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Domingo, 12 de agosto de 2012

El nuevo libro rojo

 Por Paul Medrano

Por si no es suficiente la violencia, la extorsión, el secuestro y el miedo, el narco vuelve a sorprendernos, pero ahora lo hace con libros. Me dicen: “el más loco”, de Nazario Moreno González, alias El Chayo, es un libro publicado post mortem que circula en ciudades y pueblos de la Costa Grande de Guerrero y Michoacán, sin que nadie, ni el Ejército, pueda detener su distribución.

Ni en Guerrero ni en México un libro había sido decomisado por el Ejército o corporaciones policíacas, como ocurre con Me dicen: “el más loco”. Cualquier ciudadano que sea visto con este libro será detenido, interrogado y la publicación le será confiscada. Algunos, incluso, han sido arrestados, como ocurrió con dos menores de edad el pasado 5 de junio, cuando fueron sorprendidos por marinos mientras repartían ejemplares en Zihuatanejo. El argumento de las fuerzas castrenses es que el texto “posee contenido subversivo”.

Mientras son peras o manzanas, nadie puede negar la efectiva distribución de este material: en lugares masivos como parques o estaciones de transporte público, suelen dejar ejemplares para que la gente los tome; en ciudades y pueblos de la Costa Grande el libro es repartido a diestra y siniestra. Me dicen: “el más loco” es tema de conversación entre la gente, quizá por lo prohibido y, también, porque el narco es un asunto frecuente y además, preocupante.

Este libro es, según sus primeras páginas, “el diario de un idealista”. Nazario Moreno lo escribió durante algunos años de su vida que permaneció oculto en la sierra michoacana. Si bien no tiene el formato de diario, sino de anecdotario, Moreno da cuenta de lo que fue su niñez, su adolescencia, juventud, la etapa adulta. Su muerte, ocurrida el 9 de diciembre de 2010, es contada por sus colaboradores en un epílogo que incluye las versiones de varias personas que lo conocieron.

Nazario Moreno niega que la Familia Michoacana sea un cártel. Para El Chayo, el gobierno de Felipe Calderón arremete contra él porque está contra su proyecto de ayudar a la gente. Según Moreno, luego de reunir una modesta fortuna con la venta de automóviles (“vendí millones”, afirma) y tras pasar por problemas con el alcohol, se rehabilita, para iniciar una gran cruzada de rehabilitación en favor de miles de michoacanos. Y es esta labor la que frena el gobierno al acusarlo de narcotraficante y ponerlo en la lista de los más buscados.

Porque eso sí, Nazario Moreno nunca menciona que la Familia se dedique al narcotráfico. Siempre afirma que hacen labor social, que le hacen justicia al pueblo, que hay voluntarios que aportan dinero, que también les regalan armas para pelear con sus enemigos. Pero nunca dice que se dediquen a negocios ilícitos. “La delincuencia no es nuestra meta”, dice.

Durante mayo y junio, varias escuelas de la Costa Grande de Guerrero vivieron una situación peculiar: hombres armados, con chalecos antibalas y encapuchados, entraron en la oficina del director y le avisaron que pasarían a dejar un material a los niños. Como los titulares no dudaron de que se trataba de narcotraficantes, no opusieron resistencia. Cuando los hombres se retiraron, profesores y directivos se percataron de que a cada alumno le habían dado varios ejemplares de este libro. Me dicen: “el más loco” circula sin ningún problema entre los estudiantes.

Hasta ahora, la manera más segura de conseguirlo es en una escuela. Quien esto escribe lo obtuvo con un niño de tercer año de primaria. Juan N., conductor de un vehículo del servicio de transporte público de Zihuatanejo, indicó que al finalizar el día se dio cuenta de que había una caja olvidada en uno de los asientos. La caja estaba abierta y cuando la revisó, encontró decenas de ejemplares de Me dicen: “el más loco”. Juan ya sabía algo del libro y como no se quiso meter en líos, los dejó en la calle. “Cuando se lo platiqué a mis compañeros choferes, me di cuenta de que a varios les habían dejado cajas de libros en sus vehículos. Creemos que los dejaron ahí para que la gente los agarrara”.

No por nada Me dicen: “el más loco” es quizás el libro más leído en esta región. Profesionales, obreros y amas de casa lo han leído. A pesar del riesgo que corre cualquier persona a quien se le encuentre el libro, algunos han optado por forrarlo para ocultar su portada y, así, prestarlo a amigos y familiares. Entre la población, a este libro se lo conoce como el libro rojo o el narcolibro. Cierto o no, su contenido es irrelevante, comparado con la manera en que se publica, se distribuye y se lee. La prohibición ha divinizado Me dicen: “el más loco”. El veto ha disparado el morbo por leerlo, tenerlo y saber que es “contra la ley”.


Esta extraordinaria historia del libro Me dicen “el más loco” fue publicado en una versión extendida en la revista mexicana Vice (vice.com)

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