turismo

Domingo, 22 de marzo de 2009

HAWAI > TRADICIóN Y TURISMO

Collar florido

Entre las celebraciones que reflejan el espíritu “aloha” del archipiélago hawaiano, el tradicional collar “lei” es, sin duda, uno de los símbolos que representan la identidad turística de esas paradisíacas islas del Pacífico.

 Por Pablo Donadio

El tiempo suele valorarse en algunos sitos más que en otros. Y en algunos, puede llevar un significado mucho más valioso que el del mero correr de los minutos. El tiempo en Hawai, el fantástico archipiélago de islas paradisíacas del Pacífico, es igual al respeto, a la dedicación, a la bienaventuranza. Y el lei, el tradicional collar de flores, es el símbolo que representa el espíritu aloha que reina en sus ocho islas.

TODA UNA OFRENDA Desde la llegada al aeropuerto, pasando por el centro y las playas, quienes visitan las islas encuentran puestos de leis en todas partes. Fabricados a mano y con mucha dedicación, estos collares suelen hacerse con flores y otros elementos que provee su maravillosa tierra. Si bien el lei se usa en el cuello, algunos puestos indican su uso también como una guirnalda o corona en la cabeza, donde el lei pasa a llamarse “lei papale”. Algunos nativos habitualmente se diferencian de los turistas por utilizarlo de modo que caiga de igual manera sobre el pecho que en la espalda. En todos los casos significa un regalo muy especial, que en los límites locales puede representar un lazo amoroso, de amistad, un mensaje de paz y un símbolo de celebración como un nacimiento o el matrimonio. Un caso muy común suele ser el regalo de leis a un futuro graduado, que durante los días previos a su promoción en la escuela o universidad puede quedar oculto bajo la cantidad de collares entregados por familiares y amigos, ya que la tradición local dice que la persona que recibe el lei no puede quitárselo en presencia de quien lo ha ofrecido. Más allá de esto, el lei es conocido popularmente como una ofrenda de bienvenida para quienes llegan de visita a la tierra hawaiana por primera vez. Del mismo modo suelen utilizarse en eventos de lo más variados, y hasta los representantes del país suelen vestirlos para recibir a sus colegas en apariciones públicas o días festivos.

TIPOS DE LEI Si bien el lei original fue hecho con flores indígenas que actualmente son difíciles de encontrar, el hibiscus bicolor suele ser el más utilizado. Debido a la escasez de algunas flores y a modernas combinaciones, hoy se utilizan leis con hojas de parra o helecho, plumas, frutos, telas y caracoles pequeños. Algunos tienen diseños muy cargados y complicados, donde se alternan distintas flores y frutos, y que pueden llegar a durar toda la estadía de una persona en las islas, siempre y cuando se los mantenga frescos. Muchos, de hecho, suelen llevarlo de regreso a casa como uno de los símbolos más preciados del paso por Hawai. Algunos leis –como los que se usan para la estatua del rey Kamehameha en Oahu–, suelen requerir varios días para su fabricación, ya que la unión de flores se realiza con una gran aguja de acero y una cuerda para enhebrar, seguido de diversas estrategias de trenzado y anudado. Muchos leis suelen ser aromáticos por la combinación de sus flores, como el “lei pikake”, un clásico que, además de su frescura y aroma, representa una muy buena bienvenida. Se dice que si una persona recibe un lei hecho con flores raras o que crecen en áreas remotas (orquídeas o maile, tradicionales de los bailarines de hula), debe considerarse un gran honor o un gesto de amor particular.

Su método de fabricación viene de una enseñanza familiar y zonal, pero en general hay tres formas clásicas de elaborarlo. Una es la que utiliza todo el material unido por una aguja en el centro de las flores. Otra más simple consiste en atar una por una cada flor por su tallo hasta dar la vuelta completa. Y la tercera es un trenzado de tres cadenas distintas de flores que luego se unen: éste suele ser el más representativo del amor.

El lei también tiene su día: el 1º de mayo en Hawai es el Lei Day, una celebración con música y comida que se realiza desde 1928, donde se intercambian varios modelos y se premia a quien haya fabricado el mejor collar. Las islas se diferencian por un lei oficial, y tanto Oahu (amarillo), Maui (rosa), Kauai (violeta), Isla Grande de Hawai (rojo), Molokai (plateado y verde), Lanai (anaranjado), Kahoolawe (plateado y gris), Niihau (de conchillas blancas) como Molokini (azul), expresan en este símbolo la fraternidad y una tradición milenaria y significativa.

ESPIRITU ALOHA Traducido en su lengua, aloha significa algo así como “la respiración de la vida”. Pero como los mismos hawaianos lo dicen, su significado va más allá de todas las definiciones. Popularmente es utilizada para saludar a quien llega de visita, despedirlo y desearle suerte. Eso mismo se transmite día a día entre los pobladores de las islas y sus propios pueblos. Su cultura considera contagiosa esta tradición que “cura el espíritu y el cuerpo”, casi al punto de transformarla en una filosofía de vida, que propone amarse a sí mismo para poder amar a los demás. Este sentimiento va acompañado por bailes, músicas y vestimentas tradicionales de sus antepasados, a veces puestos en escena para el turismo, pero vividos con ardor tierra adentro. Así la palabra aloha es la más nombrada en todo Hawai, donde suele combinarse con otras palabras para expresar un carácter positivo y fraternal. En los cinco condados y las ocho islas que conforman el archipiélago, el espíritu aloha es considerado una suerte de ley estatal no escrita, especialmente dirigida a los responsables del gobierno para que no olviden que en sus obligaciones con el pueblo se debe procurar el cuidado y respeto, como lo hacían sus ancestros.

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Entretejer un lei puede llevar mucho tiempo, sobre todo si es de caracoles.

La flor del hibiscus suele ser una de las más utilizadas para la fabricación de leis.

El difícil trenzado de los leis, en combinación de flores y frutos regionales.
 
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