudio. Según afirma Robert Fontenont del sitio about.com, era la canción de Los Beatles preferida de Kurt Cobain y, de hecho, Nirvana solía tocarla en sus shows cada vez que sufrían un desperfecto técnico.

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