turismo

Domingo, 24 de marzo de 2002

LONDRES LOS PUBS

La ruta de la cerveza

Una recorrida por el antiguo barrio del Soho y los principales pubs históricos de todo Londres, algunos de los cuales están en funcionamiento desde fines del siglo XVII. El auge de los pubs victorianos de finales del siglo XIX, y un pub con motivos litúrgicos llamado Blackfriar, considerado una joya decorativa del Art Nouveau.

Por Julián Varsavsky

Los pubs son una parte esencial de la vida cotidiana de los británicos. Solamente en Londres hay más de 5000, algunos de los cuales están en funcionamiento desde fines del siglo XVII. El término pub surgió en la época victoriana para referirse a las “public houses”, lugares de reunión para tomar cerveza, decorados con grandes espejos, piso de madera, paredes tapizadas con terciopelo o revestidas en caoba, y divisiones entre las mesas con paneles de madera y vidrio tallado con elegantes dibujos. Tanta pompa –que todavía se conserva en numerosos pubs– no fue pensada para enmarcar el simple hecho de ir a comprar una cerveza, sino que es el ambiente adecuado para un acto casi ritual de los británicos, quienes todas las tardes a la salida del trabajo abarrotan hasta el límite la mayor parte de los pubs londinenses.

Los pubs del Soho En los pubs se han reunido desde hace siglos los grupos de amigos, las parejas de enamorados, elegantes hombres de negocios que cierran un trato con una cerveza y, por supuesto, quienes pretenden cambiar el mundo, como aquella pareja de revoltosos que en 1847 se sentó alrededor de una mesa del Red Lion y engendró allí mismo los primeros esbozos del Manifiesto Comunista. El bar de estilo victoriano donde se reunieron Marx y Engels queda en el corazón del Soho, un barrio histórico del centro de Londres que mantiene parte de su aspecto original del siglo XVIII, cuando fue abandonado por los aristócratas. De esa época quedan sus calles angostas, y del siglo siguiente la estructura de numerosas casas de dos plantas de estilo inglés. Cuando el lujurioso Casanova vino a Londres en 1764, se alojó en el Soho, al igual que el joven Mozart. La casa donde nació William Blake aún se conserva, y Charles Dickens ubicó aquí parte de su Historia de dos ciudades. El listado de personajes históricos que pasaron por el Soho en circunstancias personales que rondaban la catástrofe se completa con De Quincey (refugiado por una prostituta aún siendo adolescente), Wagner, Rimbaud y Verlaine.
El pub más interesante del Soho es The Argyll Arms, que abrió sus puertas en 1740. Durante el siglo XIX el lugar fue remodelado y se convirtió en un típico bar victoriano con alfombras rojas, una barra con apoyabrazos dorado, espejos con el marco labrado con motivos vegetales enrevesados, y pisos y techo de madera. Allí suelen verse numerosos gentlemen de traje y paraguas sentados en las divisiones de madera y vidrio que separan las mesas, leyendo el Financial Times con seriedad de piedra. Al salir del bar, media cuadra hacia la derecha sobre la calle Oxford, se encuentra un gran edificio con forma de templo griego que alberga los escenarios del London Palladium, donde Los Beatles escribieron algunas de sus páginas de mayor gloria.
El paseo por el Soho prosigue por una zona de peatonales entrecruzadas y una proliferación de negocios que van desde lujosas joyerías hasta tiendas de ropa de los ‘70. Más adelante están los sofisticados sex-shops donde todo el mundo entra con naturalidad, incluyendo mujeres mayores. También hay algunas librerías especializadas en literatura erótica y están los famosos cabarets de Londres, con sus pulposas mujeres en la puerta tentando a los hombres a pasar. Durante el paseo desfilan algunos de los estrafalarios personajes que suelen verse por las calles de la ciudad: un policía de poblados bigotes y turbante azul; un hombre de raza negra totalmente rapado y con un diente de oro conduciendo un antiguo Volvo blanco, y mujeres con excesivo piercing y pelo azul eléctrico.
En la calle Newburgh 16 está el pub The White Horse, con un frente de estilo Art Déco y un interior también decorado como en los años ‘30. Hoy en día se lo considera un típico pub moderno remodelado y con coloridas luces, donde se dan cita algunos personajes famosos del cine y la televisión. A unas cuadras de allí se desemboca en el Chinatown, un segmento de unas dos manzanas que parece importado en bloque desde un barrio de Pekín. Todos los negocios tienen carteles y techos chinos (incluso las cabinas telefónicas), y se vende toda clase de mercaderías chinas como revistas, películas, adornos, incienso, ropa y comida. Prácticamente solo se ven orientales, y daría la impresión de que los chinos no sintieron la necesidad de asimilarse a la ciudad, sino que lograron que está se adaptase a ellos.
A pocas cuadras de allí, en la calle Wardour 99, el pub The Intrepid Fox atrae la atención de muchos curiosos. No es un bar histórico sino uno temático, donde lo primero que se ve al entrar es un gran monstruo alado con orejas diabólicas. La decoración remite a un ambiente heavy metal, con muchas telarañas, calaveras y posters de los Sex-Pistols. Los clientes suelen vestir camperas de cuero y los mozos usan abundante piercing y remeras que rezan ‘fuck the office’. Y como es usual, este contexto violento encierra un ambiente pacífico como pocos habrá en todo Londres.

Los monjes negros El Blackfriar probablemente sea el pub histórico mejor decorado de todo Londres. Entre 1279 y 1799 el edificio fue una importante sede de la orden de los Dominicos, a quienes se reconocía por utilizar un llamativo hábito negro. En este lugar se realizó en 1527 un encuentro especial entre Enrique VIII y una corte eclesiástica llegada desde Roma para escuchar los alegatos del rey, quien solicitaba en vano que se le concediera el divorcio de Catalina de Aragón. Y fue aquí, en consecuencia, que Enrique VIII disolvió su tortuoso matrimonio por su cuenta y rompió también con la Iglesia, declarándose a sí mismo representante máximo del clero en Inglaterra.
Este pub merece una detenida exploración. Conviene ordenar una cerveza y dedicarse a examinar el interior de estilo Art Nouveau, con su decoración instalada en 1920 que recrea un ambiente litúrgico y medieval. Desde la puerta de entrada se puede ver a lo lejos la impresionante cúpula de la catedral de Saint Paul, y sobre el marco de la puerta recibe al visitante la estatua de un hospitalario monje negro. El piso es de madera y se observan en la parte superior de las paredes numerosas imágenes en bajorrelieve de mármol y bronce exhibiendo unos alegres monjes inmersos en sus actividades cotidianas. Al fondo del pub hay una hermosa sala con arcadas medievales y paredes de mármol decoradas con vistosos mosaicos, espejos y un cielorraso recubierto de oro.
En Londres los pubs abren a las 11 de la mañana y cierran a las 11 de la noche. A las 22.45 una campana anuncia la última ronda de pedidos y los rezagados deben apurar el trago porque –como en toda Inglaterra– impera una puntualidad de hierro. Y que no se le ocurra al turista desprevenido dejar una propina sobre la barra, porque lo más probable será que lo persigan hasta la salida para devolverle lo que se ha olvidado.

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En Wapping, pegadito al agua, el Prospect of Whitby. Su coloración en blanco y negro es típica de cierto estilo de pub más rural.
 
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