Desde Santa Fe

La decisión de Miguel Lifschitz de proponer al fiscal federal ad hoc de Rosario Bruno Netri como vocal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Santa Fe (Sala I) escandalizó esta semana en Tribunales. No porque sea el sobrino del ministro de la Corte Suprema de Justicia, Mario Netri, sino porque la Casa Gris volvió a saltear el orden de mérito en el Consejo de la Magistratura ‑y al ganador del concurso, que era el juez Nicolás Falkenberg‑, omitió la perspectiva de género ‑a la jueza Susana Luna, que salió sexta‑ y designó para el cargo a un colista que terminó décimo cuarto, aunque después lo ascendieron a undécimo. El ministro de Justicia Ricardo Silberstein justificó la bolilla negra a Falkenberg y a Luna con el argumento de que ambos ingresaron al concurso por amparos judiciales en 2014, hace ya dos años, admitió que la represalia por esa defensa de sus derechos era no enviar sus pliegos a la Legislatura aún cuando hubieran quedado en los primeros lugares y elogió a su elegido. "Técnicamente, Netri pasó el examen de admisibilidad", le dijo a Rosario 12.

El miércoles, Silberstein pasó por la Legislatura, donde se reunió a puertas cerrada con la comisión de Acuerdos, que dos horas después recibió a Netri. El jueves, a las 13, estaba prevista la Asamblea Legislativa para tratar el pliego, pero fracasó por falta de quórum. Así que la segunda convocatoria será el jueves que viene, a la misma hora, y si sucede lo mismo, el nombramiento saldrá de manera tácita.

Ya en setiembre, Lifschitz había salteado a Falkenberg y a Luna al proponer a otros seis candidatos para completar tres de las cuatro salas de la Cámara Penal de Santa Fe. Designó al segundo en el concurso, el juez Alejandro Tizón; al tercero, el fiscal Jorge Andrés; al cuarto, un ex funcionario de su gabinete, Fabio Mudry (ex mano derecha del ministro de Gobierno, Pablo Farías); al séptimo, el juez Enrique Alvarez; al noveno, Fernando Gentile Bersano y al décimo, el juez de Vera, Nicolás Muse Chemes.

El plan fracasó con el último, Muse Chemes, quien tuvo cuatro impugnaciones por una sentencia machista que obligaron al gobernador a retirar su pliego antes de que lo rechazaran. El 6 de octubre, la Asamblea Legislativa avaló a los otros cinco camaristas que ya asumieron sus cargos.

Ante la caída del pliego de Muse Chemes, Lifschitz tenía la posibilidad de volver al orden de mérito o seguir con la bolilla negra a los amparistas. Y entre el primero y el último, eligió al último. Falkenberg ganó el concurso con 172 puntos y Netri quedó décimo cuarto con 126, aunque protestó el cómputo y lo ascendieron al puesto once con 131,60. Otro magistrado, Cristian Fiz, también sumó ese mismo puntaje, pero entre Fiz y Netri, Silberstein se inclinó por el sobrino del ministro de la Corte.

 ‑¿Por qué propuso al que salió último y no al que ganó el concurso? ‑le preguntó Rosario/12

‑Es el criterio que históricamente ha tenido el Poder Ejecutivo. Desde que comenzó el nuevo sistema penal, nunca se remitieron pliegos de jueces que concursaron a través de amparos judiciales ‑contestó Silberstein. "Esa es la visión de la cautela judicial. Si el Poder Ejecutivo tiene una autolimitación, no puede ser que otro poder tenga una inmisión dentro del PE." 

‑Sabe que Netri fue impugnado porque no tiene antigüedad

‑Cumplió los recaudos. Técnicamente, pasó el examen de admisibilidad. Y era el que seguía por orden de puntaje ‑lo defendió el ministro.

La impugnación es porque ‑según el abogado Marcos Soto‑ Netri carece de las "calidades" que demanda la Constitución de Santa Fe. "El artículo 84 exige para ser juez de Cámara, entre otros requisitos, tener 'diez años de ejercicio en la profesión de abogado o de la magistratura'. El doctor Netri nunca ejerció la profesión de abogado, hasta 2007 era empleado judicial" y luego "ejerció funciones esporádicas como funcionario en la justicia federal, con lo cual ni al momento de la inscripción del concurso (agosto de 2014) ni en la actualidad cuenta con los requisitos exigidos por nuestra Carta magna", explicó.

Netri ya dio que hablar hace un mes y medio cuando hizo su aporte a un intento por tumbar la causa por el vaciamiento del Banco Provincial de Santa Fe.