1 Este alhajero fue el primero con el que tuve contacto desde niña. Mi madre (que ya falleció) guardaba ahí sus joyas. Para mí era mágico y mi curiosidad hacía que revisara seguido, jugando y poniéndome todo lo que había ahí adentro. Cuando murió mi madre, decidí quedarme con él y hoy guardo allí mis propias alhajas.

2 Soy propietaria de una chacra en Aluminé (el pueblo neuquino donde nací) y ahí tengo un criadero de pavos reales. Esas aves majestuosas a las que imito (con su consentimiento, claro), ya que además de usar sus plumas para embellecer mi imagen, suelo copiar los colores para el maquillaje, los movimientos que hacen cuando danzan y hasta el grito que usan en el cortejo: “Míoooooooooo... Míooooooooo... Míoooooooo”. Llamo a este sonido “serenata real” y habitualmente lo uso para seducir al resto de los mortales.

3 En mis tiempos libres suelo recorrer los bosques de Aluminé, siguiendo el canto de los pájaros para poder avistarlos. También me interesan las plantas: soy una enamorada de la naturaleza de cada lugar que visito. Para mí es fundamental, cada vez que llego a un lugar, conocer sus aves y sus plantas. Por eso este libro, Guía para la identificación de las aves de Argentina y Uruguay, de Tito Narosky y Darío Yzurieta, es tan importante para mí.

Siento una gran afinidad por el trekking de alta montaña, y si bien esos terrenos no están preparados para plataformas de 20 cm, me las ingenio.

Foto y producción Sebastián Freire

Agradecimientos: Juan Manuel Cativa y Marina Ruiz Mala. Vestidos Sathya. Ayudaron San, Sofa y Giu.

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