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Domingo, 25 de mayo de 2008

SOCIEDAD › 25 DE MAYO

Dormite patria

La escarapela asociada a la lucha del campo -ahora se sabe recomendada por un consultor-, hará su despliegue hoy en esta ciudad del Monumento a la Bandera. Lo telúrico y los símbolos para decir que "la patria es el campo". Pero detrás hay una larga historia de desencuentros no sólo entre el peronismo y el agro, sino entre el interior y Buenos Aires, la ciudad y el campo; el modelo agroexportador y el de sustitución de importaciones. También entre la Sociedad Rural y la Federación Agraria.

 Por Leo Ricciardino

No hacía falta contratar a ningún consultor de la derecha para asociar la escarapela a la lucha del campo. Cualquiera sabe que la escarapela (que es la patria) es siempre un intento por unir, juntar, abrigar, delimitar y traer hacia una consigna, proyecto o idea, precisamente, el concepto de Nación. Por ende, si tenemos la escarapela, la lucha, la idea, y vos venís para acá, somos la Nación. Y el "nosotros" en este tema es clave. No hacía falta contratar a nadie -pero lo contrataron "no sé, habrá sido la Sociedad Rural", dijo Pablo Orsolini desde la Federación Agraria Argentina-. Cuántas veces se escuchó a lo largo de este conflicto que "todos vivimos del campo", si todos vivimos del campo estamos a un paso de "ser el campo" y si dimos ese paso el "campo es la Nación". Pero los símbolos siempre funcionan en el marco de un tironeo en pos de un idea sectorial. Lo cierto es que el campo y la ciudad no siempre han tenido una relación armónica. Como tampoco la ha tenido el interior y Buenos Aires, y ni siquiera el gaucho y el campo surgido después de la mitad del siglo XIX. Y tampoco los inmigrantes de principios del siglo XX que fueron las manos del campo, el grito del campo, después los dueños medianos del campo enfrentados a la Sociedad Rural de grandes propietarios, pero también asociados en muchos momentos de la historia. Y mucho menos Perón con el IAPI y el Estatuto del Peón. "El 25 de Mayo como otras tantas efemérides, siempre son fechas que tienen un enorme poder simbólico. Entonces en la sociedad existe una disputa por dar una carga determinada a ese símbolo o a esa efeméride", empieza diciendo a Rosario/12 Gustavo Guevara, doctor en Historia, titular de la cátedra "Problemas Latinoamericanos Contemporáneos" de la UBA, y de "Historia de América III" de la UNR.

El profesor Guevara, como todos los historiadores trata de "evitar hacer una extrapolación entre el pasado y el presente, pero eso no significa que no haya que pensar el pasado y el presente como una relación compleja y problemática, pero relación también al fin". Entonces propone que si nos remitimos a aquel 25 de mayo de 1810 "las características que tuvo estaban relacionadas con las coordenadas históricas de aquel momento. La fecha remite en sí misma a un fenómeno que estuvo circunscripto a la ciudad de Buenos Aires, en ese primer puntapié inicial. Que a la vez tiene sus réplicas o sus antecedentes inmediatos en lo que está pasando en toda la América colonial que quiere romper sus vínculos con España".

Guevara sostiene entonces que estasfechas "tienen un enorme poder simbólico. Entonces en la sociedad existe una disputa por dar una carga determinada a ese símbolo o a esa efeméride. Las distintas connotaciones no es algo que esté saldado en nuestro país. Si nos remitimos a 1810, ahí hay una primer cuestión que es que el sector que impulsa el pronunciamiento, la destitución del Virrey y la instauración de la nueva junta se encuentra con una realidad contradictoria en el interior. Porque hay sectores en donde todavía hay una posición de relativa fortaleza de España que asume una posición más conservadora. Aquella Primera Junta de Gobierno ya tiene un debate en dónde cómo incorporar al interior a este proceso que se ha abierto. Y el propio Mariano Moreno va a sacar dos resoluciones distintas porque en un primer momento el plantea formar un Congreso aparte con los delegados del interior y después finalmente van a quedar incoporados y esa Primera Junta, en diciembre de 1810 se transforma en la Junta Grande. Incluso, Buenos Aires tiene que organizar una expedición militar para avanzar sobre estos distintos focos de resistencia en el interior".

-La actual puede ser entonces, ¿la misma lucha de siempre entre el Interior y Buenos Aires?

