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Viernes, 9 de enero de 2015

¡Llegaron los Reyes!

Vibrantes, apacibles y otros pensados sólo para la contemplación. El mundo del juguete sexual tiene un catálogo diverso para regalar a los adoradores de lxs muñecxs inflables. Fabricantes y vendedores hablan de pros, contras y tendencias. Los consumidores se refieren a lxs muñecxs como complementos o paliativos para las épocas de escasez, y algunos hasta ven en ellxs una alternativa calladita a la compañía humana.

 Por Facundo R. Soto

Dave Cat, 37 años, es un telemarketer de Michigan que no tiene vergüenza en decir que adquirió a Sidore en un club gótico a 6 mil dólares, que es su amor y que desde entonces no se han separado; y que a raíz de una crisis de pareja, según cuenta en el Daily Mail, llegó a sus vidas Elena, otra muñeca inflable con la que, al parecer, también está casado; y ahora conviven los tres en perfecta armonía. “Mi relación con ellas se basa en un 70 por ciento de sexo y un 30 por ciento de compañía”. Las dos “chicas” tienen una vida completamente normal, según Dave. Ambas tienen su Facebook y su Twitter personal, les gustan las ropas y los paseos por los parques. En países de Europa o EE.UU., el tema es más abierto, según cuenta Matt McMullen, dueño de la compañía Abyss Creations e inventor de las Real Dolls al sitio web de España vice.com. “Hay compradores que las coleccionan o las compran como musas, para fotografiarlas o tenerlas en su casa como objetos de arte; algunos las llevan a la playa y otros de picnic, como el grupo iDollators”, dice McMullen.

Casi todos los muñecos inflables a la venta tienen en común el orificio anal que traen finamente diseñado para el más variado uso de su amante. Algunas de las principales ventajas es que pueden desinflarse y guardarse en un lugar pequeño, después de haber saciado a su dueño; por lo tanto no ocupan lugar, se pueden conservar adentro de un cajón. El plástico está hecho con PVC, muy resistente a los pinchazos, pero también sensible a la piel humana. No es necesario el uso del preservativo y el contacto puede hacerse a pelo. El mantenimiento no requiere mayor esfuerzo que el lavado con agua y jabón, o con un hisopo y papel higiénico.

Mercado local

Pablo, de Kisme SexShop, le cuenta a Soy que se venden aproximadamente 10 muñecos inflables por mes en el local de Florida al 600, y que esa cifra es la que se repite en los otros locales de la Capital Federal. “El que más sale es el Gladiador, que tiene vibrador. Le vibran la lengua y el pene. Y una trans, Isabella’s, que viene con un pene de silicona y sin vibrador. Esos son los que más salen: el Gladiador y la Isabella’s. Después tenés el que es imitación de Justin Biber, que se llama Just-in Beaver, y que se vende también muy bien. Hay un juego: el nombre y el apellido no se escriben exactamente como el del cantante, pero no hay duda de que se trata de él. No hay por ahora otros love doll que simulen ser actores o famosos; pero no tardarán en aparecer –dice Pablo–. Sí hay en versión muñecas, las de Jennifer López, Katy Perry, Pamela Anderson, Kim Kardashian.” Cada vez hay más compras de love dolls en el local, antes se realizaban vía web. Según Pablo, la gente se lleva los muñecos inflables para incluirlos en una relación de a tres, con su pareja. Ninguno volvió para contarle la experiencia, pero tampoco para quejarse. El vendedor de un sex shop de Flores, ubicado en Bolivia al 100, nos cuenta que lo que más buscan los hombres es la satisfacción de sus fantasías de estar con otros hombres a través de dildos que simulan el pene de artistas porno famosos, hechos con moldes de yeso, y recién en segundo lugar los love dolls. El que más sale es el de Kevin White, que mide 32x6. “Las medidas, formas, colores y texturas están en el catálogo que se ofrece al consumidor. Al estar basados en modelos reales, la mayoría son muy pesados, además de largos y gruesos”, nos dice el vendedor, que no ha querido dar su nombre ni el del sex shop en el que trabaja. Dice que la mayoría de los clientes que compraron un love doll vuelve. “No para cambiar de muñeco sino porque, si bien no son descartables, tienen un uso limitado. Tiene que ver con cómo lo manejás. Es algo inflable que lo podés apoyar en algún lugar y se pincha. Ultimamente están viniendo más al local; pero también hay bastantes pedidos por Internet, sobre todo de las provincias. Cuando un hombre entra con su pareja, ya está, vuelve, y muchas veces se anima y da el primer pasito y se lleva a la trans. Muchos todavía no se animan a recibir la satisfacción de una trans real, y se llevan a la inflable, que la tenés cuando querés. La usás, la desinflás y te olvidás, o no, depende... No te rompe las pelotas, ni te hace escenas de celos. Aunque supongo que hay gente que se queda enganchada, nunca volvió ningún cliente para contarme su experiencia. Lo usás y lo volvés a guardar. No te habla, no te molesta, no te fastidia, no nada... Pero eso depende del encuentro que cada uno tenga con el objeto.” Sin embargo, un chico que juega en un equipo de fútbol gay, “8”, dice: “La ventaja de tener a mi Gladiador en casa es que puedo hacer lo que se me cante con él, sin pelear. ¿Viste que las relaciones se gastan? Estoy cansado del levante por Manhunt, donde siempre es lo mismo: ¿activo o pasivo?, ¿tenés lugar?, ¿estás de trampa? Acá no lastimás las expectativas de nadie. Y los compañeros inflables no dejan que la relación se vuelva aburrida. Mi Gladiador me acepta como soy, y encima no cambia. La verdad es que también me hace acordar a un novio que tuve; ésa es la verdad. Cuando me lo compré, estaba mal por la separación con mi ex, y dormía abrazado a él, como de chiquito dormía abrazado a los peluches. Y bueno... hasta que llegue el amor, está Gladiador”. En American Top nos dijeron que el love doll masculino no se vendía. Muy pocas muñecas inflables se venden por Internet para el interior; y probablemente sea porque hoy en día es fácil tener sexo real. Quise explorar más esa hipótesis para entender si se trataba de una idea fundada en hechos o de un prejuicio que dejaba de lado la relación de los humanos con los objetos, pero no quisieron seguir adelante con la entrevista, argumentando que no se vendían tanto como para hablar del tema. En el Mundo del Sexo nos dijeron que salían para despedidas de solteros; pero que en verdad no sabían a dónde iba a parar el muñeco después de la fiesta.

