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Viernes, 26 de julio de 2013

CON K DE KILOS

La política y el sexo en las redes sociales se llevan bien a veces y a veces de los pelos. Una tarde en el Congreso con los Osos Kirchneristas deja demostrado que no todos los peludos son gorilas ni todos los gays son progres.

 Por Pablo Pérez

”UN GRUPO DE HOMOSEXUALES KIRCHNERISTAS PELUDOS, QUE SE HACEN LLAMAR ‘OSOS’, ESTAN ENTRANDO A OPINAR EN NUESTRA PAGINA, LES PAGAN DE AGENCIAS Y CALL-CENTERS PARA ESPIARNOS Y MOLESTARNOS, POR FAVOR BLOQUEAR”, protesta así, en mayúsculas (que en la clave de las redes sociales simbolizan el grito) una de las Señoras Anti K, grupo de Facebook surgido en noviembre de 2012 que amplifica las consignas caceroleras hasta llevarlas al más desopilante absurdo. Los comentarios de las otras señoras, que ya son más de 1700, no se hacen esperar: “Qué horror, qué difícil se hace distinguir el bien y el mal ahora. Antes sabíamos que el mal llevaba pelo largo, pero ahora no sabés si estás con un patovica, con Fort o con un ‘oso’!”. “A nosotras nos gritan ‘gorilas’ —agrega otra— y ellos son unos desagradables mamíferos plantígrados desencajados de la escala evolutiva. Y la escala evolutiva de Dios, no de ese tal Darwin, que fue un kirchnerista británico que escribió un libro soez llamado La evolución de las especies. ¡Los osos al zoológico, no en nuestra página!”

Desde hace ya varios años, Facebook se convirtió entre otras cosas en un espacio de debate político encarnizado; podría decirse que para muchos es hoy un espacio de militancia política o antipolítica. Algunos lo encaran individualmente, como es el caso de muchos opositores al Gobierno que postean sus quejas contra la Presidenta, con todos los epítetos que ya circulan, como “KRETINA”, “KCHORRA” y “YEGUA”. “La muda que traduce a Cristina solicitó el retiro voluntario. Es imposible traducir tantas boludeces. Mañana se plegaría al cacerolazo”, escribe uno. Muchos de estos opositores son gays de clase media o clase media alta; protestan contra la corrupción, la inflación, la restricción cambiaria, la Asignación Universal por Hijo, las netbooks en las escuelas, etcétera. Entre puteada y puteada, varios mandan sus fotos de viajes, subidos a un camello ante las Pirámides de Egipto o tomando un daikiri en alguna playa del Caribe. “El puto es peronista, el gay es gorila”, es uno de los lemas de los Putos Peronistas, militantes organizados desde 2007. La política llega incluso a infiltrarse en los sitios de contactos gay, como por ejemplo en Manhunt, en el perfil de Anggelus que, al lado de la foto de su pija de 20x6, aclara: “MOROCHO, ACTIVO 100%, SANO, LIMPIO. Y BUENA ONDA / ANTI K !!”.

Meta un oso en el Congreso

Nos dimos cita en una de la entradas al Congreso de la Nación para hacer fotos en el Salón de los Pasos Perdidos, idea de Bernabé, creador del grupo Osos y Cazadores Kirchneristas que, con vocación de líder, nos hizo pasar a todos gracias a su labia y su carnet de prensa: “Venimos a hacer una nota, somos de Bajada de línea y Página/12”. “¿Una nota a quién?” La gestión duró unos pocos minutos y no sé a quién le dijo que entrevistaríamos, pero entramos. Mientras Sebastián hacía las fotos, yo miraba con un ojo a los políticos robustos y barbudos representados en los dos enormes cuadros que custodian el salón, “Los Constituyentes del ’53” y “La Apertura del Período Legislativo de 1886”, y con el otro a los muy jóvenes osos y cazadores, vitales y apasionados por la política desde el surgimiento del kirchnerismo: Bernabé Fernández Moyano es productor de televisión y militante de la JP Descamisados; Leandro Pisani, el oso más grandote y reservado del grupo, es estudiante y militante universitario en la JP de Buenos Aires; Matías Abt es estudiante del ISER y productor de radio, que por falta de tiempo milita poco, pero se mantiene cerca de los Putos Peronistas; Benjamín Carreras se ocupa de la administración de una empresa familiar dedicada a la construcción, mantenimiento y pintura, y está queriendo adentrarse en la militancia a partir de este grupo, tanto él como su familia son paraguayos “ultra K, activos en cuanto a opinión y en defensa del proyecto nacional”, “y de la Patria Grande”, agrega uno de sus compañeros; Marcos Lofiego, doctor en Química, es investigador científico del Conicet y docente universitario, no milita todavía, pero tiene la intención y las ganas.

Terminada la sesión de fotos, fuimos al bar de Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos. Pedimos un café solo, tres cortados, dos lágrimas. “Nos gusta la leche”, dice Matías.

Polémica en el bar

¿La idea la tuviste vos, Bernabé? Leí que escribiste en tu muro de FB: “Creé un grupo de osos kirchneristas para hablar mal de los gordos gorilas”.

