soy

Viernes, 25 de abril de 2014

Fuera de cuadro

 Por Diego Trerotola

El curioso sofá
Obra pornográfica de Ogdred Weary
(Libros del Zorro Rojo)
Usted viaja a través de un erotismo entre cándido, bufo y surrealista delineado con el estilo de un ilustrador falsario de libros de Lewis Carroll. Esta obra pornográfica sin sexo explícito de Edward Gorey, que la firma con su nombre anagramado, es una muestra botona de su ultrasofisticado estilo verbal y visual, que lo convirtieron en uno de los más inclasificables creadores de libros de extraña hibridez, que están entre la historieta primitiva, la poesía nonsense y la narración misteriosa. Acá hay fiesta polimorfa y obscena (o sea, con mucho fuera de escena) entre un grupo que agita su vida sexual con la parsimoniosa elegancia de un ballet clásico, género que deleitaba a Gorey. Incluye zoofilia, baile con boa, tríos y otras parafilias.

Revista Clítoris N° 3
Historietas y exploraciones varias
Usted se desliza por ese lugar de máximo placer de la historieta feminista en las páginas de una revista independiente donde se cruzan las estéticas más diversas. Con estilos que van del fanzine a la ilustración profesional, se trazan una fábula de princesas que besan sapos que se convierten en otras princesas, un poema de Alejandra Pizarnik dibujado como melodrama lésbico, una pareja de madres lesbianas judías, entre entrevistas donde historietistas analizan sus obras. La yapa de luxe es un texto lúcido y erudito del guionista Alan Moore sobre el sexismo en la historia de los comics, donde celebra “el incremento de mujeres que trabajan en el medio”.

Como conejos
Ralf König
(Editorial La cúpula)
Usted vive en el mismo edificio que Horst y su nuevo vecino y compañero de colegio Sigi, ambos recién separados de sus parejas hétero y gay respectivamente. O sea, está dentro de la edición ampliada de esta historieta de König que fue adaptada al cine por Sven Unterwaldt Jr. ¿Qué sucede si un hétero se identifica con el estilo de vida de un gay? Fetiches nuevos y viejos amores, chongos y porno lésbico, próstatas y tetas, todo mezclado en pequeñas anécdotas protagonizadas por los típicos personajes narigones de König con el ritmo de una sitcom erotómana. La frase genial de Liberace que prologa el libro resume todo con claridad: “La monogamia es algo pensado para los cuentos de hadas heterosexuales”.

Pedro y yo
Judd Winick
(Editorial Astiberry)
Usted tiene un flashback a diez años atrás cuando se emitía la tercera temporada de The Real World, del reality de MTV ahora instalado en la ciudad de San Francisco. En esa edición, el activista gay Pedro Zamora, referente en VIH/sida, comparte habitación con el historietista Judd Winick. De esa experiencia, Winick dibuja el diario de su amistad con Zamora y una suerte de backstage y continuación del reality en forma de historieta autobiográfica como posibilidad de mantener el legado de su compañero de programa. Activismo en sida antes de los cócteles, lecciones de “sexo digital”, historieta de héroes sin disfraces en la vida real.

Y yo, ¿por qué no tengo una banana?
Copi
(Editorial El cuenco de plata)
Usted recorre París en un bus manejado por el Copi historietista, que tiene el mismo trazo libérrimo que el Copi escritor y que todos los demás Copis que salieron del cuerpo y la mente de Raúl Damonte Botana. Acá se pregunta explícitamente: ¿Qué es el sexo?, y se responde con una serie de episodios con su extraño estilo de garabato detallista, donde las líneas parecen trazadas al tuntún pero revelan acciones, ideas y sentimientos de cada personaje casi inesperadamente, como pocos historietistas pudieron lograr con tan pocos recursos y tanta idiosincrasia. Publicado en 1982, historietas como Las Lesbianas y Los peligros de Tánger dicen más de la sexualidad y la familia que mucho de lo que se escribió en los últimos años.

Princesa ama a princesa
Lisa Mandel
(Ediciones Kraken)
Usted está en un sueño inducido en la torre donde tienen encerrada a Végétaline y luego pasa a una megafiesta electrónica con la refugiada política Codette. Entre los mundos de esas dos jóvenes que viven en la misma ciudad fantástica van saltando las páginas de esta historieta dibujada como un cuento de hadas destrazado, sin nada de lo que hace homogéneas a las princesas de Disney. Amor lésbico de paraísos ocultos, celulares imposibles, peces voladores que dejan un arcoiris como estela, perros camuflados, pop inesperado que incluye sátira a los Power Rangers y una fábula política de la modernidad que nunca quiebra su pulso imaginativo.

Rocky & Hudson.
Los cowboys gays
Adao Iturrusgarai
(Diábolo Ediciones)
Usted está en el Lejano Oeste y por eso ahora ve las cosas de cerca, al menos en cuestiones homoeróticas. Cuando a Hollywood se le ocurrió por fin contar el secreto de la montaña, ya hacía una década que los intrépidos cowboys Rocky & Hudson habían salido del closet para revelar su amor, salvaje amor, viñeta tras viñeta. Y a pesar de que cada tira parte de una parodia a los tópicos de la virilidad del western, la libertad de esta historieta llega también a la Grecia antigua, una de las cunas del homoerotismo occidental. Segmentada en episodios como un viejo folletín del Oeste, el historietista brasileño Iturrusgarai galopa en la mariconería sin corrección política.

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