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El presidente de Central, Horacio Usandizaga, admitió por primera vez públicamente su intención de desvincular a Kily González del plantel, como adelantó Rosario/12, y se negó a encontrarse con el jugador. "No me voy a reunir con él porque ya sé lo que piensa. Igual no va a jugar", dijo el Vasco, al tiempo que mandó al frente al entrenador Gustavo Alfaro, quien está disconforme con el rendimiento del mediocampista. "Los técnicos nunca van al frente, se lavan las manos como Pilatos y nos usan a nosotros para que digamos sus pensamientos", dijo Usandizaga. También reprochó a los hinchas que hicieron la marcha hasta la sede del club y su casa en contra de colocar butacas en las tribunas populares. "Antes, cuando robaban en el club, no se quejaban". Y agregó: "Yo no estaba porque si no me bajaba y me peleaba con todos". Y 2no se privó de confiar que el ex técnico Leonardo Madelón se fue porque no le aumentaron los honorarios, que estimó en 80 mil dólares por mes. El Vasco habló ayer por Radio del Plata. Y confirmó que, pese a las restricciones reglamentarias para rescindir el contrato a un jugador lesionado, no quieren continuar la relación con el Kily. "El técnico coincide que ya trabajó mal la pretemporada pasada y ahora (por la lesión) tampoco va a rendir en su nivel", dijo el presidente del club. De este modo, el Vasco fue terminante sobre las posibilidades del jugador símbolo de Central. "No me voy a reunir con él porque no tengo por qué, si pretende que le paguemos los seis meses se los vamos a pagar pero igual no va a jugar", dijo el dirigente, quien comentó que fue después del partido con Lanús cuando se dio una controversia con la comisión directiva y le ofrecieron terminar la vinculación. Como sabe que el Kily es un jugador muy querido por los canallas, Usandizaga puso una de cal y una de arena. Afirmó que quiere que el jugador se vaya para que no le saque más plata al club, pero dijo que rescata que el Kily "se portó muy bien en su momento cuando no tenía contrato, fue un gesto a destacar". Usandizaga también se refirió a los refuerzos y las posibles ventas. "No hay intransferibles en el plantel", afirmó y señaló que el jugador que más le gusta es Andrés Franzoia. "Me volvió loco Vitamina para traerlo y después no lo ponía", se quejó. Con la dosis de maldad que lo caracteriza, el Vasco se refirió a la partida de Leonardo Madelón: "Se fue porque no le aumentamos como el pretendía. El ganaba 500 mil dólares de contrato por año y recibió 200 mil por el premio de salvar a Central del descenso, en total casi 80 mil dólares por mes". Así, clausuró cualquier discusión sobre el tema. Sobre los hinchas que resisten las refacciones del estado, el Vasco no anduvo con eufemismos, al referirse a la manifestación frente a su casa: "Digan que yo no estaba porque si no me bajaba y me peleaba con todos. Nunca escracharon a ningún dirigente porque le tenían miedo a los barras. Los 300 que vinieron a mi casa si ven a un barra se espantan". Al mismo tiempo que Usandizaga hablaba con una radio, su hijo y mano derecha, Manuel, hizo declaraciones en otra. Confió en conseguir dos refuerzos para la próxima temporada, negó haber mantenido una discusión con el Kily y desestimó los motivos de la demanda judicial de Paulo Ferrari, al tiempo que anunció que le iniciarán un juicio penal por falso testimonio.