-El Interior y Buenos Aires, en este contexto, ninguno de los dos polos son homogéneos. Se van a ir dando distintas circunstancias en donde se van a producir encuentros y desencuentros. Si uno lo ve incluso a través del tiempo, desde el punto de vista demográfico Buenos Aires concentra el porcentaje mayoritario de la población, entonces eso le da un peso específico que a la hora de discutir políticas como el presupuesto nacional haga valer esa misma gravitación.

-Ahora, en todo lo que es la historia de las batallas del interior, digamos que Rosas o Quiroga, hubieran tenido una 4x4...

-Bueno, el caso de Rosas gobernador de la Provincia de Buenos Aires, del Partido Federal y él mismo ligado fuertemente a los intereses de los poderosos hacendados de esa provincia. Y sin duda, más allá de las coyunturas históricas, él expresaba a ese sector y tenía evidentemente los elementos más lujosos o sofisticados que tenían sus contemporáneos.

En tren de seguir analizando la historia, el campo y la ciudad, el Interior y Buenos Aires; y siempre forzado por el periodista para "traer" los ecos de esas batallas al presente; Guevara se resiste académicamente y apunta que "desde la ponemos una fecha, un hito que es 1880. Ese se podría decir que es un punto de inflexión importante porque es donde se consolidad el modelo agroexportador. Ya con Rivadavia tenemos una primera ley de eufiteusis que avanza con el tema del reparto de la tierra. Ese primer reparto se va consolidando durante el período del rosismo, pero después hay otro elemento fundamental que es la famosa Conquista del Desierto: El exterminio de los indígenas permite una apropiación masiva de esas tierras que estaban situadas en la Pampa Húmeda. La División Internacional del Trabajo en esas últimas décadas del siglo XIX hace que la Argentina deje de ser un país fundamentalmente exportador de cueros y ganado y se incorpore ya como país exportador de cereales y, justamente, la primera exportación de cereales se da acá en el sur de Santa Fe. Entonces, se va modificando el rubro de producción y eso va ligado a esta insersión en el mercado internacional pero a esta apropiación masiva de tierras a partir de esta conquista que hace Roca del desierto". Y apunta que acá en Argentina el modelo agropexportador se da a su vez "en un espacio geográfico donde no está ni esta población indígena prexistente porque ha sido mayormente exterminada o marginada; ni tampoco como en otros casos -Brasil o Cuba-, sobre la mano de obra esclava. Entonces algunos autores han hablado de `áreas vacías', para expresar que acá hubo un asentamiento sobre espacio que permitió una movilidad social importante y eso es una marca distintiva del caso argentino. Ahora, el problema es que el modelo agroexportador para la época de la crisis del '30 alcanza sus límites y muestra la debilidad de un país centrado únicamente en el crecimiento hacia afuera".

El profesor Guevara recuerda que el corazón del modelo agroexportador es la pampa húmeda. "Ahora, Tucumán produce azúcar o Misiones yerba, entonces se van dando economías regionales con sus particularidades pero podríamos decir que eso es perisférico y complementario al corazón del modelo. Y es por eso que algunas de esas industrias sólo pudieron sobrevivir merced a políticas proteccionistas de los distintos gobiernos".

-También, a partir de 1880, se da la primera inmigración que da a su vez una nueva división de la tierra.

-Claro, por un lado tenemos algunas zonas en la que esta inmigración accede a la propiedad de la tierra, a la pequeña y mediana propiedad. Y en otras zonas no se accede pero se consolidad esa figura de chacarero que aunque no es propietario de la tierra, la enorme fertilidad y el rendimiento que tiene permite pagar el alquiler que tiene que rendir al dueño de esa tierra y al mismo tiempo una acumulación que le permite diferenciarse de ese otro campesinado pobre y marginal que es un elemento muy característico del resto de América Latina. Si uno piensa en México donde un revolución en 1910 abrió el camino a la reforma agraria tuvo como motor principal a un campesinado que estaba despojado de la propiedad de la tierras y vivía en condiciones de extrema pobreza.

-La mano de obra campesina en Argentina también se fue modificando mucho.

-Sucede que después del 30, y pesar de la crisis, comienza a evolucionar la maquinaria agrícola y se da una mecanización del campo. A partir de allí baja la demanda de mano de obra estacional que era cubierta en los primeros años del 1900 por los inmigrantes en gran medida. Esto hace que entre el 30 y 40 se de una enorme migración interna que son los momentos clave del importante desarrollo de las grandes ciudades como Rosario, Buenos Aires y Córdoba. Y fue el momento de auge del proceso de industrialización por sustitución de importaciones, entonces ahora los núcleos urbanos eran los que requerían una gran cantidad de mano de obra, por la fuerte expansión industrial que se orienta a proveer los bienes demandados a su vez por estos nuevos sectores urbanos.