La industria

TrueCompanion.com es una de las compañías más importantes del mundo en la industria de sexo robótico, y una de las que más factura. Hasta ahora venían publicitando a la Roxxxy True Companion, diciendo que “ella sabe tu nombre, tus gustos y disgustos, y que es anatómicamente compatible con el ser humano”. Pero ahora están a punto de lanzar lo que consideran será su producto estrella. Se trata de Rocky True Companion Sex Robot. El cliente tiene participación sobre el diseño de Rocky, completando el formulario que se despliega en el sitio web para elegir el color de la piel, el tipo de cabello, de ojos, de rostro, entre otras características que implican el diseño del muñeco que está por salir al mercado. Adquirir el sex toy ya tiene precio y costará $ 1500. La compañía estadounidense California Exotic Novelties fue una de las primeras en fabricar el love doll. Con el tiempo se fueron sofisticando y sacaron al mercado el robot sexual. Admiten que una de las desventajas, para algunos, es que no puede moverse; pero remarcan las ventajas: que puede conectarse a Internet para recibir actualizaciones, repararse y hasta enviar correos subidos de tono a su dueño. Los clientes también pueden personalizar, a su gusto, el color del pelo, las medidas y hasta los gustos que tiene, de manera tal de disfrutar todo lo que hacen con él. “Los que todavía no se animan al muñeco empiezan por el Flesh Jack, a Robo Sucker, que es un culo de lechón. Lo llevan, generalmente, los que no quieren serle infiel a su pareja; sí, siempre hablando de gays, o por lo menos hasta donde yo sé”, dice el gerente de la firma multinacional.

Goma y celuloide

No son muchos los autores que trataron el tema en el cine y la literatura; y en ningún caso llegó al amor de un hombre con un love doll. La novela Wilt (Tom Sharpe, 1983) narra la historia de un profesor que está en crisis con su esposa y, después de descubrir la meditación trascendental, se entrega a realizar su fantasía. Así logra estar con una muñeca inflable, asesinarla y enterrarla en una obra en construcción. Alguien lo ve desde lejos y confunde a la muñeca con una mujer. La novela se transforma en un policial. El libro fue llevado al cine por Michael Tuchner en 1990. La película Lars and the Real Girl (Craig Gillespie, 2007) es una comedia con un escenario sórdido, donde el protagonista es un hombre de pueblo, raro y solitario; renuente al contacto social. Con estas características de personalidad mantiene una relación con su amante Bianca, que resulta ser una muñeca inflable. Tenemos el antecedente de Mannequin (Michael Gottlieb, 1987), una comedia heterosexual llena de clichés, estereotipos y prejuicios. La historia de Pinocho es, quizás, el mayor referente para contar, en el cine o en la literatura, lo que el cuento dejó entre líneas y al día de hoy no se continuó.

