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Domingo, 7 de agosto de 2011

ARTE 1 > ANDRES BRUCK: QUé PASA CUANDO LAS IMáGENES DEL MUNDO ESTáN AL ALCANCE DE LA MANO

Entre la Cábala y la pelota de básquet

Una serie de dibujos que, en su aparente sencillez, representa el complejo momento tecnológico en que las imágenes se liberan de autores, dueños y usuarios para convertirse en un lenguaje autónomo al servicio de quien las quiera tomar.

 Por Claudio Iglesias

En 1 /_ , una nueva galería en Palermo tan incipiente como impronunciable, Andres Bruck exhibe los últimos resultados de sus pesquisas en materia de dibujo a la tinta, cruzamiento de distintas cepas de lenguaje visual e invención de terminologías con trasfondo nerd y espiritual. La muestra se llama Cuevana, y es de rigor una referencia al servicio de streaming a través del cual pueden verse películas y series online haciendo caso omiso a la discutida legislación de copyright y al llamado límite de los 74 minutos. Ideal para zambullirse en el cine de karate de los años ’70 o para aburrirse hasta el envilecimiento con los dramas de la depresión económica a los que Hollywood se entrega actualmente, Cuevana tiene tanto que ver con recuperar experiencias cinematográficas obsoletas como con mantenerse al filo del actual consumo visual de tedio, series y 3D. De la misma manera, existen en Bruck algo clásico y algo hipermoderno, que lo ponen en la intersección de lo ancestral y la hibridación informativa que prolifera en la web (también llamada “the internets”, según la frase accidentada de George W. Bush): sus monstruitos y paisajes tienen partes iguales de dibujos de hobbista poshippie, de deriva psíquica doméstica y de posteo instantáneo: dos manos cuatridactilares que disparan rayos delante de una torre de reminiscencias islámicas, o un hipster cuya cabeza es una copa invertida de la que brotan símbolos, y a cuyos pies descansa un gran pene rectilíneo y lleno de nervaduras. Los símbolos se amontonan en una especie de collage sin tijera ni photoshop, en un montaje de lo eterno con lo efímero: ideogramas chinos, patrones arquitectónicos, alfabetos y pseudoalfabetos de toda clase, remeras, referencias a distintas religiones, globos con estrellas, planos de gris y genitales flotantes se suceden en las imágenes como fragmentos de memoria visual viajando a través del espacio. Más que en una temática o una técnica, estos dibujos tienen un anclaje común en el modo en que ponen a circular información visual anónima, iconografías de procedencia casi irreconocible, haciendo evidente su estado de permanente metamorfosis. Como la de muchos artistas de su generación, la forma de trabajar de Bruck tiene más que ver con Flickr que con el espacio de la galeria de arte; allí (flickr.com/shipyourburn) se puede sentir con mayor intensidad el pulso continuo en la reelaboración de elementos y, sobre todo, el público de estos trabajos, compuesto casi en partes iguales por amigos, colegas y aficionados. Las referencias culturales que Bruck deja sedimentar bajo capas y capas de deformación y tinta pueden recuperarse en esta dirección. La sexualidad miniaturizada y la presencia de elementos religiosos o cósmicos (planetas, lunas) se recargan de simbologías anfibias e inestables, siempre en estado de crecimiento o putrefacción: firuletes, serpentinas y cadenas que devienen líneas, caligrafías, casi palabras. Todo parece poseer un lenguaje, o ser capaz de convertirse en uno; más precisamente, en una jerga, un vocabulario específico que crece en los bordes de complejos significativos mayores como la historieta, el collage, el diseño gráfico, el flickerismo, etc. La resaca de estos registros, su reutilización intensiva con algo tan simple como la tinta y el lápiz negro ponen a Bruck simultáneamente por delante de los consensos a los que es afecto el dibujo contemporáneo y en la línea de una tradición inaudita y anacrónica, pero conscientemente buscada: al visitar la muestra, lo primero a destacar es una versión del logo de las Panteras Negras colgado en la misma vidriera de la galería. Reivindicaciones musicales y políticas de la “negritud” aparte, Bruck se hace cargo de esa misma capacidad para generar lenguajes (o antilenguajes, o lenguajes con los restos de otros lenguajes) que es característica de la órbita de las culturas afroamericanas, ya sea en su veta callejera, ya sea en su veta mesiánica y futurista: la capacidad de regurgitar elementos que circulan y metabolizarlos en un espacio cultural propio, cuyas coordenadas astrales se encuentran entre la pelota de básquet y la menorah, entre Sun Ra y la Cábala.

Cuevana
l /_ , Pasaje Voltaire 5867, Palermo
Viernes, sábado y domingo de 16 a 20

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