soy

Viernes, 20 de julio de 2012

MUNDO INTERIOR: EN EL CHAVELA BAR ILSE LEVANTA LA COPA

La libertad increíble

Dos años de matrimonio igualitario

 Por Katharine Kai Allen *

Al subir al escenario del Bar Chavela, el lugar de encuentro creado en julio de 2011 para la comunidad glttbi en el centro de Rosario, Ilse Fuskova miraba a cada lado, su mirada cayendo fijamente en el público antes de hablar. “La primera cosa que me impresionó cuando entré en Chavela —apuntó la activista— fue la cantidad de ventanas que tiene, que estas ventanas miran hacia la calle. Aquí no se esconde nada.” Fuskova, que en el año ’91 apareció en el programa de Mirtha Legrand como la primera mujer en declararse públicamente lesbiana frente a las cámaras de televisión, ha marcado varios pasos en el trayecto de la visibilidad lésbica, de acción para los derechos sociales de las personas glttbi y la libertad subjetiva desde la escritura, los espacios públicos y los medios. “Cuando aparecí en la televisión en los años ’90 —expresó la activista, observando de nuevo las ventanas que miran hacia la calle Ayacucho—, muchas de mis compañeras feministas me decían que no fuera al programa, que me iban a querer humillar.” Sin embargo fue y, al contrario, no se sintió humillada sino motivada para seguir en su trabajo de militancia, una militancia que Fuskova vincula con la hermandad, la comunidad y la visibilidad. Según ella, a través de las sanciones de leyes como la del matrimonio igualitario, “nos hemos ido situando en un lugar de libertad increíble”.

Esta libertad sobre la cual reflexionó Fuskova lleva en sus entrañas la historia de un movimiento incesante por parte de las organizaciones y agrupaciones glttbi en la Argentina, desde el origen del FLH (Frente de la Liberación Homosexual) en los años ’70 y la formación post-dictadura de la CHA, Sigla, el MLH en Rosario, Lesbianas a la Vista, Espartiles, e innumerables espacios que han subsistido o desaparecido en el tiempo. Después de años de organización y esfuerzo por parte del colectivo glttbi, la ley de matrimonio igualitario fue aprobada el 15 de julio de 2010 por el Senado de la Nación. Sancionada con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones, la ley marcó un momento histórico, convirtiendo a la Argentina en el primer país de Latinoamérica y el décimo en el mundo en otorgar el derecho de casarse a las parejas del mismo sexo. Según la Comunidad Homosexual Argentina, más de 6 mil matrimonios entre personas del mismo sexo han sido celebrados en el país a dos años de la aprobación de la ley, la mayoría de ellos realizados en la provincia de Buenos Aires y Capital Federal, y otras provincias que registran mayor cantidad de población, entre las cuales se cuenta Santa Fe, donde 664 parejas del mismo sexo, según la Federación Argentina LGBT, han optado por casarse.

La libertad nombrada por Ilse Fuskova, una libertad subjetiva realizada a partir del establecimiento de la libertad civil, fue celebrada esa noche, el 14 de julio, en el Bar Chavela, con la proyección del documental Matrimonio igualitario: una ley que hizo historia, y las presentaciones literarias de cuatro escritoras rosarinas, Gabriela De Cicco, Irene Ocampo, Mariana Vacs y Ceci Litoral. Desde el micrófono circularon visiones sobre la imposibilidad de la mujer en el lenguaje, reflexiones críticas sobre el matrimonio, interpelándolo como institución fundamentalmente patriarcal y heterosexual, e identidades plurales que buscan y se buscan en el otro, la otra, las otras. También habló Elsa San Martín, activista lésbica feminista, y Amalia Salum, una de las socias de Chavela, abriendo el discurso sobre las posibilidades de esta libertad planteada por Fuskova y destacando lo que queda por hacer en la amplificación de la categoría de “derechos” y la potencia libertaria en las calles y la cama.

Según San Martín, la invisibilidad de las lesbianas, con ley o sin ley, sigue siendo un problema no identificado y no trabajado desde el colectivo Glttbi. “Hay muchas lesbianas que se nombran gays —sostuvo la activista—, no se atreven a decir ‘soy lesbiana’.” Por otro lado, Salum enfocó en la falta de interseccionalidad entre identidad de género, orientación sexual y clase socioeconómica, una dinámica que no se contempla desde la ley de matrimonio.

A dos años de la aprobación de la ley nos encontramos en un momento de la “libertad increíble” apuntada por Fuskova. Sin embargo, esta libertad también lleva en sí la responsabilidad de reconocer lo que queda por rever. La aplicación efectiva de la Ley de Educación Sexual Integral y la modificación de la Ley Antidiscriminatoria, contemplando la discriminación por orientación sexual e identidad de género, quedan pendientes. Además, como marcaron San Martín y Salum, los avances a nivel social vienen por un camino más lento y falta la contemplación de las especificidades que corresponden a cada letra de la sigla y que nos lleva a preguntarnos qué estaremos celebrando en dos años más, cuáles caras estarán presentes en las convocatorias de festejo y qué caras seguirán mirando desde la vereda de enfrente.

Investigadora, Fulbright Research Fellowship, Depto. de Estado, EE.UU.

Compartir: 

Twitter

 
SOY
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.