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Sábado, 26 de diciembre de 2009

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Casados en 2008 en España, César Cigliutti y Marcelo Suntheim, presidente y secretario de la CHA, buscan ahora que esa unión sea validada también en Argentina.

Atacar por todos los frentes: esa parece ser la lógica mediante la cual la Federación Argentina LGBT, por un lado, y la CHA, por el otro, pretenden que en la Argentina las parejas del mismo sexo tengan ¡cuanto antes! todos los derechos que tiene cualquier pareja. Y para ello, luego de las idas y vueltas que primero demoraron la discusión en el Congreso sobre la ley de matrimonio y luego el casamiento que Alex Freyre y José María Di Bello estuvieron a punto de celebrar a principios de diciembre, César Cigliutti, presidente de la CHA, y su pareja, Marcelo Suntheim, secretario de la organización, decidieron sacar a relucir su condición de marido y marido, obtenido en enero de 2008 en España, para que sea inscripto por la Justicia argentina. Con ese fin se presentaron el viernes pasado ante la jueza María Rosa Bosio, a cargo del Juzgado número 92, quien recibió la solicitud mediante la cual la CHA pretende demostrar que el matrimonio de Cigliutti y Suntheim tiene plenos derechos con efectos jurídicos ya que Suntheim tiene, además de la ciudadanía argentina, la alemana, y porque el casamiento se realizó con todas las exigencias administrativas de la legislación española. Pero lo que la Justicia argentina suele inscribir, luego de un trámite judicial, sin mayores contratiempos, en el caso de los matrimonios heterosexuales celebrados en otros países, no lo hace de la misma manera con las parejas del mismo sexo porque hasta ahora no contemplaba, sencillamente, casos como éste.

"Además de reivindicar nuestros derechos, de lo que se trata es de obtener mayores garantías legales para nuestras parejas. Por eso yo no diría que esta presentación judicial es una nueva estrategia o una argucia legal más, sino una acción en positivo", dice Cigliutti, al tiempo que comenta que la decisión de casarse en España no sólo fue un acto de amor sino también una "manera de hacer docencia". Para el presidente de la CHA no es su matrimonio lo que está en discusión, sino el modo en que la legislación argentina no contempla casos como el suyo. "No conozco antecedentes en otros países de parejas del mismo sexo que hayan querido inscribir un matrimonio realizado en el extranjero. Y si nos demoramos en hacerlo hasta ahora fue por diferentes motivos: el tiempo que llevó redactar el documento, un problema de salud que tuve, y lo inminente que parecía la salida del matrimonio, primero en el Congreso y luego en el caso de Freyre y Di Bello".

Para Cigliutti, el hecho de haberse casado en España de ningún modo está reñido con su defensa de la unión civil. "La unión civi fue el primer reconocimiento que tuvieron las parejas del mismo sexo en Latinoamérica. Pero ya entonces sabíamos que era algo insuficiente, y que había que ir por los plenos derechos, con el nombre que fuera. Con Marcelo ya somos un matrimonio, somos marido y marido, estamos casados según la ley de España, que es reconocida por toda la comunidad europea. Y nuestro deseo es que en la Argentina se reconozca nuestro matrimonio para que exista un antecedente en el reconocimiento de nuestras parejas."

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