Bernabé: ¿Sabés por qué? Una noche llegué de los festejos del 25 de Mayo muy entusiasmado. Habíamos militado ahí, marchando; emoción, fuegos artificiales. Me decía: bueno, renació el kirchnerismo después de unas semanas muy complicadas. Entro en Facebook y veo que hay un montón de conocidos de este subambiente, echando pestes.

¿El subambiente de osos?

Bernabé: Sí, soy un habitué, pero no vivo dentro de ese mundo. Así que dije: “Abramos un grupo para darnos ánimos entre todos”. Se fueron sumando un montón de amigos, yo conocía a 15 o 20 pibes, pero Benjamín apareció y de pronto éramos 250.

Matías: Creo que las redes sociales, además de este caso en particular, muchas veces sirven como lugar de catarsis de determinadas sensaciones, de un lado y del otro, entonces lo que sucede a veces es que vos abrís tu muro y todos tenemos amigos gorilas, como dijo un compañero, “gorilas que son hombres grandotes peludos y a los que les gusta la banana”. Pero, más allá de eso, siempre uno ve posteos en contra y como militante con este gobierno, y con el peronismo sobre todo, se siente muy ofendido.

Benjamín: Lo que pasa también es que, para el que no milita activamente, el medio más directo de entrar en contacto con eso es la red social. Por ahí el militante que está en las calles, que está en los barrios, tiene otro tipo de contacto y se saca toda la mierda, por así decirlo, de encima, haciendo cosas por los demás.

Matías: A veces sucede (no es tanto mi caso, pero sí el de mucha gente) que tienen interés en la política, pero no son realmente “animales políticos” interesados en la militancia. Pero tienen la opción de opinar desde las redes sociales.

¿Hace falta militar para ser un “animal político”?

Matías: Hay una diferencia entre opinar y hacer.

Marcos: Creo que hay muchos opinólogos políticos, más que animales políticos.

Las redes sociales también tienen una posibilidad de militancia, me parece...

Bernabé: Lo que pasó con nuestro grupo, a medida que fueron pasando los días, es que se fue creando un espacio interOrga: algunos militamos, otros no, pero todos estamos cerca de alguna agrupación. También lo que pasa es que, en la cuestión “LGTTBIXYZ”, todas las organizaciones han tenido un posicionamiento político y nuestros derechos civiles están cubiertos. Pero los grupos de Osos y Cazadores no tienen una posición política.

Benjamín: Son más que nada clubes sociales. Es interesante, porque los osos y cazadores tienen clubes sociales, pero no tienen militancia política, ni militancia de género como otros colectivos.

Me contaba un amigo que participó de las primeras reuniones predecesoras de la CHA, que al poco tiempo se dio cuenta de que ser puto no te une políticamente, que hay putos de clase alta, putos obreros, putos gorilas, putos de izquierda... Entonces, la homosexualidad no resulta siempre algo que pueda unir ideologías.

Benjamín: Eso no pasa solamente con la ideología política, pasa con lo físico, con la afinidad sexual, con el lugar donde a uno le gusta militar. En su momento surgió la necesidad de que el homosexual fuera reconocido, había un colectivo de homosexualidad donde estaban los osos, los plásticos, todos. Una vez que se reconoció a los homosexuales en la sociedad, empezaron a buscar sus afinidades dentro de un grupo, entonces es donde se van separando. Pero es como con todo: una vez que se logran posiciones o derechos en la sociedad, se van buscando otras cosas.

Entre opositores al Gobierno, mucha gente del colectivo lgttbi no reivindica siquiera los logros de la gestión kirchnerista con respecto a la ley de matrimonio igualitario o la identidad de género.

Bernabé: En general, el ideal de homosexual es un ideal muy de clase media y de ideas cosmopolitas. Una vez que fuiste aceptado, como con la ley de matrimonio, te olvidás de tu historia pasada. Entraste en la hegemonía, te comiste la hegemonía y empezás a discriminar. Eso es interesante en lo que vemos dentro de la comunidad de osos, donde muchos piensan como si fueran una vieja gorila de Recoleta.

Panza llena y corazón contento

En el grupo de Osos y Cazadores Kirchneristas predomina la discusión política; algunos comenzaron a asistir a un curso para formarse políticamente: “¿No querés terminar como Brancatelli y que te dé vuelta los argumentos la Fernández Barrios? Desde Osos y Cazadores Kirchneristas los invitamos a participar del programa federal de formación política a cargo de la Escuela Superior de Gobierno”. Además de la cosa política, se discute también sobre quién es el oso kirchnerista mediático más lindo, y todos los laureles se los lleva Pablo Camaití, conductor del noticiero de la medianoche de la Televisión Pública. Su reciente casamiento con una mujer dejó atrás las ilusiones de varios fans. Otros prefieren a los más maduritos, “tipo daddy”, como Aníbal Fernández. No faltan los que se organizan para ir a cenar juntos, por supuesto a “Perón, Perón”, o al teatro a ver a Thelma y Nancy, ni los que un poco perdidos buscan compañía para salir a la noche: “¿Alguien va para Eyeliner, compañerosos?”. La convocatoria sigue en pie: “Somos kirchneristas, peronistas y nos caben los gordos. ¡Para que reine el amor, la igualdad y los kilos de más!”.

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Congreso de Osos
Imagen: Sebastián Freire
 
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