Gladiador

Este musculoso muñeco trae un dildo de silicona de 18 x 4 cm, que además es vibrador. Posee lengua vibradora y orificio anal disponible para su penetración. Es de color natural, de aspecto recio y luchador. Al inflarlo mide 1,50 m, hecho totalmente de látex resistente. Se lo promociona como “un verdadero gladiador que está dispuesto a protegerte de todo, pero que también estará a tus pies y cumplirá todos tus deseos y fantasías, incluyendo una penetración al máximo, ya que no se cansa nunca”. Lo más sorprendente es su lengua romana, de un material suave, ideal para la estimulación. Dispuesto a todo, viene con la apertura anal. Es un campeón, un verdadero gladiador. Se recomienda usar lubricante para una mayor satisfacción. Promete realizar tus fantasías y saciarte de placer.

Precio: $ 990

Mr. Stud

Google traduce su nombre como Sr. Espárrago, pero en verdad sería algo así como Sr. Chongo. La caja que lo contiene lo promociona: “La mejor herramienta para satisfacer tu caliente fantasía”. Tiene un pene de 20 x 8 cm que sólo sirve para su contemplación o la libación, porque al ser inflable no mantiene la dureza que posibilita la penetración. Ano profundo y extrasensible. La foto de cara, impresa en el rostro a color, destaca la enternecedora mirada que enamora al cliente, transformándolo en su dueño. De tamaño natural, con el abdomen marcado, Mr. Stud termina siendo pasivo ciento por ciento. Dejó de fabricarse y por ese motivo, además de ser uno de los pioneros en aparecer en el mercado inflable, se transformó en una pieza de colección; por eso su precio se incrementa día a día.

Precio: $ 1900

Isabella’s

La muñeca Isabella’s es una transexual promocionada “para los bisexuales que desean sentir lo mejor de ambos sexos y disfrutar de la penetración en sus dos orificios, prometiendo nuevas sensaciones; así como disfrutar de una penetración por parte de ella, con su espléndido pene casi real”. Tiene el pelo largo, con el rostro en tres dimensiones que realza su belleza. Es fácil de moverla para acomodarla en distintas posiciones, abrazarla levantándole las piernas y llevarlas hasta los hombros de su dueño, entre otras posibles. El cuerpo está hecho de un material suave, muy parecido a la piel humana, con pechos moldeados a la perfección para acariciarlos o morderlos sin que la muñecx se desinfle. Su pene, a diferencia de otrxs love doll, es rígido y asegura una penetración excitante por su textura venosa y realista.

Precio: $ 725

Just-in Beaver

Haciendo juego de palabras, “Por dentro de Bieber” es un producto sexual que intenta imitar la cara y el físico del cantante. La empresa Pipedream, conocida por lanzar este tipo de juguetes con la cara de famosos –Kim Kardashian, entre otros– quiso aprovechar la imagen del adolescente para vender este muñeco inflable que, según informa la página Things 4 fun, se vende a 25 dólares, bajo el lema “Hace que hombres heterosexuales se vuelvan gays más rápido de lo que puedan quitarse los pantalones”. Según informó el diario británico The Sun, Bieber está muy enojado con este producto: “Ya me puse a trabajar con mis abogados para demandar a estos psicópatas”, aseguró el cantante, mientras el muñeco sigue inflándose en la intimidad de muchos hogares.

Precio: $ 600

Primera marca

Los mejores del mundo, si el realismo es el criterio, probablemente sean los maniquíes de Sinthetics, la marca de Los Angeles que lideraba la casta de los muñecos de goma, a tal punto que los han rebautizado “maniquís”. Sus fabricantes, además de los tamaños, las formas y las terminaciones más hiperrealistas del mercado, prometen una silicona tan tersa que puede llegar a confundirse con la piel. Sinthetics tiene una idea técnica para cada necesidad: sus maniquíes tienen la capacidad de retener la temperatura del agua caliente, la luz solar o el calor humano. Y ofrecen, ya por otro precio, un sistema de calefacción de baja tensión interna para enchufarle al maniquí. Se puede personalizar al compañero de goma encargando a piacere el ancho y la profundidad de los orificios, la consistencia de los glúteos, la contextura física, el tono de piel, maquillaje, tatuajes. Existe la opción de encargar un maniquí-clon de su celebrity favorita y un sinfín más de opciones especiales que los fabricantes no detallan, como para echar a correr los ratones.

sinthetics.com

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