El gol sale para todos

Por Rudy

¡Veintidós años, lector! Hace 22 años que nos encontramos todos los sábados, llueva, truene o relampaguee, en su casa, con usted. Con su familia, con sus amigos, con su perro, que quizá le lleve el Sátira a la cama. ¿Se acuerda de aquel septiembre de 1987? Estábamos en el medio del Plan Primavera, Rico era Dignidator, los radicales estaban en el gobierno, y en el poder, Cafiero era el candidato a gobernador de Buenos Aires y casi seguro... casi, casi... presidente del ’89 porque “con el peronismo unido, el ’89 es pan comido”, decían los carteles. Mientras tanto, en La Rioja se cocinaban unos “ñoquis a la menemista” que después todos los argentinos tardamos 10 años en digerir, por esa costumbre que tenemos de repetir todo, aun lo que no nos gusta, lo que nos cae pesado...

En 1987 nadie imaginaba que De la Rúa podía ser un presidente aburrido... aburrido puede ser, pero ¿presidente? En 1987 vino el Papa, vino la obediencia debida luego de unas Pascuas muy poco felices, Rusia era Soviética. Alemania era occidental y oriental, Ronald Reagan presidía el Irangate, Los Simpson no habían nacido, nadie tenía celular, y la Argentina era el último campeón del mundo, luego de ese ’86 increíble, en el que la mano, el pie y la cabeza de Dios hicieron lo suyo.

En septiembre de 1987, un día antes de las elecciones que marcaron el fin del sueño alfonsinista, 12 años después del Rodrigazo y 14 años antes del corralito, mientras Juan Vital Sourrouille era el ministro de Economía y Cavallo solamente era recordado (u olvidado) por ser quien estatizó la deuda privada en tiempos nefastamente militares, en esos tiempos, lector, aparecía SátiraI12 por primera vez.

Y ahora, mientras todos miran fútbol, discuten fútbol, hablan de fútbol, mientras el país prepara los festejos o las excusas, mientras todo eso pasa, nosotros, los que hacemos SátiraI12, seguimos intentando lo mismo de siempre; o sea, hacerlo reír a usted, y a usted, la que está al lado de usted, y a ustedes y a ustedes y a ustedes también y a vos también.

Hasta el sábado, lector.