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Jueves, 5 de septiembre de 2013

PSICOLOGíA › GENES PERFECTOS: ¿QUé NOS HACE HUMANOS?

El deseo y el delirio de la razón

 Por Sergio Zabalza*

El horizonte que la manipulación genética insinúa despierta esperanzas, pero también fundadas inquietudes. Desde la prevención de enfermedades hasta la creación de monstruos inteligentes, nuestra fantasía galopa acicateada por la pregunta acerca del límite que nos permite considerarnos humanos. Días pasados se difundió la noticia del primer nacimiento de un niño con "genes perfectos". Un ser cuyo soma proviene de un embrión elegido por estar libre de trastornos de índole genética.

Ahora bien, la elección de los genes no asegura de ninguna manera el indispensable factor a partir del cual se constituye una persona. Para decirlo de una vez: no se puede manipular el deseo de tener un hijo porque no hay padres perfectos. Y quizás sea ésta la clave que por excelencia nos hace humanos: llegamos al mundo --en el mejor de los casos-- como resultado del deseo arbitrario, y a veces caprichoso, de una persona en un momento de su trayectoria vital.

Esta condición, sin duda traumática, nos introduce a la vez en el mundo de la pasión y la búsqueda de sentido que, para cada uno, puede adquirir el hecho de estar vivo. Valga el ejemplo de Miguel de Unamuno, filósofo y escritor para quien el suicido del padre significó el misterio inicial de su vida, o de tantos otros que hicieron de la carencia una causa para conformar un cuerpo y una historia.

Es que los hijos llegan por amor, pero también por revancha, odio o desesperación. A veces para rescatar al hermano --tal el caso de Javier, el niño español quien no hace mucho fuera engendrado para donar células al primogénito--, y otras para reemplazar al hijo fallecido, incluso para cargar con su nombre.

Sucede que el deseo se escurre entre los meandros del lenguaje y es casi imposible discernir lo que realmente quiere quien dice anhelar un hijo. Salvo que la ciencia intente manipular el lenguaje. No sería la primera vez. Durante el siglo XVII, el filósofo Gottfried Leibniz, considerado una de las personas más inteligentes de la historia, planteó la necesidad de modelar las lenguas según las pautas que marca la lógica. La iniciativa no prosperó, parece que por aquella época el delirio de la razón todavía tenía sus límites. ¿Hoy?

*Psicoanalista. Miembro del Equipo del Hospital Alvarez de Buenos Aires.

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