-Hay una patria disociada desde hace muchos años desde ese punto de vista. Según para dónde iba el modelo en cada momento: Las exportaciones o la sustitución de las mismas, ¿no?.

-Claro, porque Argentina no estuvo ajena a los procesos de evolución del capitalismo que se fueron dando a nivel mundial. La crisis del '30 terminan con las políticas del "dejar hacer" y comienza la introducción de las políticas keynesianas con la intervención del Estado donde el peronismo del 46 al 55 sería una clara expresión de todo esto. Y esos distintos momentos, esas políticas están expresando una relación de fuerza. Entonces, más que una disociación entre campo y ciudad yo diría que se va dando una articulación distinta en función de la insersión que se está dando y de las características del mercado mundial.

-¿Por qué al peronismo le costó históricamente llevarse bien con el campo?

-Bueno por un lado lanza el famoso Estatuto del Peón en el cual se otorgaban toda una seria de derechos para los trabajadores rurales que fue muy irritativo para la Sociedad Rural Argentina. Después, el peronismo crea el IAPI que era un instituto por el captaba recursos en función de la venta de productos agrarios en el mercado externo, y los reorientaba hacia la industrialización también fue otro elemento irritante con el campo. Esa idea de que hay que reorientar recursos de un lado hacia otro está bastante vigente. De todas maneras, el peronismo no llega nunca a lanzar la reforma agraria como sucedió en otros países de América Latina.

Sobre la diferencias del campo, que se pueden medir sobre todo en hectáreas, el profesor Guevara apunta que la Sociedad Rural creada por Martínez de Hoz a mediados del siglo XIX "representa lo más concentrado de la propiedad de la tierra. Pero en 1912 se la existencia de la Federación Agraria, que representa a este sector intermedio que a lo largo de su historia va a tener a veces alianzas con los sectores de los trabajadores rurales y a veces alianzas con la SRA en contra de los trabajadores del campo. Hay un juego pendular según las coyunturas históricas por parte de la FAA. En 1919 es un período de lucha, de enfrentar a los terratenientes y en 1930, es un período de apoyo y simpatías hacia el golpe de Uriburu. Y esa oscilación tiene que ver con esta situación intermedia que representa la FAA".

Para este doctor en Historia, el problema está dado "en que el capitalismo es un sistema basado en la competencia. Y si bien hay una contradicción entre el capital y el trabajo, también hay un antagonismo entre los distintos capitales. Y esto va generando una dependencia al interior del capitalismo donde los grandes tienden a concentrar y a ser cada vez más grandes absorbiendo a los pequeños y medianos productores. Entonces, hoy la SRA representa a un sector de grandes propietarios, pero en el mapa productivo ingresaron estos famosos pooles de siembra que van obligando a mostrar que hay sectores que tendencialmente no podrán sobrevivir en los términos en que sí lo podían hacer una década atrás. Hay una dinámica que tiene que ser rediscutida y en ese sentido pensar cuál es el proyecto más abarcador y equitativo".

-¿Cómo funciona esta cuestión del campo con la figura del gaucho, simbólicamente, cuando muchas veces el gaucho es un personaje castigado por la aparición del campo como unidad productiva, con el alambrado y toda la tecnificación?

-Como decíamos, siempre se manifiesta una disputa sobre cómo se carga de sentido cada fecha. Acá lo que está claro es que subsiste la discusión sobre el proyecto de país que se quiere imponer y esta discusión hace que cada una de la fracciones en pugna trate de enfrentarse a la sociedad como que encarna el interés del conjunto de la Nación. Entonces esta idea de la escarapela, el gaucho y demás, es deliberada para asociar al campo donde reside lo telúrico y -por ende- asociado al concepto de Nación. Y en ese marco la figura del gaucho es emblemática. Pero está claro que el campo solo no es toda la patria, y que el campo es muy heterogéneo porque existen campesinos nucleados por ejemplo en el MOCASE que nuclea a pequeños agricultores que viven enfrentando esa situación del avance de la propiedad privada sobre pequeñas zonas que ellos vienen cultivando desde épocas ancestrales, pero con el avance del boom sojero van siendo desplazados y expulsados. El campo es heterogéneo y a veces se busca simplificar eso para aparecer como los portadores de una idea de Nación y expresión del conjunto. Por eso hay que discutir a qué sectores y qué modelo se quiere favorecer en el tema del campo, porque es obvio que no todo es lo mismo.

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Imagen: Alberto Gentilcore
 
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