“Probablemente te vayan a regalar suéters, ropa interior o medias, pero lo que realmente querés para esta Navidad es una linda y duraporonga”. Cortita (o no tanto) y al pie arranca Homo Christmas, uno de los tantos himnos queer de Pansy Division, banda fundacional y emblemática de la movida queercore norteamericana, un desviado del punk rock bien orgulloso de ser marica y gritarlo sobre los escenarios invadidos de gente bailando semidesnuda. Luciendo el número 18 en la lista de canciones de Pile Up, el tercer disco del grupo, y proveniente de un sencillo en vinilo que circulaba entre lxs fans y compartía pistas con un cover de Nirvana retitulado Smells Like Queer Spirit, Homo Christmas se convirtió en la cortina musical de resistencia de las fiestas navideñas de las últimas dos décadas de todas las locas punks esparcidas a lo largo y a lo ancho del planeta. Con estribillos pegadizos al grito pelado de “Quiero ser tu regalo de Navidad, quiero ser tu queer navideño”, Jon Ginoli y Chris Freeman entonan y desentonan esta canción emblemática de la comunidad queercore ideal para reírse del consumo y la tradición que inunda estas fechas, sin olvidar el resto de sus melodías, siempre con temáticas homoeróticas sobre el sexo casual, las calenturas, enamoramientos fugaces y pajas, narradas con toneladas de ironía y humor sin filtro.

Pansy Division nació en 1991 y se mantuvo por varios años tocando en los sótanos de San Francisco, dando conciertos para un grupo muy reducido de personas y demostrando que el estereotipo del rock, terreno histórico de los “machos”, era solo una pantomima, además de dar cuenta de que no toda la comunidad gay disfrutaba de la música disco-pop que pasaban una y otra vez en las radios y los boliches de moda. Luego de algunos años de dar vueltas por varios escenarios, la banda (cuyo nombre surgió de la mezcla de “Panzerdivision”, término utilizado para una división militar de combate y “Pansy”, el nombre de una flor que se usaba para referirse a los homosexuales) salió del clóset del under cuando en 1994 fue invitada a tocar en una gira como teloneros de Green Day, cuya popularidad en aquellos tiempos crecía a pasos agigantados. Así llegó la oportunidad de mostrarse frente a públicos cada vez más numerosos y diversos, muchos de los cuales al escuchar sus letras y experimentar su actitud por primera vez les gritaban “putos” y “maricones”, a lo que Ginoli al frente de su escuadrón respondía entre risas: “Sí, claro, somos Pansy Division”. Este batallón queer se convirtió rápidamente en una de las bandas más festivas, irónicas y divertidas de la escena punk y queercore. Sus opiniones, actuaciones en vivo y videoclips se pueden ver compilados en el excelente documental Pansy Division: Life In A Gay Rock Band, que vio la luz en 2008 y desde entonces se proyectó en varios festivales de cine lgbtiq. Como todos los años, en esta Navidad sonará nuevamente Homo Christmas, el soundtrack de nuestras fiestas y de nuestras vidas, acompañado de su bizarro y fabuloso videoclip que oh, por Papá Noel, los renos y sus putos elfos, deben correr ya mismo a ver por YouTube.