radar

Domingo, 18 de septiembre de 2011

>EL CASO DEL SITIO ARGENTINO QUE SE ADELANTó A ESTO Y ES FUROR

Cuevana: la caverna de las películas

El gran enigma ante la llegada de Netflix se llama Cuevana y es el popular portal del streaming informal de series y películas –el sitio más visitado de América latina en su rubro, con 450 mil usuarios, 750 mil visitas diarias, según cifras en constante ascenso–. La pregunta que se hace todo el mundo es: ¿por qué el público va a pagar por algo que en buena medida ya obtiene en una calidad aceptable y gratis? Unos meses atrás, Tomás Escobar –creador de cuevana.tv junto a dos compañeros del colegio secundario, Mario Cardosio y David Fernández– hizo su primera gran aparición pública al darle una entrevista a la revista Rolling Stones en la que declaraba que “no queremos que la gente deje de ir al cine. Si matamos el cine, a la larga, nos matamos a no- sotros mismos”. Escobar –un sanjuanino de 22 años que actualmente reparte su tiempo entre Cuevana y sus estudios de Ingeniería en Computación en Córdoba– dice que lo que les permitió adquirir semejante popularidad fueron “el boca en boca y las redes sociales”, sobre un proyecto que se propone como una comunidad, en la que “aquel que tenga ganas de colaborar, lo puede hacer”, y declaraba en aquella entrevista que imaginaba para el futuro poder trabajar junto con los cines y las productoras, no en su contra. “No pretendemos vivir de Cuevana: nuestra finalidad es difundir un servicio que creemos necesario para los tiempos de hoy. Consideramos que la industria ha demorado mucho en los desarrollos obvios del acceso a los contenidos en Internet.” Cuevana asume como una realidad el hecho de que la televisión ya no se consume como se hacía hasta hace unos años, en episodios semanales, sino en streaming (legal y del otro), o en largas maratones en DVD, pero siempre sobre el concepto de que el espectador es quien decide cuándo, cuánto y dónde. En otra entrevista, con el periodista Leandro Zanoni (ver Blog.com.ar), Escobar señaló –cuando los dueños de Taringa! ya habían sido procesados– que “la realidad es que estamos ante un cambio sociocultural profundo, que está colisionando con lo que la ley (o la moral misma) identifica como correcto o incorrecto. Hoy en día la gente ve películas online gratis (como también comparte muchas otras cosas en Internet), y no ven esto como algo moralmente malo. Entonces es muy difícil juzgar esta situación legalmente cuando la cultura está evolucionando en contra de lo que define la ley al respecto”. Sin embargo, para el presidente de la Cámara Argentina de Videoclubes, Marcos Rago, los responsables de Cuevana “no son otra cosa que organizadores y administradores de actividades delictivas” (“Todos hablan de Cuevana”, junio 2011, de la publicación colombiana www.semana.com). En la misma nota, el experto en cultura digital Pablo Arrieta señalaba que “la legislación podría frenar a Cuevana, pero saldrán otros sitios que harán lo mismo o mejores cosas” y proponía que “los detractores deberían más bien proponer sitios web que presten un servicio como el Cuevana, pero legales e igual de fáciles de usar. Sólo así, dice, perderán terreno los informales”.

Consultado sobre la potencial injerencia negativa que la existencia y popularidad de Cuevana y otros sitios afines pueda tener sobre el negocio que acaban de lanzar en Latinoamérica, Jonathan Friedman, de Netflix, responde con saludable despreocupación: “La gente ha elegido el servicio de Netflix por más de 10 años en el mercado de los Estados Unidos, es 100 por ciento legal. Ocurre lo mismo con el agua, todos podemos conseguir agua gratuitamente y sin embargo mucha gente sigue optando pagar por el agua en botella, porque es seguro y es conveniente. Así y todo siempre habrá personas que tomarán agua de la canilla”.

Compartir: 

Twitter

No puedo dejar de mirar: Malcolm McDowell como Alex, en La naranja mecánica (1971), de Stanley Kubrick
SUBNOTAS
 
RADAR
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.